Miles de manifestantes se concentraron ayer ante el Ministerio de Defensa, la sede provisional del Gobierno en Bangkok, para exigir la renuncia de la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, en una exhibición de fuerza en un momento en el que la Policía está intentando dejar las calles libres de protestas antigubernamentales.

Además, se hicieron con el control de una carretera que lleva al edificio y que la Policía había intentado dejar despejada el pasado viernes. «Utilizaremos cemento de secado rápido para cerrar las puertas de la sede del Gobierno para que el Gobierno no pueda trabajar», explicó Nittitorn Lamrue, uno de los miembros de la Red de Estudiantes por la Reforma de Tailandia.

Sistema de subvenciones

Pero la manifestación paralela que llevaron a cabo los agricultores podría ser aún más perjudicial para la primera ministra, ya que fueron los votantes de las zonas rurales de Tailandia los que auparon al poder a Yingluck en las elecciones de 2011 por la promesa de su partido, el Puea Thai, de que el Gobierno compraría todas las cosechas de arroz por un precio superior al del mercado. Este programa está sufriendo problemas por la paralización del Gobierno provocada por la oposición, que ha hecho que los agricultores no reciban sus pagos desde hace meses.

La televisión mostró imágenes de agricultores escalando las vallas y barreras del Ministerio de Defensa. Los agentes antidisturbios de la Policía prefirieron no enfrentarse a ellos, aunque no lograron entrar en el edificio.

Varios representantes de los campesinos se reunieron con el ministro de Finanzas, Kittirat Na Ranong, que fue agredido con botellas de plástico cuando salió para informarles sobre el encuentro. El Gobierno confía en poder vender cerca de un millón de toneladas de arroz este mes para financiar su sistema de ayudas.