Joseba VIVANCO
Mundial de Brasil 2014 | La pelota no dobla

Tantos Mundiales como historias

Corría el año 1996 y la selección de Argentina perdía con Ecuador en la altura de Quito. El técnico en ese momento, Daniel Alberto Passarella pronunciaba una frase que se convirtió en célebre con el paso de los años: «Acá la pelota no dobla». Se refería a la caprichosa trayectoria del balón debido a la altitud. La densidad de la atmósfera también afectaba a la velocidad y la dirección del esférico. Y los córners que botaba el Burrito Ariel Ortega salían rectos. La pelota nunca doblaba. Era uno más de los imponderables del fútbol, esos que rodean a este deporte y que se acentúan en un Mundial. Como el gol de Michel a Brasil que no subió al marcador. Como el penalti marrado por Roberto Baggio. A los mexicanos, por ejemplo, les persigue ese trauma emocional que es la selección azteca y el manito Hugo Sánchez marrando esa pena máxima en el Mundial 86 de su país que le hubiera dado al pase a octavos, la pesadilla que persigue al caricaturista Antonio García, perpetrador de ``La Pendejísima Historia del Fútbol''. A otros les sigue resonando en su cabeza el `Maracanazo'; el gol fantasma de Inglaterra en la finalísima contra Alemania del 66; o el nombre de Gamal Mahmoud Ahmed Al-Ghandour, el trencilla del España-Corea del Sur; o la `mano de Dios' de Diego Maradona contra la Pérfida Albión, término que acuñara el poeta francés Augustin Louis Marie de Ximénès; o la `Naranja Mecánica' holandesa que no terminó de exprimirse del todo; o la Brasil irrepetible del estadio de Sarriá; la vergüenza de Gijón entre Alemania y Austria; el robo de balón de Roger Milla a René Higuita; la imposible falta defendida por Zaire contra Brasil en 1974; el cabezazo de Zidane al 'angelito' Materazzi... Contaba el gran Pelé que en 1958 para contarle a su padre que habían ganado la Copa del Mundo, tuvo que ir a una estación central en Suecia para decirle «Papá, ganamos el Mundial. ¿Lo viste?», y este le contestó «no lo vi, ¡pero lo escuché!». Este Brasil 2014 nos dejará espectaculares detalles, imágenes y anécdotas. Creará escuela, bautizará futuros bebés. Ha sido así como cada Mundial desde 1930. La pelota no dobla, pero sí rueda. Como lo hará en este rincón cada día. Otra cosa es que como evidenció Santiago Segurola, «Brasil ganó la Copa Mundo del 94, pero su rastro se perderá en la primera curva de la historia». ¿Le pasará a Brasil 2014?