Lourdes Goicoechea no mostró ayer ningún interés por desvelar dónde han ido a parar los 157 cuadros que han desaparecido de Caja Navarra. La consejera y vicepresidenta se negó a responder las preguntas que le lanzó el parlamentario Koldo Amezketa, de Bildu, limitándose a leer los últimos estatutos, que definen ya a la caja como una entidad privada circunscribiendo la responsabilidad al consejo de administración.

Amezketa recordó a la vicepresidenta que el Gobierno siempre ha mantenido el control de la entidad, ocupando los puestos más importantes, no solo del consejo de administración, sino también de la comisión de control y demás órganos rectores, por lo que no puede ahora negarse a asumir alguna responsabilidad. Asimismo, recordó que los actuales patronos de la fundación que gestiona lo poco que queda de la entidad también han sido nombrados directamente por el Gobierno.

En su exposición, el parlamentario de Bildu explicó que la preocupación por el paradero de los cuadros que, durante décadas, atesoraron tanto la Caja Municipal de Pamplona y la Caja de Ahorros de Navarra le había sido transmitido por personas vinculadas a esas obras y que las conocían bien. Además, apuntó un dato nuevo que, de confirmarse, podría apuntar a la desaparición de 748 piezas.

Según explicó el parlamentario, en los listados internos que publicó Kontuz, se recogen unos códigos identificativos de cada obra, con numeración correlativa y unas letras que identificaban la procedencia del mismo (si era adquisición de CAN o de las dos cajas anteriores). Amezketa dice que faltan 748 números y pidió una explicación, porque ahora lo único que se sabe es que «faltan y que está claro que han existido». En cuanto a la argumentación que da el Gobierno para negar cualquier responsabilidad, el parlamentario valoró como «muy bonita, pero absolutamente falsa».

El resto de grupos tampoco quedaron convencidos con la negativa de Goicoechea. Así, Juan José Lizarbe (PSN) señaló que ayer no solo «no se han aclarado dudas, sino que se ha contribuido a que se acrecienten». Por su parte, Juan Carlos Longás (Aralar-NaBai) coincidió en que, como poco, «hay dejación de responsabilidades».

La desaparición de más de 150 obras de arte de 2011 a 2014 es tan escandalosa que ni siquiera el PP defiende a UPN. «Si el asunto genera dudas, entiendo que el Gobierno también debería tenerlas y hacer averiguaciones», señaló la parlamentaria Amaya Zarranz.