El Ibex logró terminar por encima de los 10.300 puntos en una jornada de dos caras. Por la mañana, la agitación corporativa, con la oferta de la farmacéutica Pfizer sobre Astrazeneca como principal estandarte, daba alas a los índices europeos. Más tarde venía la caída por el aumento de la tensión en Ucrania, tanto sobre el terreno como en el aspecto económico. El nuevo castigo propuesto por Estados Unidos a la economía rusa podría desencadenar otra batalla en las materias primas y la actividad gasística. Además, Rusia refuerza su posición militar en la frontera y parece dispuesta, tal como dice Kiev, a controlar pronto ese territorio. Así las cosas, el panorama se dibuja distinto a lo que parecía presumirse desde el acuerdo de Ginebra. Con todo, el Ibex, gracias al apoyo de Wall Street, se pasó al verde por la tarde. Hoy saldrá con 10.320,90 puntos, tras sumar un testimonial 0,14%. Los cierres de Londres (+0,22%), París (+0,38%) y Fráncfort (+0,48%) fueron más positivos. En el Ibex, la estrella fue Bankia (-2,18%), después de presentar un beneficio de 188 millones de euros en el primer trimestre. Hoy le toca el turno a Santander (+0,99%) y mañana a BBVA (-0,16%). Los peores valores del día fueron Viscofan (-2,63%) y Gamesa (-2,24%). En el otro lado de la balanza se colocaba Sacyr (+3,04%), que pone hoy 36,3 millones de acciones nuevas en circulación. Entretanto, en París, el más fuerte era Bouygues (+2.02%), que sigue beneficiándose del interés de General Electric en comprar una parte de su participada Alstom. Por contra, las acciones de Alcatel-Lucent (-2,84%) encabezaron las pérdidas.