Isidoro Berdié Bueno
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Jesús Lezáun, teólogo y enfermero de la humanidad. Kant: «Crítica de la razón pura». Imán dios. La vida es sueño. Un sandwich mixto, «ez, eskerrik asko»

A veces de cuestiones sencillas, un simple imán, aparecen respuestas a grandes y graves enigmas. Laicistas y «neos» de la DGA, esto es filosofar, nada que ver con vuestro pensamiento, un pensamiento esclerótico y muerto, basado en repetir opiniones, estas se discuten, para continuar pensando.

Jesús Lezáun, teólogo, ya he hablado en anteriores artículos de él, le conocí no personalmente, fue a través de "Egin", firmaba sus escritos como clérigo y como nacionalista vasco, que el armonizaba estupendamente, porque no tienen porqué morderse una cosa con la otra. No se es más nacionalista ni se tiene mayor «pedigree», por ser comunista que por ser cristiano o por ser entrenador del Athletic de Bilbo. Jesús, o Mosén Jesús fue una voz a todas luces crítica y rebelde tanto con la sociedad vasca como con la propia Iglesia, que no dejó indiferente a nadie. Siempre militó junto al débil y los más vulnerables, lamentaba no haber aprendido el euskara correctamente y que en algunos sectores era más conocido por sus convicciones políticas que por su labor teológica. Sean estas lineas un pequeño homenaje a esta figura singular, honra para su Patria, y un sentido recuerdo a su labor teológica. Porque a veces lo que pensamos que es el final no es más qué el comienzo de una nueva etapa.

A Mosén Jesús, desde siempre yo lo definí como un enfermero de la humanidad, estos que curan las heridas de todo tipo físicas y espirituales de la sociedad, asaz necesarios, sin ellos no habría seres humanos y habría que hablar de predadores enfrentados entre si, en una lucha a muerte. Toda una triste historia. Mosén Jesús y todos esos citados enfermeros sociales son como el paño de la Verónica, el agua de la samaritana o, como Cristo dice en la Biblia, son también la sal de la Tierra, que ha permitido a la humanidad recorrer su camino en un destino peligroso y hasta incierto.

Ese tipo de enfermeros se hallan en todas las religiones, incluso algunos de ellos no profesan ninguna, pero tienen la sensibilidad de la compasión ante la magnitud insoportable del dolor humano. Si un día faltasen estos enfermeros volveríamos a la selva, matar y ser matados, como así comenzó la existencia humana. Luego se crearon pequeños grupos humanos diferenciados y así comenzó el origen de las civilizaciones y culturas, que coinciden con el de las religiones: distribución geográfica, etnias, luchas entre si por el predominio ideológico, territorial, y por la posesión de la riqueza.

Proponemos para este siglo XXI, con el soporte de GARA y el apoyo teológico complaciente, desde lejos, de Mosén Jesús, terminar con el etnocentrismo religioso del cual adolecen todas las religiones y hacer énfasis de lo que tienen en común más que lo que les diferencia, y por supuesto aumentar el grado de tolerancia y respeto entre diferentes, porque la realidad la definiríamos como una suma de diferencias.

Kant: "Crítica de la razón pura"

A todos los estudiantes de bachiller la asignatura de Filosofía nos ha dado siempre miedo. Vamos a ver la filosofía de Kant y de otros filósofos, y nos daremos cuenta que más que un hueso duro de roer son un pastelito de crema con chocolate, tentador y «sabrosón» (término caribeño), quizá no supieron nuestros profes utilizar la metodologia que nosotros vamos a usar en GARA. Veamos.

Kant, filósofo alemán del siglo XVIII, es considerado uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal, en su obra "Crítica de la razón pura", comienza: «De nobis ipsis silemus», en traducción libre: lo que importa no es quien lo dice, sino lo que se dice, y debe ser algo que esclarezca un problema o pregunta trascendental.

La filosofía trasciende del yo y de sus limitaciones, se dirige a lo universal y al abismo del ser y la nada. Siempre acaba en el interrogante, más aya está la fe y la esperanza, siempre con riesgo y sin asidero suficiente. A la humanidad, que está con los pies en la tierra pero con la mirada en las estrellas, le han socializado sus esperanzas en mitologías políticas que ofrecen falsamente una salvación, en realidad estafa, que mantiene a la masa y a los pueblos soportando el sufrimiento de la vida.

