20 JUIL. 2025 MÚSICA Dave Stryker (Andrew Lepley-Redferns | Getty Images) Gotzon Uribe Dave Stryker (Omaha, Nebraska, 1957), uno de los nombres más sólidos en la escena del jazz contemporáneo, ha publicado este año su nuevo trabajo titulado “Stryker with strings goes to the movies”. Se trata de una obra que despliega su guitarra en un entorno orquestal inusual, rodeado de cuerdas. Este disco no solo representa un nuevo giro en su discografía, sino también un experimento creativo en el que se mezclan blues, jazz moderno y una sensibilidad cinematográfica pensado para audiencias que valoran la riqueza sonora alejada de circuitos más comerciales. Aunque ya había abrazado la idea de grabar con cuerdas en proyectos anteriores -como en “As We Are”, con cuarteto de orquesta y arreglos del pianista Julian Shore-, “Stryker with strings goes to the movies” lo lleva un paso más allá, tanto en texturas sonoras como en intención. El guitarrista estadounidense se adentra en una estética orquestal en la que la influencia del blues queda relegada a un segundo plano. Abraza una visión cinematográfica sobre diez temas icónicos del cine clásico, acompañado por una orquesta de treinta músicos. El proyecto, ideado junto al arreglista y director Brent Wallarab, ofrece una experiencia sonora cinematográfica, rica en matices y contrastes. Son once piezas seleccionadas de películas que van de los años 50 a los 70. Las cuerdas realzan el conjunto y destaca la interpretación de temas como “Cinema Paradiso” y “You Only Live Twice”. En contraste con sus estilos habituales -la afinidad por el soul y el blues- emerge una faceta más introspectiva y cinéfila. Cada pieza parece diseñada para desencadenar imágenes y sensaciones más que para mostrar pura técnica instrumental. Pese a que Stryker mantiene su distintiva claridad tonal y fraseo fluido, se nota la voluntad de explorar nuevas texturas. La puesta en escena musical se estructura como un recorrido emocional: desde lo romántico y cinemático, a lo funk y hasta lo íntimo. Para este disco integra su trío habitual (Xavier Davis, Jeremy Allen y McClenty Hunter) con la orquesta de Wallarab y solistas invitados como Mark Buselli al fliscorno, Greg Ward al saxo y Jim Pugh al trombón. Las cuerdas, en lugar de eclipsar, acompañan el fraseo cálido de Stryker, en una tradición que remite a Wes Montgomery, y muestra una colección de canciones que te transportan a los escenarios sonoros del cine clásico. En definitiva, un paso más en la exploración artística de Stryker: un proyecto apasionado, cinematográfico y sofistica&eot; que combina la calidez de su guitarra jazz con la riqueza orquestal del cine clásico. Una obra pensada para ser escuchada con atención, pero que mantiene la accesibilidad emocional y melódica que le caracteriza como guitarrist Gabriel Brady En su aclamado debut “Day‑blind”, Gabriel Brady presenta un viaje íntimo y evocador a través de paisajes sonoros que van entre el ambiente y el alt-folk, compuesto durante su estancia en una habitación de Harvard. Con tan solo un bouzouki griego, un violín y un pequeño sintetizador modular, Brady da forma a pistas que oscilan entre la serenidad y la tensión, atrapando una sensación de melancolía que está presente en sus diferentes temas. Inspirado por partituras del cine francés y el impresionismo musical de Debussy y Satie, Brady logra construir una obra cargada de nostalgia ofreciendo en siete piezas un álbum que trasciende lo mundano y ofrece al oyente una experiencia sonora reflexiva.