«El Mundial de 2025 es mi gran reto, voy a focalizar ahí todas mis energías y preparación»

Antes de que se convierta en profesional este próximo verano, Paula Ostiz quiere agrandar su palmarés como junior de segundo año, donde está despuntando entre las mejores. Atiende a NAIZ en el barrio iruindarra de Sanduzelai, lugar de su residencia familiar, y durante la entrevista mima su dieta –solo acepta beber un botellín de agua–, algo que sin duda alegrará a su entrenador.

Ambiciosa por naturaleza, la corredora navarra quiere seguir progresando como persona y como deportista en una etapa decisiva de su carrera, en la que tiene entre ceja y ceja colgarse el oro en el próximo Mundial en ruta. Hasta entonces, su deseo es ganar el mayor número de pruebas posible. Desde luego, empeño y ganas no le van a faltar para hacerse un hueco en esta modalidad deportiva tan sacrificada.

Se estrenó en la Copa de Naciones con un segundo puesto en Jaén, caída incluida, y el fin de semana siguiente venció en Errenteria. Ha comenzado fuerte…

Para Jaén, teníamos un equipo fuerte y sabíamos que lo podíamos hacer bien, pero también participaban diez corredoras británicas muy competitivas. Arriesgué mucho y, al final, tuve una pequeña caída. En el sprint sabía que no era la más fuerte del grupo y que Boothman podía tener un punch más, como así lo demostró. En todo caso, muy contenta por esa segunda plaza y el 14 de marzo volveremos a correr en Italia, en el Trofeo Alfredo Binda, que es un circuito bastante duro y donde espero mejorar el puesto de Jaén.

¿Había competido antes en una prueba con tanto sterrato?

En categorías inferiores ya lo había hecho en Sueca, pero en dicha carrera apenas hay cinco kilómetros de sterrato, a diferencia de Jaén, donde teníamos más del doble sobre esa superficie, lo que, al final, se nota mucho en las piernas.

Lo que no cabe duda es de que mantiene el nivel con el que acabó la campaña pasada, en la que fue subcampeona mundial junior en línea. ¿Cómo valora con el paso del tiempo aquel puesto?

Pues como algo muy meritorio, porque hay que tener en cuenta que lo logré siendo junior de primer año. Fue muy grande conseguirlo y la verdad es que es para estar contenta y apreciarlo.

«Me gustaría participar a buen nivel en los próximos Juegos Olímpicos y, claro, también correr el Tour»

En aquel momento no dejó la sensación de que lo celebrase mucho, se entiende que porque quería ser primera. ¿Es muy competitiva?

Sí (se ríe). Sabía que Cat Ferguson era la más fuerte y que había preparado muy bien el Mundial. Por eso, ahora estoy muy orgullosa de aquella segunda plaza. Además, todavía me queda un año más para poder competir como junior y creo que puedo alcanzar el oro.

¿Es su gran objetivo de 2025?

Está claro, es mi gran reto. Voy a poner todo el foco, mis energías y mi preparación en ganar esta carrera y espero cumplirlo.

Y, a futuro, ¿con qué otras pruebas sueña ganar?

Lo prioritario ahora mismo es crecer como persona y ciclista, ir poco a poco quemando etapas. Más adelante, pues siempre he dicho que me gustaría participar en unos Juegos Olímpicos, como los de 2028, lo que sería algo muy grande y rendir a un alto nivel estaría bien. Y, claro, correr el Tour, que es algo que sueñas desde pequeña y que siempre lo he visto en la tele con mi familia.

¿Esperaba obtener un rendimiento tan sobresaliente con el paso del tiempo?

Llevo mucho trabajando para ello y se lo debo sobre todo a Imanol Etxarri, con el que he entrenado hasta el año pasado, que me ha ayudado mucho y, sin el cual, pues no estaría donde estoy. Ahora ya he entrado en la estructura de Movistar y tengo un entrenador nuevo, lo que me va a suponer un cambio grande, pero, como en toda trayectoria deportiva, hay que adaptarse.

¿Es quien más le ha enseñado y al que debe su progresión?

