Ana BURGUEÑO (EFE) DONOSTIA

El proyecto de 2016 dejará de ser algo abstracto este año, dice su directora

El proyecto de Donostia como Capital Europea de la Cultura pasará en 2014 de la inconcreción a lo palpable. Su directora general, Itziar Nogeras, es «consciente» de que Donostia 2016 sigue siendo «abstracto», pero asegura que la labor de los próximos meses será «superar» esa situación.

Lo que ahora se encuentra en el «nivel conceptual» irá tomando forma durante la mitad del año, ya que la idea es presentar en junio al menos el 90 % del programa de la Capitalidad, compuesto por unos 60 u 80 proyectos, según ha explicado Nogeras.

A finales de marzo habrá «ya decididos» entre 20 y 24 proyectos, que se darán a conocer coincidiendo con la inauguración de la sede de Donostia 2016 en el antiguo edificio de los bomberos de la capital guipuzcoana.

«Pero todo no lo vamos a contar, porque también queremos reservarnos alguna sorpresa», advierte.

La programación abarcará todas las disciplinas artísticas y se desarrollarán «todo tipo de actividades: exposiciones, coros, danzas, conciertos, encuentros», a las que se quiere buscar «un equilibrio» para que cada público encuentre la suya.

«Ahora estamos viendo dónde quedan huecos desde el punto de vista de los públicos, de la presencia de las diferentes artes, de la participación nacional e internacional y de la de artistas noveles y consagrados. No tenemos una regla matemática, pero sí unos criterios muy marcados para que cada uno tenga su porcentaje», señala.

Más allá de Donostia

Nogeras indica que, además de contar con espacios como el Museo San Telmo, el centro Koldo Mitxelena o Tabakalera, quieren celebrar «algo» en lugares como el Guggenheim bilbaino, aunque aún «no hay nada acordado».

Apunta que un reto de este año es «hacer factibles» las «embajadas móviles» que visitarán ciudades españolas y europeas con el proyecto de Donostia 2016, para lo que ya está disponible la nao San Juan y espera que se unan a ella varios autobuses para el periplo por tierra.

Hay que lograr la viabilidad tecnológica y económica de estas embajadas, ya que el dinero está muy medido, teniendo en cuenta que el presupuesto se rebajó de 89 millones de euros iniciales a 72 hace dos años y ahora se manejan 63,3 millones para el periodo 2012-2018.

Y ello, sin que el Ministerio de Cultura haya garantizado todavía la entrega de 10 millones de los 11 que comprometió verbalmente -este año ha consignado 1,1-, lo que obliga a la oficina de la capitalidad a mantener un plan B por si las cosas se tuercen, aunque Nogeras confía en que no sea así.

«Tenemos que trabajar con mucha precaución. Lo que falta del Ministerio está en relación con el presupuesto plurianual, que tendremos más claro en marzo. Ya transmitimos al Patronato en diciembre que, a partir de ahora, no podemos trabajar con este nivel de incertidumbre y lo entendieron», indica.

Nogeras piensa que la Capital Europea de la Cultura debería dejar en Donostia la herencia de un evento permanente, que enriquezca su panorama cultural como lo hacen los festivales de cine y jazz y la Quincena.

La tarea en este momento es «volver a enamorar a la ciudadanía», a los donostiarras que celebraron la elección de Donostia hace casi tres años y que ahora, como asume Nogeras, no sabrían explicar qué se esconde tras el proyecto 2016