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Demandan al grupo Casino por vender carne ligada la deforestación de la Amazonía

Asociaciones de indígenas de la Amazonía de Brasil y Colombia han llevado a los tribunales franceses al grupo de distribución Casino, al que acusan de vender carne asociada a la deforestación y al acaparamiento de tierras, dañando su territorio y su cultura.

Uno de los establecimientos del grupo Casino, en Caen. (AFP)
Uno de los establecimientos del grupo Casino, en Caen. (AFP)

Una coalición de once asociaciones que representan a los indígenas de la Amazonía en Brasil y Colombia han demandado este miércoles ante la Justicia francesa al grupo de supermercados Casino, que cuenta con varios establecimientos en Ipar Euskal Herria, por la venta de carne asociada a la deforestación y la vulneración de derechos de esas comunidades.

«Pueblos indígenas de la Amazonía brasileña y colombiana, así como organizaciones no gubernamentales de Francia y Estados Unidos, presentaron hoy una demanda en la corte de Saint-Etienne, Francia, contra el gigante global minorista, Grupo Casino, por vender carne de vaca asociada con la deforestación y el acaparamiento de tierras», han indicado las organizaciones en una rueda de prensa virtual.

La demanda se apoya en la ley francesa del deber de vigilancia adoptada en marzo de 2017, según la cual las empresas con más de 5.000 empleados en ese país, o más de 10.000 en todo el mundo, deben diseñar un plan para prevenir los riesgos al medio ambiente, derechos humanos y corrupción que pudieran derivarse de sus actividades y las de sus filiales, proveedores y subcontratistas.

Indemnización por los daños

Los representantes de los grupos indígenas, entre los que se incluyen la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña y la Organización Nacional de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana, reclaman a la cadena de supermercados una indemnización «por los daños causados a sus territorios tradicionales y el impacto en sus medios de vida».

«Esos daños (...) afectan a nuestro sustento, a nuestra ancestralidad, a nuestra cultura y afecta, sobre todo,a  la supervivencia de nuestros pueblos indígenas», ha explicado el Luiz Eloy Terena, líder del Pueblo Terena de Brasil.

Boris Patentreger, cofundador de la ONG Envol Vert, con presencia en Colombia, ha exigido a Casino «una trazabilidad estricta desde la primera etapa de la producción de la carne hasta que el producto es vendido en sus supermercados».

El grupo francés se defiende

El grupo francés se ha abstenido de referirse al proceso, pero ha defendido su política de control del origen de la carne que comercializa, que ha calificado de «rigurosa».

La empresa asegura regirse por «compras responsables» que garantizan «el cumplimiento de los criterios socioambientales (no deforestación, no trabajo forzoso, no trabajo infantil, no violencia, etc.)».

Casino opera en Brasil y Colombia a través de las cadenas Pão de Açúcar y Éxito, respectivamente. En 2020, América Latina representó el 46% de sus ventas, según su página oficial.

De acuerdo a los demandantes, esta es la primera vez que una cadena de supermercados es llevada a los tribunales por estos señalamientos y esperan recibir unos 3,1 millones de euros en compensación por los daños.

América Latina, la región más castigada

Más de 500 pueblos indígenas, 66 de ellos en aislamiento voluntario, ocupan siete millones de km2 de la selva de la Amazonía, compartida por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, América Latina fue la región más castigada por la deforestación en la última década debido a la expansión de la agricultura y la ganadería, la construcción de carreteras, la actividad minera y los incendios forestales.

«Estamos hablando de un riesgo para el planeta entero» que podría impactar en «la regulación del clima mundial», ha alertado Sebastien Mabile, abogado de Seattle Avocats.

Solo en 2020, la selva amazónica brasileña perdió 8.426 km2 a causa de la deforestación, un 8% menos que el año anterior. Sin embargo, la cifra preocupa a los expertos, que cuestionan la política ambiental del presidente, Jair Bolsonaro.

Del lado colombiano, con una extensión menor que Brasil, la deforestación destruyó 1.590 km2 de bosques, el 62% de ellos en la Amazonía, según cifras de 2019.

«Los indígenas están siendo huérfanos en sus propios territorios», ha denunciado Fany Kuiru del pueblo Uitoto de Colombia.

Las organizaciones demandantes esperan que la audiencia contra el Grupo Casino se lleve a cabo de aquí a unos 12 o 18 meses.