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SALUD

Epidemiología de los TCA

Los datos sobre trastornos de conducta alimentaria (TCA), con respecto a la incidencia, el control y la distribución son preocupantes. En las sociedades occidentales son ya la tercera enfermedad crónica y, además, cada vez se presentan a edades más tempranas. La atención especializada es clave.

(Getty Images)

Hoy vamos a hablar de la epidemiología de los trastornos alimentarios (TCA) durante una etapa tan sensible como es la infancia y la adolescencia. Por epidemiología nos estamos refiriendo a la ciencia que estudia la incidencia, distribución y control de las enfermedades en las poblaciones. Y es que, aunque los TCA son enfermedades mentales muy habituales durante la adolescencia, cada vez lo son más durante la infancia y, en escasas ocasiones, esto es algo que tanto padres como profesionales sanitarios tenemos presente.

Pero, ¿qué datos reales manejamos desde la epidemiología? Los datos epidemiológicos nos dicen que los TCA constituyen hoy la tercera enfermedad crónica entre la población femenina adolescente y juvenil en las sociedades desarrolladas y occidentalizadas. También que son la duodécima causa de discapacidad entre mujeres jóvenes de los países industrializados. Impactante, ¿no?

Pues también sabemos que, aunque la mayoría de los TCA tienen su inicio entre los 10 y los 20 años de edad, lo cierto es que, actualmente, se presentan en edades cada vez más tempranas, descendiendo en 12 meses la edad de aparición en la última década.

Sobre la prevalencia de los TCA, esto es, el número total de personas que tienen esta enfermedad, sabemos que en los niños/adolescentes (de 11 a 19 años) se sitúa entre el 1,2% (niños) y el 5,7% (niñas).

Sin embargo, es importante reconocer que la prevalencia clínica de los TCA parece estar subestimada debido a distintos factores, entre ellos que muchos pacientes tienden a ocultar los síntomas principales de la enfermedad y retrasar la búsqueda de atención especializada debido a sentimientos de vergüenza o estigmatización. Por ello, es razonable considerar que los trastornos de la conducta alimentaria están infradiagnosticados e infratratados.

Por último, otro aspecto esencial de la epidemiología hace referencia a los datos sobre las tasas de mortalidad y, en estos términos, las personas con TCA tienen tasas significativamente elevadas en comparación a otros trastornos mentales. Como ejemplo, conocemos que las personas con anorexia nerviosa (AN) presentan la tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades mentales y 6 veces superior a la de las personas sanas.

En resumen, que, aunque aún haya gente que piensa que se trata de “comportamientos superficiales que buscan la delgadez”, los datos epidemiológicos son devastadores.