Lourdes Goicoechea certificó la aprobación de las cuentas anuales de la empresa Talleres Ezquerra (radicada en San Adrián) y de su filial Sommetrade SL (localizada en Zamudio) en dos documentos fechados a 5 de julio de 2011, tres días después de haber asumido su primera Consejería, la de Desarrollo Rural. Ambos documentos contienen elementos imposibles de justificar que apuntarían a una falsedad en documentos públicos.

El elemento más llamativo de ambos documentos es la huella digital que se recoge en las cuentas de la empresa matriz, Talleres Ezquerra. Se trata de un código alfanumérico que empieza «2SUD...». En realidad, ese código se generó 16 días después de que Goicoechea certificara el documento. En concreto, según obra en las cuentas completas de Talleres Ezquerra, donde Goicoechea figuraba como secretaria del consejo de administración y de la junta que aprobó las cuentas, la huella digital se generó el día 21 de julio de 2011 a las 12.46. Esto supone que Goicoechea certificó la existencia de esa huella digital dos semanas antes de que se generara. Muy probablemente, alguien retocó el documento original para incluir este código con posterioridad. Y esto es así porque existe otro documento notarial, emitido por José María Marco-García Mina, verificando que la firma de la consejera de Hacienda es verdadera y que la certificación existía a día 20 de julio.

Por otro lado, la comparativa de las certificaciones de las cuentas de Talleres Ezquerra y Sommetrade arroja fuertes dudas de la veracidad del documento. De hecho, la manipulación es tan burda que salta a la vista. Así, en las cuentas de Talleres Ezquerra Goicoechea aseguró que la reunión tuvo lugar en San Adrián, como indica la ley. Por contra, en la certificación expedida para Sommetrade la consejera da a entender que se trasladó junto con la presidenta de la empresa, Silvia Ezquerra, hasta Zamudio. Finalmente, lo que se recoge es una errata que localiza el documento en «Zamudio Adrián». En cuanto a la fecha de la huella digital de Sommetrade (0ENC...) este periódico la desconoce porque el Registro Mercantil no la incluye en el expediente.

Llamadas durante la comisión

La existencia de estos dos documentos prueban que Goicoechea no dijo la verdad en la comisión de investigación parlamentaria, como ya denunciara NAIZ la tarde del día 27 de febrero. Cuando la consejera fue interrogada por su vinculación con empresas a las que asesoraba o en las que figuraba como miembro del consejo de administración, Goicoechea aseguró haberse desvinculado de forma inmediata. «La baja la cursé en cuanto entré en el Gobierno y si se tardó en inscribir será un problema meramente administrativo», afirmó. Asimismo, aseguró: «No tengo constancia de haber llevado ninguna acción de incompatibilidad ni nada parecido». Hilando fino, la consejera llegó a decir que cursó la baja en los consejos de administración el 1 de junio, un mes antes, pero probablemente fuera un lapsus debido a los nervios y quiso hacer referencia al 1 de julio.

Los documentos revelados por NAIZ mientras seguía abierta la comisión provocaron una reacción inmediata por parte del Gobierno. Según ha podido saber GARA, varios periodistas de medios relevantes recibieron llamadas esa misma tarde por parte de altos cargos del Gobierno para rebajar la importancia de estos documentos firmados por Goicoechea. Al parecer, fue la propia jefa de Gabinete de Yolanda Barcina, Ana Setién, la que se puso al teléfono. El aviso in voce de la jefa de gabinete de Barcina se acompañaba de un acta de la última junta de Talleres Ezquerra, del 30 de junio, y un estudio jurídico elaborado por Gregorio Eguílaz, director general de Función Pública. Este documento de Eguílaz elaborado con tanta prisa fue solicitado formalmente por GARA al departamento de prensa del Gobierno de Nafarroa, que no lo entregó, pese a que el informe pretendía desmentir una noticia publicada por este mismo medio.

Aun con todo, GARA tiene en su poder el informe de Eguílaz, donde se afirma que Goicoechea «únicamente da fe, por imperativo legal, de una reunión celebrada con anterioridad». Según el alto cargo «lo verdaderamente importante es la constatación de si efectivamente ha desempeñado o no el puesto, en este caso secretaria del Consejo de Administracion de una sociedad mercantil a la vez que el de consejera del Gobierno de Navarra, lo cual sería claramente incompatible».

Este estudio ahora puede volverse en contra de Goicoechea, puesto que aunque se considere que solo dio fe -de algo, por cierto, imposible-, sí que realizó un acto mercantil como secretaria de esta empresa: depositar las cuentas por vía telemática el día 21 de julio a las 12.46. Solo ella, junto con la presidenta de la sociedad, pudieron enviar las cuentas para generar la huella digital de confirmación que se incluyó en el documento fechado 16 días antes y, en todo caso, anterior al día 20.

A la espera de que se aclare este nuevo escándalo, la denuncia de Kontuz y ELA en el TS sigue abierta por las revelaciones que realizó la exjefa de Hacienda poniendo en duda a Goicoechea.