Lejanos quedan los tiempos de Oleg Romantsev para el Spartak de Moscú, entrenador y presidente al mismo tiempo, que condujo a sus hombres hasta la conquista de nueve títulos entre 1992 y 2001. Como olvidada queda ya la apátrida situación del sin duda club más popular de toda Rusia, que este fin de semana, por fin, estrenó su nueva casa, a estrenar y en propiedad.

Un clásico moscovita entre los Krasno-belye (rojiblancos) y el Torpedo inauguró de manera oficial el moderno Spartak Stadium, que durante los próximos seis años se denominará Otkritie Arena por mor de un acuerdo comercial por el que el club se embolsará 30 millones de euros, algo sin precedentes en el fútbol ruso, donde prácticamente todos los estadios son de titularidad pública, como el majestuoso municipal Luzhniki (78.360 espectadores), donde el Spartak venía jugando desde hace décadas. Hoy muestra orgulloso un campo cuya financiación ha corrido por cuenta de Leonid Fedun, magnate de la Lukoil -la segunda mayor empresa petrolera de Rusia- y 21ª mayor fortuna de Rusia, el clásico oligarca `tipo Abramovich', que multiplicó su fortuna durante la privatización del super-estado soviético en la década de los 90. Dueño del Spartak desde 2003, lleva invertidos unos mil millones de euros en el equipo, y ni un título que llevarse a la boca.

No solo en Rusia, donde el equipo que lleva por emblema al esclavo Espartaco goleó al Torpedo y la competición la encabeza con holgura el Zenit de Villas-Boas, sino también en Francia, hay una fiebre por remodelar o construir nuevos estadios, con ambos países inmersos en la carrera por la Eurocopa 2016 y el Mundial 2018.

Uno de los que mejor luce en el Velodrome marsellés, cuyo equipo, que dirige Marcelo Bielsa, ya es segundo, empatado con Girondins -cuyo nuevo estadio de 42.000 plazas estará listo para la primavera de 2015- y Saint-Etienne, y a un punto del nuevo líder Lille. Los del de Rosario ganaron en casa del colista por 1-3, en tanto el PSG sigue sin despegar del todo y volvía a cosechar otro empate, esta vez ante el Rennes de Philippe Montanier. Peor le van las cosas al Mónaco, que perdió y ya es penúltimo. «Espero que el ambicioso proyecto del Mónaco no desaparezca», ha dicho el jeque y dueño del PSG, Nasser Al-Khelaifi. Pues mala pinta parace que tiene.

Aunque para tensión la que se vive en Bastia, donde unos 50 gendarmes y agentes de seguridad del club resultaron heridos como consecuencia de los ataques de los ultras `Bastia 1905' en la reciente visita del OM. El club, que casi siempre ha respaldado a sus ultras, ha decidido cortar por lo sano tras lo visto en el último partido contra el Lens, donde desplegaron una pancarta que amenazaba a un periodista del ``Corse-Matin''. Al parecer el informador, que cubre las noticias del club, investigó y denunció los hechos ocurridos durante aquel partido contra el OM, y los ultras Bleus no se lo han tomado nada bien.

Desde luego que no llegan a tanto los hinchas del histórico Liverpool, entidad que también prepara ya la ampliación de su legendario Anfield para el próximo año y elevar así su capacidad hasta los 54.000 espectadores. Pero hasta entonces sus seguidores se conformarán con partidos como el Liverpool-Aston Villa del fin de semana, aunque acabara con derrota 0-1, donde notaron demasiado la ausencia del joven Sterling, reservado para la Champions. Su técnico, Brendan Rodgers, ha reconocido que esta temporada será más difícil para los Reds quedar entre los cuatro primeros de la Premier. En tanto los `villanos' siguen segundos, a dos puntos del líder Chelsea.

Los Blues recibían al crecido Swansea galés y una nueva tripleta de Diego Costa dio al traste con los `cisnes'. El excolchonero ya es el máximo goleador de la Premier, siete goles en cuatro partidos, y con tan solo diez remates a puerta. 43 encuentros necesitó Fernando Torres para hacer los mismos tantos en el equipo de Londres. «Es el típico delantero que puede marcar goles cuando tu equipo está jugando mal», ha dicho en la BBC una voz autorizada en la materia como Alan Shearer. Pero si Diego marca, Cesc Fábregas da los pases de gol. El catalán ha asistido ya en seis partidos consecutivos. Con estos datos y un pleno de victorias, los de José Mourinho le sacan cinco puntos al City y seis a Liverpool y Arsenal.

