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El Ejército irrumpe en la crisis y pide medidas de urgencia a Yanukovich

Después de dos meses de silencio, el Ejército ucraniano dio ayer un puñetazo en la mesa y reclamó a Viktor Yanukovich la adopción de medidas de urgencia para estabilizar la situación y evitar que se ponga en peligro la integridad territorial del país. Este gesto ha sido interpretado como un acto de lealtad al presidente, que ayer promulgó la revocación de las leyes antiprotesta y la ley de amnistía que la oposición rechaza.

El Ejército ucraniano instó ayer al presidente de Ucrania y comandante supremo de las Fuerzas Armadas, Viktor Yanukovich, a adoptar medidas de emergencia para estabilizar el país tras más dos meses de protestas opositoras que llevaron el martes a la dimisión del Gobierno. Se desconocen qué medidas concretas han pedido los militares, pero Kiev se ha negado hasta ahora a declarar el estado de emergencia. Arseni Yatseinuk, uno de los líderes de la oposición, consideró un «intento de intimación» el pronunciamiento militar.

La solicitud al presidente se discutió en una reunión de la plana mayor del Ministerio de Defensa, que calificó de «inadmisible» la toma de edificios gubernamentales y los obstáculos puestos a los representantes del poder estatal y local para cumplir sus obligaciones. Los militares, que hasta ahora se habían mantenido neutrales y habían dicho que no intervendrían en esta crisis que divide al país, rompieron su silencio al pedir a Yanukovich que actúe ante «la escalada de la confrontación que amenaza la integridad territorial» de Ucrania.

Esta irrupción del Ejército se produce en medio del bloqueo político en la exrepública soviética, cuando el presidente se encuentra de baja por enfermedad y después de que medios rusos apuntaran a una solución militar para poner fin al conflicto y de que el diario «Nezavisimaya Gazeta» informara de que muchas unidades militares están en estado de máxima disponibilidad ante el agravamiento de la crisis.

Además, según el diario español «El Mundo», el exministro de Defensa Anatoli Gritsenko reveló recientemente que en una reunión a puerta cerrada del Consejo de Ministros, el Ministerio de Defensa recibió la orden de poner dos unidades militares a disposición de Interior.

Para un consejero del presidente ruso, Vladimir Putin, Serguei Glaziev, que denuncia un «golpe de Estado rastrero» fomentado por EEUU y sus aliados, Yanukovich debe «dar mate» a la rebelión si no quiere perder el poder.

Pero Vadym Karassev, director del Instituto de Estrategias Globales de Kiev, cree que el Ejército muestre su lealtad al presidente «no significa que los manifestantes (...) vayan a ser dispersados o que se vaya a decretar el estado de emergencia».

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, por su parte, instó al Ejército a permanecer «neutral».

Ley de amnistía

Coincidiendo con este gesto de los militares ucranianos, Yanukovich promulgó ayer la revocación de las leyes antiprotesta que impulsaron las protestas de la oposición y provocaron graves disturbios en Kiev la semana pasada y también la ley de amnistía para los detenidos en los últimos dos meses condicionada al desalojo en un plazo de quince días de los edificios gubernamentales ocupados y de todas las calles, con excepción de la plaza de la Independencia.

Las tres formaciones de la oposición parlamentaria y varias organizaciones ultraderechistas rechazan esa amnistía y se niegan a abandonar los edificios ocupados. Además, el Ministerio de Interior adelantó ayer que los detenidos en los violentos enfren- tamientos de las inmediaciones de la calle Grushevski «no son manifestantes pacíficos, sino sospechosos de haber cometido delitos graves», por lo que no se beneficiarían de la amnistía. El grupo ultraderechista Pravy Sektor, en primera línea de los combates en la capital, amenazó ayer con recurrir de nuevo a la violencia si no se retoman las negociaciones entre el poder y la oposición antes del 4 de febrero y si no son liberados todos los manifestantes.

El jueves por la noche, Dmytri Bulatov, un activista de la oposición desaparecido hace el 22 de enero en Kiev, apareció abandonado en un bosque con signos de haber sido torturado. Ayer se emitió una orden de detención en su contra acusado de organizar protestas masivas.

Kerry exige a Yanukovich más concesiones para la oposición

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, reclamó al presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, que amplíe las concesiones realizadas a la oposición para poner fin a la crisis política, al considerar que las actuales no cumplen el grado de reforma exigido por Washington a Kiev.

EEUU no quiere quedarse fuera de la balanza y, en una rueda de prensa en Berlín tras reunirse con su homólogo alemán, Frank Walter Steinmeier, Kerry se sumó a la Unión Europea al urgir a las dos partes en conflicto a retomar el «diálogo político», pero erigiéndose en portavoz de la oposición ucraniana sostuvo que las ofertas de Yanukovich «aún no han alcanzado una dimensión suficiente para que la oposición tenga la impresión de que puede sentarse legítimamente a la mesa» de negociaciones con las autoridades.

Kerry, que tiene previsto mantener hoy una reunión con los líderes opositores Vitali Klitshko y Arseni Yatseinuk al margen de la Conferencia de Seguridad de Munich, quiso dejar claro el apoyo de Barack Obama a los manifestantes. «Mi mensaje es que tienen todo el apoyo del presidente Obama y del pueblo estadounidense por sus esfuerzos y su valor».

El viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin, afirmó que la reunión prevista entre Kerry y líderes de la oposición, así como con la estrella pop Ruslana, es un «circo». «¿Y por qué no invitaron al nazi Tiagnybok?», agregó en relación al líder del partido ultraderechista Svoboda. «También habría que invitar a Verka-Serdiutchka a las negociación», indicó irónicamente, al referirse a un cantante de variedades travesti. «La Casa Blanca debería escuchar su opinión y tomarla en cuenta», agregó. GARA