La Brigada de Medio Ambiente de la Policía Foral reactivó sus investigaciones sobre los vertidos en el río Aragón este mes de noviembre. Según han transmitido a NAIZ desde ese cuerpo policial, se han realizado dos nuevas mediciones en busca del agente químico que genera la espuma, que se suman a otra muestra que se realizó en julio pasado. 

Ante el cuartel de Zangoza, se registró el 12 de noviembre una denuncia personal de un vecino que relató cómo el río se cubre de espuma a su paso por Kaseda desde «hace casi dos años». Esta denuncia personal se remitió desde Zangoza directamente al «mando del Grupo de Investigación de la Brigada de Medio Ambiente». Según la información con la que cuenta este medio de comunicacion, el fenómeno resulta visible desde junio de 2020

Unos días antes, también realizó el alcalde de Kaseda una llamada telefónica al puesto de la Policía Foral de Zangoza. Cabe señalar que, en esas fechas, justamente el día 9 de noviembre, el grupo en la oposición, Izquierda de Cáseda/Kasedako Langileak, urgió formalmente al alcalde a intervenir ante el Gobierno de Nafarroa para que se diera tanto con el origen del vertido como una explicación clara de qué sustancia es la que genera la espuma. 

En respuesta a una solicitud de información dirigida desde NAIZ, la Policía Foral ofrece detalles del incidente ocurrido el 21 de julio. «La patrulla compuesta por los agentes con NIP 288, 1233 y 1163, reciben un aviso de CMC [Centro de Mando y Coordinación de la Policía Foral] para que acudan al puente de acceso a la localidad de Cáseda para confirmar la presencia de un vertido espumoso en el río Aragón», indican desde Policía Foral.

Estos policías observaron la presencia de espuma en el agua y, como medida de precaución, sacaron a los bañistas del agua. Además de desalojar, dieron aviso a otra patrulla de la Brigada de Medio Ambiente, «que procedió a recoger muestras del agua para su posterior análisis». Esta sería la tercera muestra que, junto con las dos tomadas este noviembre, están ahora en manos del laboratorio.

La Policía Foral añade que está a la espera de conocer el resultado del análisis para identificar el vertido y «actuar en consecuencia».  

La consejería, «de oficio»

Desde la Consejería de Medio Ambiente aseguraron recientemente a NAIZ que ellos mantienen prospecciones «de oficio» en el río «por si acaso». En este año y medio, la sección de Inspección Ambiental –alertada por sus propios guardas– ha realizado únicamente dos prospecciones en el río para tratar de resolver la causa de los vertidos que llenan el agua de espuma por las noches. 

Las prospecciones se realizaron junto a la papelera de Smurfit y la planta de Viscofán (que se encuentra muy cerca de la zona donde se detectan los contaminantes). 

De estos muestreos se desprende, según fuentes de la consejería, que el agente que causa la espuma serían «tensoactivos», unas sustancias que se usan en los jabones y que podrían tener un origen tanto urbano como industrial (si bien, un origen urbano es casi descartable de antemano por los patrones temporales y la intermitencia del vertido, que se hace visible por las noches y que, en ocasiones, también para los fines de semana).

Medio Ambiente no ha encontrado que el vertido haya causado afección a la fauna y la flora de esa zona del Aragón, que cuenta con la más alta protección según la normativa europea (pertenece a la Red Natura 2000). La Consejería navarra tiene competencia sobre fauna y flora, mientras que el control de la calidad del agua depende de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). 

La CHE ordenó tanto a Smurfit como a Viscofán, la depuradora de Zangoza y la piscifactoría de ESA que le remitan análisis mensuales de los tensoactivos que vierten al Aragón durante un año. No se han hecho públicos los resultados de esta investigación. 

Y, mientras tanto, los vertidos continuarán, a menos que esta reactivación de la investigación policial dé, finalmente, con el causante. Como evidencia la petición de controles mensuales que la CHE, tampoco hay tantos sospechosos.