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Putin estrecha lazos con China sin llegar a cerrar el acuerdo del gas

El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, acordaron ayer, tras un encuentro en Shanghai una «completa asociación de cooperación energética» entre ambos países, pero no llegaron a firmar el esperado acuerdo de suministro de gas natural de Moscú a Pekín.

En una declaración conjunta destacaron también su «compartida preocupación» sobre Ucrania, crisis en la que Pekín ha intentado combinar una postura neutral con el rechazo a secundar las sanciones de la UE y EEUU a Moscú.

Debido en parte a estas sanciones, que dejan a Rusia necesitada de nuevos compradores de su gas natural, la atención estaba puesta en el posible acuerdo entre el consorcio ruso Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China.

Putin afirmó de que las dos partes habían realizado «un significativo progreso» y más tarde el consejero delegado de Gazprom, Alexei Miller, afirmó que «las charlas continúan para buscar un compromiso sobre el contrato de gas».

China lo quiere barato

Ante la mayor necesidad de Rusia, China está imponiendo sus condiciones y exigiendo un coste más bajo que el del suministro del gas ruso hacia Europa, basado en sus importaciones de Asia central.

Ambas partes acordaron aumentar su cooperación en la exploración de minas de carbón y el desarrollo de infraestructura de transporte en Rusia, así como incrementar el comercio bilateral. Por otro lado, iniciaron maniobras militares conjuntas en el Mar de la China Oriental.

Coincidiendo con la visita de Putin a China, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, admitió en una entrevista que «tenemos reservas suficientes para entregar gas al este y al oeste. Pero en el peor de los casos, de manera puramente teórica, el gas que dejara de suministrarse a Europa podría llevarse a China».