Aritz INTXUSTA IRUÑEA
Los escándalos de la Vicepresidenta navarra

Goicoechea avaló cuentas a un cliente suyo con un desfase de 152.330 euros

Lourdes Goicoechea era secretaria del consejo de administración de Talleres Ezquerra y su filial, Sommetrade, en 2011. Los datos comunes que inscribió en el registro tienen un desfase de más de 150.000 euros. Este «error» se suma a la falsedad de las fechas y los lugares de reunión.

Las cuentas que la vicepresidenta Lourdes Goicoechea presentó de Talleres Ezquerra como secretaria de su consejo de administración no cuadran. La consejera certificó los resultados de esta empresas tres días después de ser nombrada consejera de Desarrollo Rural, el 5 de julio de 2011. En esas cuentas aparecen los datos de compras y ventas de Talleres Ezquerra con una empresa filial, Sommetrade S.L., por un valor de 1.070.00 euros. Sin embargo, esta cifra no coincide con los datos registrados por Sommetrade, que rebajan estas operaciones vinculadas a 918,497,42 euros.

Este desfase entre las cuentas de ambas empresas por valor de 152.330 euros resulta particularmente llamativo en tanto que Goicoechea fue la encargada tanto de formular como de aprobar las cuentas, tanto de Talleres Ezquerra como de su filial, Sommetrade. De hecho, los certificados que validan la veracidad de los números presentados están fechados el mismo día (5 de julio) y las firmas de los administradores también se llevaron al notario a la vez (el 20 de julio de ese año, 18 días después de su nombramiento y cuando ya debiera dedicarse en exclusiva a su cargo de consejera).

En las cuentas anuales que presenta una empresa deben incluirse por ley el volumen de negocio que se tiene con empresas vinculadas para que pueda verificarse que «todas las transacciones se han realizado a precios y condiciones de mercado». Así, en las cuentas de Sommetrade se afirma que, en el año 2010, compró productos a Talleres Ezquerra por un valor de 970.804 euros, pero Ezquerra solo admite haberle facturado 833.681 euros. Y, al contrario, las cuentas tampoco concuerdan. Sommetrade dice que sus ventas a Talleres Ezquerra ascendieron a 84.815,47 euros y la empresa matriz sostiene que fueron 100.023,92 euros.

GARA ha consultado con auditores fiscales estos desfases en lo declarado por ambas empresas. Estos corroboraron que los números debieran ser los mismos o, en todo caso, si existe algún descuadre (por ejemplo, que una factura emitida en un año por una empresa sea contabilizada por la otra en otro ejercicio) tiene que explicarse el motivo del mismo.

«Si no coinciden, deberían explicar los ajustes realizados y los motivos, con lo que se les puede achacar a los administradores falta de información», sostienen los expertos.

Dudas sobre lugar y fecha

Según el Registro Mercantil, primero se aprobaron las cuentas de Sommetrade y la elaboración de las mismas correspondió a Goicoechea y la presidenta de la empresa, Silvia Ezquerra. El día 20 de julio, mostraron estas cuentas al resto de propietarios, quienes las ratificaron en una junta donde Goicoeceha y Ezquerra volvieron a ejercer los roles de secretaria y presidenta. Diez días después, el 30 de junio, volvieron a reunirse los mismos protagonistas, quienes aprobaron las cuentas de Talleres Ezquerra con idéntico procedimiento pero con distintos datos de compraventa.

No obstante, todo este relato está en cuestión, puesto que los certificados que se emitieron posteriormente contienen incongruencias que hacen pensar en que la consejera de Hacienda introdujo falsedades en los mismos. Lo más llamativo es que, en la cuentas de Talleres Ezquerra, se incluye el número de un comprobante que se generó el 21 de marzo a las 12.46 horas, 16 días después de la supuesta creación del documento firmado por Goicoechea. Si el código generado posteriormente hace dudar de la fecha del documento de Talleres Ezquerra, las cuentas depositadas por Sommetrade contienen una errata en la localización, puesto que la consejera dijo que se habían firmado en «Zamudio Adrián». A estas dudas razonables sobre las formalidades (fecha y localización) se suma ahora otra de más importancia: la veracidad de los datos económicos.

Goicoechea fue investigada por el Parlamento a raíz de las denuncias de «injerencias» en Hacienda que lanzó Idoia Nieves, la exjefa del organismo autónomo. Nieves también hizo públicas sus sospechas de que Goicoechea continuaba ejerciendo de asesora para sus clientes siendo consejera.