La dirección de Celsa Atlantic (antigua Laminaciones Arregui) no consiguió demostrar ayer en un juicio en Gasteiz las acusaciones que lanzó contra el vicepresidente del comité de empresa, de LAB, a quien despidió poco después. Este delegado fue despedido y acusado de injurias por la aparición de unas pegatinas en Murgia hace dos años. La defensa demostró ayer que era imposible que él las hubiera pegado. Empleados de Celsa siguieron el juicio concentrados en el exterior.