543 comunas del Departamento de Pirineos Atlánticos están bajo reglamentación reforzada por gripe aviar y en 217 se dan las condiciones para el sacrificio de aves que impone el protocolo fijado por el Ministerio de Agricultura francés.

De hecho, varias explotaciones de Zuberoa y de la comarca bajonavarra de Amikuz han recibido ya las notificaciones a dicho efecto, según ha confirmado esta tarde el sindicato ELB, que ha convocado una movilización este sábado, 30 de enero, a las 14.00 en la plaza del mercado de Donapaleu.

Los responsables del Departamento de Pirineos Atlánticos, con Jean-Jacques Lasserre a la cabeza, han anunciado hoy diversas medidas para hacer frente al brote de gripe aviar que, tras desbordar el departamento de Landas, es una amenaza bien real para las explotaciones de Bearn e Ipar Euskal Herria.

Con medidas como la prohibición de transporte de aves por la carretera departamental en dirección al matadero de Akamarre (Nafarroa Beherea), el Departamento cree que podrá «limitar la propagación de la epidemia a las explotaciones sanas».

Otras medidas, incluidas en un dispositivo específico, serán votadas por la asamblea departamental el próximo 5 de febrero.

Ese protocolo se aplicará de manera retroactiva desde el 1 de enero y durante los próximos siete meses, tras lo que será evaluado a la luz de la evolución de la crisis.

500.000 euros de ayudas extraordinarias

El departamento cuenta para apoyar sus actuaciones ante este nuevo brote con un paquete de ayudas extraordinarias por valor de 500.000 euros. En la precedente crisis veterinaria la institución con sede en Pau desembolsó un millón de euros para apoyar al sector avícola.

La aportación económica conocida hoy se combinará con medidas destinadas a facilitar a los agricultores el acceso a complementos económicos como el RSA (ingreso mínimo), el paso a la actividad parcial (similar al Erte) o el aplazamiento de pagos bancarios.

Tras confirmar, el 25 de enero, los primeros casos de gripe aviar en explotaciones de Ipar Euskal Herria, la Mancomunidad Vasca marcó posición con respecto a la política de sacrificio de animales con la que, como en precedentes crisis, el Ministerio de Agricultura francés ha encarado el presente brote.

De hecho, se estiman ya en un millón las aves sacrificadas en granjas del denominado «sudoeste francés», con particular afección en el departamento de Landas. En Pirineos Atlánticos se habrían sacrificado ya unos 120.000 patos.

La enfermedad apareció primero en Lixoze (localidad ubicada en Bearn pero que está representada en la Mancomunidad Vasca), y después se confirmaron nuevas contaminaciones en Amoroze-Zokotze (Nafarroa Beherea) y en Bidaxune.

Salvar a la raza Kriaxera

Con el apoyo de la Cámara de Agricultura Vasca (Euskal Herriko Laborantza Ganbara) y el sindicato ELB, la institución que preside Jean-René Etchegaray va a desarrollar una experiencia piloto precisamente en este último municipio, en Bidaxune, con vistas a evitar sacrificios de aves sanas.

Esa es la gran prioridad, más si se tiene en cuenta que en una granja en la que el análisis de H5N8 ha dado positivo –solo en uno de los cinco grupos de patos analizados, que por lo demás no han desarrollado síntomas– se crían palmípedos de la raza local Kriaxera, que se demostró particularmente resistente a la enfermedad durante la precedente crisis de 2017.

Esa es la raza con la que trabajan dos jóvenes agricultores, Sabrina Larzabal y Julen Perez, en la explotación "Beti Aintzina", sita en Lohitzune-Oihergi (Zuberoa).

Hoy en su conferencia de prensa, los responsables departamentales también han abogado por «tomar parte en las reflexiones para salvaguardar una filial que privilegia la calidad».

Han abogado por profundizar en vías como los estudios genéticos «mediante el apoyo a razas locales que parecen más resistentes o por nuevos cruces de razas» .

También han defendido, formalmente, ya que no se han concretado de momento actuaciones, una nueva reorganización del sector. Ello con el objetivo de fomentar «modos de cría y especialización de las explotaciones que ayuden a limitar los desplazamientos de aves o la concentración de criaderos en ciertas zonas del territorio», situaciones en el origen, a decir de los ganaderos vascos, de la repetición de episodios de la gripe aviar, pero también de otras crisis sanitarias.