Para algunos las personas son anécdotas de la humanidad, pero no es así, cada una de ellas es única, por tanto irrepetible, ahí radica su valor y dignidad. Kant no niega la existencia de Dios, ni del mundo ni el yo, lo que niega es que por la vía de la razón y de la percepción sensible se pueda trascender y conocerlos. Los tres junto con la Metafísica no pueden ser objeto de la ciencia, por no encajar en las coordenadas espacio tiempo. No pertenecen pues al campo de lo cognoscible.

Anselmo de Canterbury, siglo XI d.C. clérigo benedictino, que se opuso al poder político y fue desterrado en dos ocasiones. En su argumento ontológico dice: «Dixit insipiens in corde suo, non esse Deum», dijo el necio en su corazón no existe Dios. Kant, en absoluto necio, juzga necesario la presencia de Dios, pues fundamenta los juicios del Bien y del Mal. La "Crítica de la razón pura" escancia ambrosía, para otros Kant es turrón... pero del duro, y sus dentaduras cariadas. Nuestra realidad es una suma de diferencias, sería virtuoso aumentar la tolerancia e impartir en la escuela una Historia de las religiones, enfatizando más lo qué les une qué lo que les separa, y fuera del aula la ideologización y los comisarios políticos, en favor de la libertad de cátedra, pues como reza el credo ácrata más elemental la verdad dictada se convierte en mentira.

Imán Dios

Partiendo de un sencillo experimento de física elemental de bachillerato, sírvanos el orden del imán para comenzar a filosofar. Si esparcimos polvo metálico sobre una superficie, por ejemplo un folio, y lo hacemos repetidas veces, siempre el polvo se esparcirá de manera caótica, en formás diversas sin seguir ningún ningún patrón. Pero si ponemos bajo el folio imán aparecerá ordenado en formas elípticas siguiendo la órbita de las fuerzas magnéticas del imán, con lo cual, donde antes había caos aparece el orden.

Como filosofía son preguntas, comenzamos con ellas. ¿Puede haber orden sin ordenador, reloj sin relojero? ¿Donde está el ordenador? Aquí el orden lo produce no un ser sino unas fuerzas magnéticas. ¿Qué implicaciones tiene eso en el plano metafísico? Ha creado el imán ese orden o el mismo imán amén del magnetismo universal lo han recibido de otro ente? Recurrimos a Aristóteles y este nos dice que no hay efecto sin causa, y nos lleva a un primer motor inicial, como es pagano, sera santo Tomás quien nos resuelva que ese motor inicial, esa causa primera es Dios, el «logos» para los griegos, orden de acuerdo con un plan.

Y es que a veces de cuestiones sencillas, un simple imán, aparecen respuestas a grandes y graves enigmas. Laicistas y «neos» de la DGA, esto es filosofar, nada que ver con vuestro pensamiento, un pensamiento esclerótico y muerto, basado en repetir opiniones, estas se discuten, para continuar pensando.

La vida es sueño

El cerebro es el órgano de percepción del sueño y de la realidad, que para Calderon de la Barca, un icono del siglo de Oro español, no existen grandes diferencias, la vida es sueño y el sueño de la vida solo lo destruye el sueño de la muerte. De su obra poética "La vida es sueño", extraemos los siguientes juicios: «... en este mundo tan singular vivir solo es soñar/ ... el hombre que vive sueña lo que es, hasta despertar/ ... en el sueño de la muerte... sueña el rey que es rey y vive con este engaño... gobernando/. Sueña el rico en su riqueza...sueña el pobre ... en su pobreza... sueña el que agravia y ofende...todos sueñan lo que son aunque ninguno lo entiende. Toda la vida es sueño y los sueños, sueños son».

Ambos sueño y realidad son producto de nuestra conciencia, por lo que la objetividad no es posible, uno y otro son subjetivos, productos de nuestra actividad cerebral. Historias que tenemos recogidas en nuestra memoria actúan de modo independiente a la voluntad se combinan y son el sueño qué tu percibes y que la memoria recoge.