«A mis jugadores les daba una variante del mismo mensaje todos los sábados a las tres menos de diez: `Ahora mismo le pegaría un tiro a mi abuela con tal de conseguir los tres puntos esta tarde'. Así sabían lo importante que era que se dejaran la piel por la causa. Siempre sin excepción. Por eso mi abuela vivió más vidas que mi gato». La frase es del mítico Brian Clough -dos Copas de Europa en su haber- al que este domingo en el derbi de la Segunda inglesa entre Nottingham Forest y Derby County se le rindió un minuto de aplausos a los diez años de su fallecimiento. Seguro que Mourinho es un fiel seguidor de alguna de sus enseñanzas, menos, quizá, de aquellas en las que el que fuera exitoso técnico del Forest proclamaba el juego limpio.

Di María ya marca hasta de falta

Arsenal y City dirimían un duelo de gallitos y la cosa acabó en tablas, 2-2. Arsene Wenger fichó este verano a Alexis Sánchez y Daniel Sturrigde para apuntalar su vanguardia, pero en retaguardia se ha quedado en cuadro, y los Gunners lo están notando en exceso. El Everton logró lejos de casa su primera victoria de la temporada, aunque para triunfo esperado el del Manchester United, con ese 4-0 al flojo QPR, el primero del curso y estreno del bilbaino Ander Herrera como goleador.

Lo hizo también el `fideo' Di María, de falta directa además, algo que nunca firmó en el Real Madrid. «Cuando marcas un gol y das tres asistencias no puedes haber hecho un mal partido, pero ha cometido algunas pérdidas y lo puede hacer mejor», analizó Louis Van Gaal al término del encuentro. El `Angelito' contaba 7 años cuando fue comprado por 26 balones. Sí, en 1995 Rosario Central ofreció 26 pelotas de fútbol al Club Torito a cambio de Di María. Hoy, 20 años después, cuesta 75 millones de euros y ya es el nuevo ídolo de los Reds Devils, que vieron, además, el debut unos minutos de Radamel Falcao. Pero si estos se llevan las portadas, el nuevo fichaje llegado del Ajax, el holandés Daley Blind, fue el eje del juego desde la medular del United y de sus 107 pases se beneficiaron sus compañeros.

Aston Villa segundo, Swansea tercero y el Southampton de Ronald Koeman sorprendente cuarto, goleando 4-0 a un Newcastle que es colista y con su técnico Alan Pardew, que renovó por nada menos que ocho temporadas, a punto de caer. El dueño del club de las `Urracas', Mike Ashley, se dice que quiere dejarlo y comprar el Glasgow Rangers. Por cierto, su argentino Jonás acaba de revelar que sufre un cáncer de testículos.

Para daño, también, el que le infligió el Inter al modesto Sassuolo en el Calcio. Los Nerazzurri no ganaban en casa por más de siete goles de diferencia, en la Serie A, desde hacía... ¡48 años! Pues desde ahora es ya el primer club que le gana además dos veces al mismo rival, en menos de un año, por 7 goles. Decía Arrigo Sacchi que «en Italia siempre se ha pensado que el Calcio es un deporte individual en el que el entrenador solo estudia cómo frenar al rival». Pues en la última jornada nadie pudo frenar a los rivales.

Al 7-0 del Inter hay que sumarle el 4-5 con el que se reivindicó el nuevo Milan de Inzhagi. Los Rossoneri llevan pleno de victorias, tres de tres, lo mismo que la Juventus y la Roma, que solventaron sus duelos con más efectividad que brillo. Peor pinta para el Nápoles de Benítez, que se llevó un duro varapalo en su estreno en San Paolo al caer ante el Chievo, y el técnico ya está siendo puesto en tela de juicio. Y para colmo, el dueño de los partenopeos, De Laurentiis, se dice que ha viajado a EEUU a escuchar ofertas por el club.

En la Bundesliga ya ha caído el primer entrenador. Once técnicos en siete años en el Hamburgo, el único equipo en jugar siempre en la máxima división alemana. El último en caer esta semana, Mirko Slomka, en la tercera jornada. El Bayern y el Borussia Dortmund ganaron sus compromisos, y los de Pep Guardiola aprovecharon el empate del Bayer Leverkusen -a tres goles ante el Werder Bremen- para arrebatarle el liderato gracias a los goles de Ribery en su regreso y Götze. Su figura Müller ha dicho: «Odio correr. Es difícil ayudar a los compañeros de la defensa cuando ganas 4-0, no sirve para nada».

Quien también brilló en su retorno a `casa' desde Manchester fue el japonés Shinji Kagawa, que además marcó en su regreso a un Dortmund cuyos precios para acudir esta temporada al bullicioso Signal Iduna Park oscilan entre los 10,70 y los 53,30 euros. Los menores de 14 años pagan 6,70. Casi ni para una entrada lleva en el bolsillo un histórico del balompié alemán, Andreas Brehme, al borde de la ruina económica con enormes deudas. Un excompañero le ha ofrecido trabajo... aseando sanitarios e inodoros. «Eso le servirá para enterarse de cómo es la vida», le ha sugerido.