Alberto CASTRO
Al cierre

Draghi no cumple

No hubo un nuevo efecto Draghi, al menos en el sentido positivo, porque no dijo lo que los mercados querían oír. De momento, la compra de activos -titulizaciones respaldadas por créditos y cédula hipotecarias- se extenderá durante dos años, pero el BCE no tiene ninguna cantidad prefijada para la compra de esta deuda privada, aunque el universo potencial es de un billón de euros. Además, no dijo nada del siguiente paso: la compra de bonos soberanos, una vía espinosa por la oposición de Alemania, pero que muchos expertos empiezan a reclamar por la crítica situación de la economía europea. La decepción fue terrible para las bolsas, que esperaban más acción y claridad por parte del BCE. Las caídas tras intervenir Draghi se aceleraron en toda Europa. El Ibex paró la sangría en los 10.418,10 puntos, tras hundirse un 3,12%, segundo peor balance del año y el mayor castigo desde enero. Su subida anual se recorta al 5,06%. El correctivo se extendía a Fráncfort (-1,99%), París (-2,81%) y Londres (-1,69%). Ningún valor del selectivo principal del SIBE escapó de la quema. Jazztel (-0,12%) fue el mejor en el marco del desastre. Abengoa (-8,76%), Gamesa (-6,11%), Popular (-5,89%) y Sacyr (-5,60%) registraron los desplomes más acentuados. Por detrás, un grupo de nueve valores, que bajó más de un 3%. Entre ellos, Santander, BBVA, Caixabank, IAG y Acciona. En París, la lista de pérdidas estuvo encabeza por Société Générale (-5,05%), Total (-4,98%), Saint Gobain (-4,63%) y ArcelorMital (-4,28%). El Cac pierde ya un 1,24% en el año.