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Landarte acoge seis procesos de creación en poblaciones del medio rural de Nafarroa

La quinta edición de Landarte tiene lugar bajo el lema ‘Cultura contemporánea y ruralidad’ hasta el 30 de setiembre en seis localidades navarras donde varios artistas y creadoras desarrollan procesos culturales en colaboración con sus habitantes.

Imagen de la presentación de la iniciativa. (Iñigo URIZ | FOKU)
Imagen de la presentación de la iniciativa. (Iñigo URIZ | FOKU)

El artista Taxio Ardanaz trabaja en el municipio de Ezprogui-Ayesa; el estudio-taller de arquitectura Conjunta (formado por Inés Castillo, Felipe Fuentes, Iker Ordoño y Arantxa Satrustegi) en Murieta; la dramaturga Ana Maestrojuán en Murillo el Fruto; la cineasta Arantza Santesteban en el Valle de Araitz; el equipo de Protocolectivo en Artzibar; y la artista Katixa Goldarazena en Zubieta.
 
Bajo el lema ‘Cultura contemporánea y ruralidad’, los procesos se encuentran actualmente en su fase inicial; las y los artistas establecen estos días vínculos con las localidades donde van a trabajar. A lo largo de las semanas siguientes tendrá lugar la definición y desarrollo de sus proyectos.
 
Los miembros del equipo coordinador del proyecto Anne Ibáñez y Marc Badal –del colectivo Kanpoko Bulegoa–; el director general de Cultura–Institución Príncipe de Viana, Ignacio Apezteguía; el director general de Desarrollo Rural, Fernando Santafé; y el director del Servicio de Acción Cultural, Lorenzo García han presentado este martes Landarte 2021 acompañados por parte del equipo técnico del programa y los y las artistas participantes. Además, los municipios seleccionados han estado representados a través de unos vídeos grabados por autoridades locales.
 
Con el desarrollo de este programa se persiguen varios objetivos. Por una parte, se pretende promover el empoderamiento de las comunidades rurales a través de la cultura contemporánea, comprometida y entrelazada con su tiempo, cercana al territorio y a sus gentes. También contribuir a la profesionalización del sector cultural, y que el sector adapte su mirada al medio rural; esto es, que los procesos creativos den voz a las y los vecinos, desde la empatía, pongan en valor sus conocimientos y movilicen su capacidad de acción en un proyecto cultural.

La iniciativa busca el impulso de una acción cultural que ensanche la autonomía y la capacidad de decisión de las comunidades y establezca un diálogo real, una relación directa e íntima, con su territorio, con su patrimonio cultural inmaterial, con la transmisión de sus formas de vida, con su imaginario colectivo, etc. Por último, intenta rebasar las experiencias de acción cultural en el mundo rural centradas, por lo común, en su acepción más tradicional e ilustrada.

Apezteguía ha abogado por «un arte público sensible a los problemas, necesidades e intereses de la población rural» en el acto de hoy. «Se configura como un programa que facilita la creación contemporánea desde el mundo rural y en el que el modo en que se realiza la creación es tan importante como el qué se hace; no es un programa finalista», ha agregado.

Landarte promueve procesos de creación cultural contemporánea con comunidades rurales que participan junto a los creadoras «en un proceso de cocreación y de reflexión generador de conocimiento y experiencias, aspirando a crear una red donde dialogar, aprender y compartir; incorporando un programa ético en cuanto a modos sustentables desde el punto de vista medioambiental, social y económico» ha señalado.

Por su parte, el director general de Desarrollo Rural, Fernando Santafé, ha remarcado que «en esta labor, la cultura en general, y la cultura compartida en particular, esa que posibilita el diálogo entre vecinos, así como el diálogo intergeneracional, que nos une a lo cercano y que tiene la capacidad de enriquecer el imaginario colectivo, no solo es necesaria sino imprescindible».
 
En 2021, Landarte mantiene la perspectiva adoptada en 2020, cuando se repensó el programa para impulsar la participación de la población local en todo el desarrollo del proyecto y subrayar también la importancia de la evolución del proceso –reflexión, encuentro, diálogo– frente a los resultados finales.
 
Se pretende que Landarte se convierta en una oportunidad para que las comunidades rurales de Nafarroa se planteen cuestiones fundamentales acerca del modelo de mundo rural deseado y las prácticas (sociales, culturales y económicas) para conseguirlo.
 
Para los impulsores de Landarte resulta fundamental la participación de la población local en los proyectos junto a los creadores profesionales para así, de manera colectiva y horizontal, generar contenidos y discurso. «Se pretende que las miradas de la comunidad sobre la creación contemporánea y del artista sobre la realidad de la comunidad rural sean mutuamente estimulantes y enriquecedoras. Para conseguirlo, las y los creadores trabajarán en las poblaciones seleccionadas, interactuando con ellas, mapeando sus gentes y sus discursos para encontrar las claves de un proyecto cultural con sentido e identidad para cada localidad», explican.