El cambio de la RIS ha provocado más miseria
La reforma de la ley foral reguladora de la Renta de Inclusión Social (RIS) en Nafarroa, apoyada por UPN, PSN y PP fue denunciada en su día por las graves consecuencias que acarrearía en muchas familias. Esas consecuencias no se han hecho esperar, por lo que ayer trabajadores de Servicios Sociales y Unidades de Barrio hicieron suya la denuncia de las situación a la que muchos navarros han sido abocados tras el cambio de la ley. Situación, más que de escasez, de miseria. A raíz de la reforma, la prestación se agota a los 30 meses, sin que los perceptores puedan recurrir a ninguna otra prestación y, más grave aun, cuando las posibilidades de encontrar empleo son prácticamente nulas en una crisis que tanto paro y precariedad laboral ha provocado. En el caso de las unidades familiares unipersonales, que suponen el 47% de los perceptores de la RIS, la cuantía de esta ha disminuido considerablemente, pudiendo no sobrepasar los 438 euros mensuales, lo que no permite hacer frente ni a los gastos más básicos.
Una terrible situación en la que se encuentran muchas familias y que desnuda el discurso hipócrita de un Gobierno que recorta en educación y otros campos y anula toda subvención al euskara, asegurando que la prioridad son los servicios sociales -¿por ejemplo, la RIS?-, mientras adelanta el dinero para la construcción de una vía de tren incomunicada.