Un borrador inicial de Estados Unidos proponía dar a Minurso la competencia de esa supervisión, pero esa idea finalmente ha sido abandonada ante la oposición de Marruecos y las reticencias de otros miembros del Consejo como el Estado francés, según fuentes diplomáticas.
El embajador francés ante la ONU, Gerard Araud, ha declarado tras la votación que El Elíseo siempre ha creído que la mejor forma de avanzar la cuestión de los derechos humanos en el Sahara «es a través de un diálogo bilateral con Marruecos».
La idea estadounidense incluía también que las agencias de Naciones Unidas supervisaran la situación de los campos de refugiados saharauis en Tinduf.
Sin embargo, la oposición de Marruecos (quien es miembro rotatorio del Consejo) ha logrado que otros países del organismo señalaran también sus dudas sobre esa idea, de forma que Washington aceptó modificar el texto.
«Hubo una negociación en la que Francia no tomó parte», ha asegurado el embajador Araud, cuyo país es uno de los principales aliados de Rabat.
Araud ha afirmado, en unas breves declaraciones a la salida del Consejo de Seguridad que el resultado final alcanzado «es bueno».
«Ha habido una mejora continuada de los derechos humanos en el Sahara Occidental gracias a decisiones tomadas por Marruecos. Hay margen para una mejoría, pero seguiremos el diálogo con Marruecos», ha agregado el diplomático.
La Minurso, establecida en 1991, es prácticamente la única misión de la ONU aprobada en los últimos dos o tres decenios que no tiene entre sus competencias supervisar la situación de los derechos humanos en el territorio en el que opera.