La presentación de la Iniciativa Legislatura Popular «Proposición de Ley Foral para el respeto a la pluralidad y a la decisión democrática de la ciudadanía en el uso de los símbolos de Navarra» ha sido respondida por dirigentes de UPN de forma vehemente, intentando criminalizar la iniciativa y alegando que buscamos querer imponer la ikurriña.

Desgraciadamente, hemos leído a todo un diputado de UPN en el Congreso de España, Carlos Salvador, escribir en su perfil de Twitter frases como «ETA, escoltada por los nacionalistas caviar, quieren imponer un símbolo de partido en Navarra» o «Nacionalistas, deportistas y terroristas reclaman la ikurriña en las instituciones». Más suave en el tono fue Sergio Sayas, portavoz de UPN, que decía lo siguiente: «los nacionalistas, apoyados por deportistas también nacionalistas, ya no ocultan que quieren poner la ikurriña hasta en la sopa en Navarra».

Sin duda, se trata de opiniones que sólo buscan criminalizar la iniciativa y rehuir un debate presente en nuestra sociedad. Lo que sí queremos dejar claro desde el principio es que precisamente lo que busca esta iniciativa es terminar con las imposiciones de símbolos en Navarra y con las absurdas prohibiciones de una Ley, la actual 24/2003, que no compartimos.

Navarra es una comunidad plural en la que convivimos mujeres y hombres de diferentes procedencias, ideologías y creencias. Sin duda, se trata de una seña de riqueza para Navarra porque la pluralidad es una característica fundamental de la vida social, política y cultural de Navarra también en lo relativo a las identidades nacionales y los símbolos que la representan.

Sin embargo, la actual ley de símbolos que nuestra iniciativa quiere derogar pone en situación de ilegalidad a alcaldes navarros que democráticamente optan por otros símbolos que también son navarros. Desde 2003, la ikurriña, un símbolo que una parte importante de la sociedad navarra reconoce como suyo, está siendo perseguida de forma sistemática. Incluso en localidades donde se han hecho referéndums y se ha decidido colgar la ikurriña en el balcón del ayuntamiento se han prohibido. Hasta se ha amenazado con castigos graves a cargos electos que han pretendido hacer respetar la voluntad democrática de sus vecinas y vecinos.

En este sentido, varias personas del mundo del deporte, de la cultura y de organizaciones sociales y políticas nos hemos juntado para intentar proponer una vía de solución. Queremos dar un paso firme hacia la pluralidad, la tolerancia y la democracia, para que se respeten los derechos de toda la ciudadanía también en materia de símbolos.

Ahora bien, para ello pedimos que se termine con la prohibición de exhibir la ikurriña y proceder a abrir un debate lo más amplio y plural que posibilite la articulación de amplios consensos sociales en torno a las garantías para el respeto de todos los derechos para todas las personas.

Nuestra propuesta de nueva Ley es clara. Pedimos que «la Comunidad Foral de Navarra promueva que su bandera oficial sea utilizada y mostrada, ya que es símbolo tanto de la unidad de esta comunidad como de la solidaridad de su ciudadanía con la del resto del mundo».

El segundo punto de nuestra iniciativa pide que «el hecho de utilizar públicamente la bandera de Navarra en los edificios y sedes administrativas no puede impedir, en ningún caso, que junto a ella se coloquen cualesquiera otras banderas, y mucho menos si estas cuentan con amplio respaldo popular». En este sentido, consideramos que «si así lo reclama la ciudadanía, las instituciones públicas promoverán consultas populares con el fin de conocer la opinión de la misma a cerca de la utilización de símbolos».

También hemos pedido terminar con la simbología franquista que, desgraciadamente, UPN aún se resiste a quitar de edificios y calles públicas a pesar de las leyes estatales que están en vigor. Parece que aquí UPN no tiene tanto interés en cumplir ciertas leyes.

Por todo ello, invitamos a UPN y a sus dirigentes a que se lean nuestra Iniciativa Legislatura Popular para que vean y reconozcan que huimos de cualquier imposición y que lo que queremos es diálogo y respeto a la pluralidad. De la misma manera, emplazamos a UPN a un debate público sobre este tema porque sólo con el diálogo y el respeto a la pluralidad podremos alcanzar soluciones a los problemas que tiene nuestra sociedad.

Ahora bien, lo que sí pedimos es un mínimo de talante democrático para terminar con los ataques a una iniciativa popular, como la nuestra, porque no sólo se ataca a las personas que firmamos la propuesta, sino que es un ataque flagrante a uno de los elementos básicos de toda democracia que se precie, como es el respeto y reconocimiento a la ILP en todo proceso legislativo, en este caso en la petición de la derogación de una ley.