Ha sido quien más me ha apoyado para conseguir importantes objetivos, como ser subcampeona mundial o campeona europea. Es una persona que siempre ha estado ahí, echándome una mano, tanto a las buenas como a las malas. Se lo agradezco mucho y este año, con el nuevo entrenador, espero hacer lo mismo y trabajar duro también.

¿Se siente ahora más vigilada en el pelotón?

Sí, está claro, es mi segundo año como junior y en las carreras en las que participo soy un poco el foco de todas las miradas porque creo que puedo conseguir cosas importantes, como el Mundial del que hemos hablado. Tengo esa presión que, más que una cuestión de las demás, me la pongo yo misma y es algo que tengo que controlar mejor.

¿Y cómo consigue dominarla?

Suelo hablarlo con la seleccionadora o alguna compañera para quitármela o bajar un poco dicha obligación, con el objetivo de no llegar a colapsarme y pasarlo mal. Al ser junior de segundo año y ver que puedo estar adelante en las carreras, pues me autoimpongo esa responsabilidad, que no siempre es algo bueno.

¿Ejercita también el aspecto mental?

Pues intento trabajarlo también en casa, con mi familia, me gusta que me aconsejen para mantener la cabeza despejada y quitarme presión cuando encaro alguna prueba.

¿Por qué decidió empezar a practicar ciclismo?

Tengo dos hermanos, Raúl y Toni, que también comenzar a dar pedales desde muy pequeños. Con cinco años, siempre iba a verles a sus carreras, hasta que un día les comenté a mis padres que quería ser como ellos. Me apuntaron en un equipo y hasta el día de hoy, que creo que no me ha ido mal.

¿Cómo es su rutina de entrenamientos?

Normalmente, siempre entreno por las mañanas, bien saliendo a la carretera o yendo al gimnasio, eso depende de lo que me marque mi entrenador. Y, por la tarde, me dedico a estudiar, estoy haciendo segundo de bachillerato, que es bastante complicado compatibilizarlo y espero poder aprobarlo en uno o dos años.

¿Resulta complicado compaginar ambas cuestiones?

La verdad es que me resulta muy duro, me cuesta estudiar, pero espero conseguir el Bachillerato si no es en un año, porque este va a ser un poco complicado, por lo menos en dos.

«La alimentación es lo que peor llevo, todavía soy muy joven, me gusta comer y lo disfruto»

También necesitará desconectar y tener algo de tiempo libre.

Sí, algo tengo para estar con mis amigos y hablar de otras cosas que no sean solo deporte, que también es positivo. De todos modos, no tengo más aficiones, porque también tengo que dedicar tiempo a descansar en mi casa después de tanto desgaste físico.

Se defiende prácticamente en todos los terrenos, pero ¿en cuál se desenvuelve mejor?

Creo que soy un poco clasicómana y todoterreno, no soy muy rápida porque hasta ahora en los sprints siempre he quedado segunda y las montañas muy largas tampoco son mi fuerte. Considero que en las clásicas, si las trabajo bien, podría adaptarme.

¿Lo más duro que le supone de esta práctica deportiva?

Diría que la alimentación, soy una persona todavía muy joven, me gusta comer y lo disfruto (se ríe). Es verdad que ahora se trabaja y se cuida mucho la alimentación, pero no se llega a los límites de pasar hambre, como sucedía hace unos años, en la época de Miguel Indurain o Alberto Contador.

¿Quién ha sido su referente en el ciclismo profesional? ¿A quién le gustaría parecerse?

Lotte Kopecky. Es una corredora que ha ido progresando de menos a más y creo que, salvando las distancias, tengo un estilo parecido al de ella. Me gusta mucho como ciclista.

De momento, ya tiene el futuro asegurado en profesionales vistiendo el maillot de Movistar este próximo verano. ¿Qué espera de ese salto?

Lo primero, aprender mucho con su ayuda y crecer todo lo posible como persona y ciclista. Más adelante, pues confío en disponer de oportunidades para ganar alguna carrera, algo que será complicado, pero para lo que voy a trabajar de manera paciente.

Dispone de contrato hasta 2028. ¿Tres años son un colchón de seguridad para seguir creciendo deportivamente?

Me sirve para estar un poco más tranquila y me han ayudado mucho, también en mi primer año como junior. Es algo que me da confianza y estabilidad a futuro para continuar progresando en mi carrera y comenzar en el terreno profesional.