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El Gobierno australiano liberará a unos 150 niños inmigrantes

El Gobierno australiano anunció ayer la próxima liberación de unos 150 niños que permanecen recluidos en centros de detención para inmigrantes, después de que organizaciones de derechos humanos denunciasen las consecuencias que puede tener esta reclusión para la salud mental y física de los menores.

El ministro de Inmigración, Scott Morrison, confirmó la liberación de 150 de los 876 niños retenidos actualmente en distintos centros, aunque de este gesto no podrá beneficiarse ningún menor recluido en islas remotas.

En concreto, se verán beneficiados de esta medida los menores y sus familias que llegaron antes de mediados de 2013, cuando Australia endureció la normativa migratoria. Podrán permanecer en el país hasta finales de año mientras las autoridades resuelven sus solicitudes de asilo.

El 19 de julio de 2013, el anterior Gobierno (laborista) introdujo una nueva normativa por la que los ocupantes de todas las pateras eran trasladados a instalaciones en islas.

Morrison ha defendido la exclusión de quienes han llegado en el último año a Australia, toda vez que considera que la liberación de inmigrantes recién llegados alentaría nuevas pateras y fomentaría las mafias. «Este Gobierno no renunciará a políticas de protección de fronteras que están salvando vidas en el mar», reiteró. En los próximos días comparecerá ante la Comisión de Derechos Humanos nacional por los abusos denunciados en los centros de internamiento. En vistas anteriores, parte de los comparecientes afirmaron que los niños beben detergente, se cubren la cabeza con bolsas de plástico o se cortan a propósito.

Muchos de estos inmigrantes han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Siria, Pakistán y Somalia y otros han escapado de la discriminación o de la condición de apátridas como las minorías rohingya de Myanmar o Bidun de la región del Golfo.