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La Fiscalía mantiene la pena de quince años para un hombre por violar tres veces a una niña

La Fiscalía de Gipuzkoa ha mantenido la petición de quince años de prisión para un hombre de 49 años acusado de violar en tres ocasiones a una niña de catorce años, que era hija de su compañera y con la que convivía. Los hechos ocurrieron en Donostia entre octubre de 2019 y enero de 2020.

Sede de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa.
Sede de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa.

La Fiscalía de Gipuzkoa ha mantenido este martes su petición de quince años de cárcel para el acusado de violar en tres ocasiones a la hija de su compañera sentimental, una adolescente de catorce años a la que presuntamente amenazó de muerte las tres veces para que no revelara lo sucedido.

En la segunda y última sesión del juicio por estos hechos que se ha celebrado entre ayer y hoy a puerta cerrada en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, el Ministerio Público ha reclamado además una indemnización de 20.000 euros para la adolescente por los daños sufridos.

Por su parte, la acusación particular, que ejerce la víctima, ha demandado 18 años de prisión para el imputado, así como una compensación de 30.000 euros para la perjudicada, mientras que la defensa ha reclamado la libre absolución de su cliente, al tiempo que ha alegado la existencia de supuestas contradicciones en el testimonio de la menor.

Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Efe, la primera de las agresiones habría ocurrido en octubre de 2019, cuando el procesado, que convivía con la adolescente y su madre en un domicilio de Donostia, aprovechó que la niña dormía para introducirse en su habitación, desnudarla, someterla a distintos tocamientos y presuntamente violarla.

«Aprovechándose de la relación de confianza»

El texto aclara que el hombre, que por entonces tenía 49 años, actuó «con ánimo libidinoso», «a sabiendas» de que la víctima tenía catorce años, y aprovechándose de la «estrecha relación de confianza» que mantenía con la menor, «semejante a una relación paterno-filial» y que resultaba «asimilable, por afinidad, a la de un ascendiente».

El documento precisa además que el inculpado presuntamente agredió a la chica a pesar de que ella «le decía que parara y se marchara» de su habitación, a lo que él «respondió bruscamente que se parara» y «le tapó la boca», actitud ante la que la niña «se quedó paralizada» y «sin poder decir nada», tras lo que el procesado la advirtió de que «si contaba algo de lo sucedido la mataría».

Una situación similar volvió a repetirse un mes más tarde, en noviembre de 2019, en la cocina de la vivienda donde, «impulsado por el mismo ánimo» libidinoso, el procesado presuntamente comenzó a abrazar y a tocar el cuerpo de la niña y, aunque ella le pidió «que la soltara» y «lo intentó apartar», el hombre volvió a violarla y a amenazarla nuevamente de muerte si relataba lo ocurrido.

La última agresión habría tenido lugar en enero de 2020, nuevamente en el dormitorio de la menor y en similares circunstancias a la primera.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular consideran que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual a una menor con intimidación, penetración y aprovechamiento de las relaciones de parentesco. El juicio ha quedado este martes visto para sentencia.