Natxo MATXIN
OSASUNA Los rojillos siguen en caída libre

Mateo se estrena con la quinta

Cambió el banquillo, pero la imagen siguió siendo la misma. Una defensa incapaz de evitar el remate del rival -sintomático el primer gol-, un centro del campo que no hilvanó nada y un ataque romo, con un único disparo a puerta como bagaje ofensivo del encuentro.

RACING 2

OSASUNA 0

En El Sardinero quedó claro que la culpa no era de Jan Urban. Hubo relevo en el banquillo, pero el equipo no experimentó reacción alguna. Fue el mismo bloque plano que ni siente ni padece. Ni lucha, ni tiene actitud, que es lo peor. El mismo que acumula su quinta derrota consecutiva, que lleva 513 minutos sin perforar la portería rival y que está a menos de un partido de volver a caer a posiciones de descenso.

Esa ausencia de alma, que se vio acentuada a raíz de ponerse por detrás en el marcador, se plasma en una defensa de mantequilla, insegura a más no poder, un centro del campo que ni aborta la iniciativa del rival ni emerge para emprender la suya propia, y un ataque que, a la vista de lo poco que se genera, resulta inocuo y, cuando llega bien, tampoco es preciso.

De nuevo, un rival de los de la Liga en la que está inmerso, la de salvar el pellejo, volvió a sacarle los colores a Osasuna, sin hacer ni más ni menos que lo necesario en esta categoría. No conceder en defensa y aprovechar lo poco que se pueda tener en vanguardia. Los rojillos se empeñaron justo en lo contrario. Se permitió a un futbolista -Álvaro- cuya ficha oficial recoge una estatura de 1,68 cms, imponerse en el salto a un Miguel Flaño que claramente no está para jugar, por no hablar de la casi estatua que hizo Cadamuro en el segundo gol, reflejo fiel de la rasmia de unos y otros.

Desastre en todas las líneas

No solo en retaguardia se estuvo de suspenso. Mateo planteó un once sin mirar la fecha de nacimiento, buscando verticalidad y rapidez a partir de tres cuartos, pero para eso es nesario que ahí lleguen balones. Puede que lo entendiesen así en Tajonar, pero ni Nekounam ni Raoul Loé, muy flojos ambos, demostraron estar capacitados para realizar tal labor, bien por su estado físico como por sus cualidades técnicas. Bagaje final en ataque: dos centros al área frente a los catorce del Racing, un único disparo a puerta en el minuto 8 y un gol cantado que falló Nino con el 0-0 en el electrónico, que bien pudo haber variado el signo del encuentro.

El problema no es que a Mateo le queda mucha labor por delante para enmendar esta errática trayectoria, sino que está obligado a realizarla a contrarreloj. A Osasuna le restan quince partidos -sumando el derbi aplazado- por disputar y, si nos atenemos a los cálculos que hablan del medio centenar de puntos como cifra mágica para no bajar, estaría obligado a ganar la mitad, empresa que ahora mismo se antoja imposible.

Como siempre, solo hay un activo principal en toda esta historia que merece destacar dentro de la descomposición institucional y deportiva que vive el club: la afición. El hastag #YoSoyRojillo fue ayer trending topic en la red.

«Con el balón hay mucho bloqueo y nos falta fluidez»

Cariacontecido por su estreno con derrota, José Manuel Mateo no ocultó aspectos que están lastrando a sus jugadores, pero también quiso ser «positivo», pues vio algunas mejorías en el juego. «Está claro que con balón estamos muy bloqueados y falta fluidez, pero en lo táctico, en estar mejor situados, creo que hemos mejorado», se explicó.

Analizó que la escuadra navarra saltó al campo con buena predisposición hasta el minuto 25, fase en la que hasta el descanso «hemos ido perdiendo el centro del campo y ellos nos han ganado la posición. Tal y como estamos, cuentan mucho los detalles, pues hemos tenido la oportunidad de adelantarnos, pero han sido ellos los que han metido en un minuto muy duro, como es el 44», se quejó.

«Hemos salido bien posicionados en la segunda parte y ellos se han replegado -añadió-, pero ha llegado el segundo gol, en este caso de estrategia, otro golpe del que cuesta levantarse. Habíamos hablado de ser más verticales, de elaborar menos para evitar errores, de estar mejor posicionados...», insistió el preparador iruindarra.

Consideró, en todo caso, que salir del agujero deportivo en el que está ahora mismo inmerso el cuadro rojillo no va a ser algo a corto plazo. «La actual situación les pesa a los jugadores, pero he visto un grupo capacitado para ello y es en la unión cuando se sacan estas cosas, la afición no nos ha fallado nunca», dijo. Tampoco que haya influido lo institucional. «Estamos aislados respecto a ese tema». N.M.