Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

‘Lhamo and Skalbe’, un amor a prueba de prejuicios ajenos y tormentos propios

Lhamo y Skalbe son dos jóvenes que desean casarse, aunque el camino será largo. A los secretos del pasado que esconden, se le suman los prejuicios de un entorno conservador y los temores de cada uno. La película, del tibetano Sonthar Gyal, se ha proyectado por primera vez esta tarde para competir en la Selección Oficial.

Los actores Sonam Nyima y Dekyid, minutos antes de la proyección de esta tarde. (Jon URBE I  FOKU).
Los actores Sonam Nyima y Dekyid, minutos antes de la proyección de esta tarde. (Jon URBE I FOKU).

La zona sur del Tíbet, a 3.000 metros de altura, ha sido el escenario natural que el regidor ha elegido para rodar su quinto y último largometraje, ‘La mu yu ga bei / Lhamo and Skalbe’. Un paisaje bello y desconocido donde transcurre la historia entre los protagonistas: Lhamo y Skalbe.

El filme arranca con el enfado de ella al descubrir que él ya tiene registrado un matrimonio anterior, un hecho que él mismo desconocía y que hará todo lo posible por anular. Este será el primer obstáculo que enfrentará la joven pareja, el primero de muchos.

El entorno rural, que por momentos parece un páramo, ha permitido al cineasta poner frente a frente la mentalidad conservadora –a través de las familias de los jóvenes–, con una más moderna –la que encarnan los amantes–. Para el director, que ha comparecido junto a los protagonistas y el equipo artístico y productor, ninguna de las formas de hacer y pensar «está bien o mal». Para el actor Sonam Nyima, que da vida a Skalbe, este papel fue un «desafío» porque sufre el choque entre dos generaciones, ha dicho. «Los conflictos sí se dan, están ahí. Y, a pesar de todo, hay jóvenes que son rebeldes y que harían de todo por amor».

En cualquier caso, las dificultades del propio entorno, del espacio y tiempo que le ha tocado vivir, no serán las más complejas, ni siquiera las que más atormenten a Lhamo. Ella misma oculta un episodio crucial que vivió y se confirma que, al fin y al cabo, siempre existe un pasado. Ella tendrá que aprender a aceptarlo y gestionarlo si quiere seguir adelante y ser feliz. «No tiene por qué ser un cuento perfecto de amor. Se trata de una mujer que consideran ha hecho ‘cosas malas’, pero no se le puede culpar. La influencia de la madre sobre ella, la reputación y el ‘qué dirán’ pesan mucho. (…). Lhamo está peleando por vivir con esos sentimiento», ha detallado el cineasta.

Sobre el comienzo y el final de la película, que obviamente no desvelaremos, el productor Quing Chun Du ha confesado que debatió largo y tendido con el regidor. De lo que se habla es de personas y de sentimientos, en un contexto personal y entornos concretos. «Son, al fin y al cabo, partes de la vida. Todo el mundo se enfrentará a horrores. La cuestión es cómo se afrontan», ha puntualizado.

La epopeya tibetana del Rey Gesar

La película sirve, sin lugar a dudas, para mostrar paisajes del Tíbet y descubrir parte de su cultura, como son los monasterios budistas o la epopeya del Rey Gesar, según han detallado en la rueda de prensa, «el poema épico más largo del mundo» y que consta «de más de cien libros».

La aldea en la que transcurre la historia dirigida por Gyal se está preparando para celebrar la Fiesta de la Primavera y, como cada año, preparan la función teatral del poema. Lhamo asume el papel de la mujer que baja a los infiernos por haber cometido «hechos terribles» y ser rescatada después por su esposo. Los diálogos son bellas canciones que narran la historia. La actriz Dekyid no ha vacilado un segundo al cantar un fragmento en directo en la comparecencia.