La realidad depende de las sensaciones, decía Berkeley, filósofo británico del siglo XVII, ser es lo que percibimos, lo que no percibimos no está en nuestro mundo, en nuestra conciencia. Tu mundo es una actividad de tu conciencia, decía el filósofo británico, en el que hay espíritus e ideas, el espíritu tiene la capacidad de captar las ideas, pero las ideas no son producidas por el espíritu sino por Dios. La existencia de ideas en nuestra mente es prueba inequívoca de la existencia de Dios, que es como una luz que los espíritus reflejan y es lo que capta la conciencia.

A la actividad de la conciencia llamamos realidad, por lo que concluimos que no hay diferencia entre sueño y realidad. A la actividad de la conciencia llamamos realidad, por lo que concluimos que no hay diferencia entre sueño y realidad. En ambos casos la mente está creando el mundo mediante una actividad electroquímica. El filósofo francés Descartes, S/XVII, amén de matemático y físico, uno de los epígonos con luz propia en el umbral de la revolución científica, con su «Cogito ergo sum» (pienso luego existo), reconoce que de lo único que podemos estar seguros es de que estamos pensando, del resto solo nos queda dudar.

La sociedad del sandwich mixto

Este será por hoy nuestro broche de oro o punto final, una severa crítica repartida a go-gó, sin llegar a sátira, para eso está el epigrama/ qué junto con el latino Juvenal/, en Bilbilis (Calatayud, Zaragoza) lo «maitineaba» Marcial/. En ambos casos, tanto en esta severa crítica como en el epigrama, su contenido posee dos sabores y sensaciones, armoniza el dolor de la herida que con su aguijón produce la abeja, con el dulzor de su néctar elaborado y de su rica miel.

El sandwich mixto es sencillamente un plato mediocre, no malo, mediocre, del montón. Nadie lo elegiría para menú de su boda ni en el restaurante de Arzak. Actualmente la pirámide social , desde la cúspide hasta la base de la misma rezuma mediocridad, sus obras nos saben a york plancha con queso fundido, ciudadanos cada vez más idiotas, condenados a desayunar , comer y cenar un sandwich mixto. ¡Bienvenidos a la dictadura de la mediocridad! Una mediocracia que nos amodorra, antes qué enseñarnos a pensar, que nos hace ver como inevitable lo que sencillamente es inaceptable y como necesario lo qué en realidad es repugnante (Alain Deneault).

El sistema de ningún modo aceptará un maestro que cuestione su sistema educativo, tratando de mejorar la media, tampoco el empleado de una empresa, que intente poner un poco más de moralidad en ella, también encontramos profesores universitarios qué en vez de investigar se dedican a rellenar formularios, periodistas qué ocultan grandes escándalos, con noticias de consumo rápido, artistas tan revolucionarios como alcance el monto de la subvención y políticos de extremo... centro. Ningún hurra ni atisbo por el trabajo bien hecho. Por oportunismo y por temor a represalias estructurales es difícil resistir a la mediocridad. Se castiga la disonancia y lo disruptivo (Daniel Innerarity, catedrático de Filosofia Politica y Social en la EHU, Universidad de Euskal Herria), las instituciones de poder son reacias a codearse con personas comprometidas politica y moralmente, tampoco admite que se sea original en pensamientos o en metodo.

La mediocridad en nuestro tiempo ya no es deplorada sino promovida, se ha convertido en un sistema, en lo más alto de la mediocracia se encuentran los politicos, relegan cualquier pensamiento crítico o reflexion profunda en pro de afirmaciones mecanicas de las evidencias. Así denomina Denault el orden politico de extremo centro. No confundir centro con centralidad, dice el catedrático vasco ya citado, centro puede ser una combinación ideológica de valores de izquierda y derecha, o puede ser también una combinación singular de pereza intelectual y de oportunismo.

En democracia a veces nos obsesionamos con los líderes, cuando lo qué hay que trabajar es la inteligencia colectiva de la sociedad, eso vale para el Gobierno y para cualquier organización humana. La alternativa ya la conocemos, «Un sandwich, mixto, de carne con listeria, por favor». Euskal Herria responde: «Ez, eskerrik asko!».

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