El lehendakari, Iñigo Urkullu, y el president de la Generalitat, Artur Mas, analizaron el jueves en Gasteiz el proceso de recentralización puesto en marcha por el Gobierno español. Una estrategia que, en opinión de los dirigentes autonómicos, que mantuvieron una reunión secreta en Ajuria Enea, supone un problema a la hora de avanzar en el autogobierno.

Según informaron Lakua y el propio Urkullu en su blog, el lehendakari y Mas también conversaron sobre los «retos» que plantea el nuevo escenario europeo, marcado por la consulta prevista en Escocia y por las elecciones del próximo día 25, cuando la ciudadanía renovará con su voto la composición de la Eurocámara.

Asimismo, trataron las oportunidades que este escenario ofrece para la CAV, que ha dejado su futuro político en manos del Parlamento de Gasteiz, donde se reúne la ponencia de autogobierno; y para Catalunya, que celebrará un referéndum el día 9 de noviembre.

Los dos dirigentes autonómicos, que compartieron su diagnóstico sobre la crisis económica y sobre la estrategia a aplicar para mantener la cohesión social sin dejar a un lado los avances en competitividad, acordaron mantener una relación periódica y fluida para abordar materias de interés y profundizar en el conocimiento de las realidades propias de Catalunya y de la CAV.

A este respecto, la Generalitat señaló que durante el transcurso de la cita, que se prolongó durante dos horas y media, Iñigo Urkullu y Artur Mas trataron las diferencias existentes entre las dos comunidades, y hablaron sobre el conflicto político que padece Euskal Herria, «muy especialmente» sobre el nuevo tiempo abierto tras el cese definitivo decretado por ETA en octubre de 2011.

Respuesta unionista

Las reacciones a la reunión no se hicieron esperar. El número dos del PSE a las elecciones europeas, Ramón Jáuregui, remarcó ayer que, a día de hoy, la CAV y Catalunya viven realidades diferentes; y descartó un «efecto contagio».

Según informó la agencia Efe, Jáuregui, que se refirió a la reunión entre Urkullu y Mas al término de una comparecencia ofrecida en Madrid, manifestó que, con independencia de que ambos presidentes se reúnan, lo «importante» es que la política española dé respuesta al problema de Catalunya.

En este sentido, reiteró que se debe abrir un debate sobre el modelo territorial vigente en el Estado español. Una discusión que tenga por objeto responder a las demandas de la ciudadanía catalana, que quiere decidir democráticamente su futuro. Algo que el diputado del PSOE parece no entender.

En Euskal Herria, la portavoz del PP de la CAV, Laura Garrido, mostró su extrañeza por el secretismo con el que se produjo el encuentro. «La reunión entre dos presidentes autonómicos es absolutamente legítima y hay que encuadrarla dentro de la normalidad, precisamente por eso, lo normal hubiera sido que hubiésemos conocido esta reunión y su contenido de antemano», destacó.

En cuanto al contenido de la cita, la política conservadora manifestó que existen «similitudes entre los planteamientos soberanistas de Cataluña y Euskadi, aunque el lehendakari en ocasiones quiera vendernos lo contrario».

También advirtió de que, en el caso de independizarse, Euskal Herria y Catalunya «quedarían fuera de Europa». «El camino de la independencia es alejarse de Europa», añadió la parlamentaria, que aseguró que «para ser competitivos en Europa hay que ser creíbles, generar confianza y ser fuertes, y eso se consigue desde la unidad y no desde la división».

Por último, el único parlamentario de UPyD en la Cámara de Gasteiz, Gorka Maneiro, calificó de «penoso» que Urkullu se reúna en secreto con el president. «El lehendakari da muestras de una cobardía inaceptable en un modelo en el que los ciudadanos quieren más claridad y menos opacidad», dijo.

El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, que se mostró convencido de que la reunión dará sus frutos, se encargó de contestar a las críticas de los partidos unionistas. Tras señalar que el PSOE, PP y UPyD hacen «propaganda» en lugar de política, este censuró la «cantinela del miedo», en alusión a una posible salida de Europa.

«¿Cree que van a echar los europeos a Escocia para mantener a alguien que no se quiere quedar?», preguntó el jelkide tras destacar que «si hay zonas del Estado español, naciones que hemos apostado siempre por Europa, hemos sido Cataluña, Euskadi, Galicia».