Un nuevo día de agobio para el nivel de los 11.000 puntos. Finalmente, el Ibex ganó la batalla y pudo despejar el miedo a una caída de mayor recorrido. La jornada fue un compás de espera ante lo que iba a decir después del cierre de los mercados europeos la presidenta de la Fed, Janet Yellen. La percepción de que iba a afinar más en sus argumentos para justificar la subida de los tipos de interés se extendía a ambos lados del Atlántico. Los índices de Nueva York esperaban esas novedades del discurso en números rojos. En Europa, sigue la presión contra Grecia. Tras el toque de atención de Bruselas, ayer lanzó su dardo el FMI al asegurar que nunca han tenido peor cliente en setenta años. El Ibex acabó con 11.050 puntos, tras arañar un 0,20%. Del resto de las plazas, destacó Londres (+1,57%), después de conocerse que la tasa de desempleo es la más baja en siete años. Fráncfort cedió un 0,48%, mientras que París ganó un testimonial 0,05%. En el Ibex, la atención recaía en Inditex (+3,48%), el mejor del día. La firma textil ganó 2.501 millones de euros en 2014, un 5% más, y aumentó un 8% sus ventas. Las acciones de OHL (-2,23%) y Caixabank (-1,87%) sufrían los mayores recortes. La primera lanzó el martes una emisión de bonos por 425 millones y el banco colocó ayer deuda por valor de 1.000 millones de euros. En París, Renault (-4,36%) volvía a ceder terreno, aunque todavía gana más del 37% en el año. El mejor fue Lafarge (+5,45%), pese a la negativa de la suiza Holcim a aceptar los términos de la fusión.