16 NOV. 2025 MOTOR Los eléctricos contaminan más durante dos años El primer estudio global sobre el impacto ambiental de los coches eléctricos revela que, durante los dos primeros años de funcionamiento, generan un 30% más de emisiones de CO2 que los de gasolina. Solo a partir de ese periodo comienzan a reducir las emisiones acumuladas. 7K Joseba Salbador {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} Las ventas de coches electrificados (100% eléctricos e híbridos enchufables) continúan al alza en el Estado español y, en los diez primeros meses del año han duplicado las del mismo periodo de 2024, al pasar de 97.636 unidades a 196.231 (+100,9%), hasta representar en este momento el 17,2% del mercado total. Pero a medida que se extienden los coches eléctricos en nuestras calles y carreteras, aumenta también la preocupación por el impacto ambiental que provoca la fabricación y reciclaje de esas baterías. Es evidente que estos coches no contaminan mientras circulan, pero realmente no sabemos hasta qué punto son más limpias las baterías de iones de litio. Pues bien, un reciente estudio elaborado por la Universidad de Duke, en Estados Unidos, revela que, durante los dos primeros años de funcionamiento, los vehículos eléctricos generan un 30% más de emisiones de CO2 que los de gasolina, considerando todos los factores de su ciclo de vida. Las mayores emisiones iniciales se deben a los procesos de extracción de litio y fabricación de baterías, que consumen mucha energía. Sin embargo, después del segundo año de uso en carretera, comienzan a reducir las emisiones acumuladas en comparación con las alternativas de gasolina. Además, a medida que aumenta la capacidad de las baterías, cada kWh adicional de baterías de iones de litio conlleva una reducción promedio de 220 kg de CO2 en 2030 y de 127 kg en 2050. Los autores del estudio señalan que se han hecho varias suposiciones con respecto al kilometraje, la vida útil y el tamaño promedio de las baterías, si bien no han considerado las emisiones asociadas a la infraestructura necesaria para satisfacer la creciente demanda de recarga eléctrica. En cualquier caso, concluyen que se espera que los beneficios relativos de los vehículos eléctricos aumenten en las próximas décadas a medida que la generación de electricidad sea más limpia gracias a la reducción del uso de combustibles fósiles. ¿Y QUÉ PASA CON EL RECICLAJE? En el estudio, los investigadores han utilizado el modelo de evaluación integrada Global Change Analysis Model (Modelo de Análisis del Cambio Global) para evaluar las emisiones de CO2 y contaminantes atmosféricos en cuatro escenarios de creciente adopción de vehículos eléctricos hasta 2050. El análisis incluye las emisiones derivadas de la producción de combustible, la fabricación de baterías, el ensamblaje de vehículos y el funcionamiento tanto de vehículos eléctricos como de gasolina. No contempla, pues, los problemas medioambientales que supone el reciclaje de las baterías al final de su vida útil, un aspecto crucial teniendo en cuenta que las baterías de los coches eléctricos tienen una vida útil limitada. Se calcula que pueden funcionar entre diez y doce años (250.000-300.000 kilómetros), periodo a partir del cual pueden seguir funcionando, pero por debajo ya del 75% de su capacidad. Es cierto que algunas baterías pueden reutilizarse dándoles otros usos de almacenamiento de energía no tan exigente, como en el alumbrado público o en las viviendas particulares. Pero las que ya no pueden reutilizarse (las baterías muertas), tienen que reciclarse, algo que no resulta nada fácil. Según explican los expertos, la principal dificultad deriva de la forma en que están fabricadas. Los elementos exteriores de plástico, aluminio o cobre pueden separarse y reciclarse sin mayores problemas, pero la parte interna de las pilas, la que contiene la mezcla de litio, níquel, cobalto y manganeso, presenta más dificultades. Esta mezcla tiene que someterse a un proceso químico para separar los metales y devolverlos a su forma primigenia. Se puede hacer mediante pirometalurgia, que consiste en la fusión de los componentes metálicos a altas temperaturas, o mediante hidrometalurgia. Tanto uno como otro presentan impactos ambientales muy importantes. (Toyota) Toyota muestra el mini Land Cruiser FJ La marca japonesa Toyota ha mostrado el aspecto de la versión mini del Land Cruiser, que continúa la senda de uno de los todoterrenos más emblemáticos del mercado, aunque ahora en tamaño reducido. Se trata del Land Cruiser FJ, que aunque es más compacto, llega a 4,57 metros de largo (solo 35 cms. menos que su hermano mayor). Eso sí, mantiene la silueta con formas muy cuadradas que le otorgan un aspecto robusto. Monta un propulsor de gasolina de 2,7 litros con una potencia de 163 CV y tracción 4WD. De momento, solo se comercializará en Japón y se desconoce si llegará algún día a Europa. (Jeep) Jeep inicia la producción de la tercera generación del Compass La marca Jeep del grupo Stellantis ha arrancado la producción del nuevo Compass en la planta italiana de Melfi, desde donde saldrán las nuevas unidades de la tercera generación de un modelo que ha alcanzado más de 2,5 millones de ventas a nivel mundial. Jeep ofrece una amplia gama de opciones mecánicas, desde un e-Hybrid de 145 caballos y un híbrido enchufable de 195 caballos, hasta versiones totalmente eléctricas de hasta 375 CV, tracción total y una autonomía de 650 kilómetros. El vehículo destaca por un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,29, que maximiza la eficiencia sin comprometer el espacio ni la practicidad. Por otro lado, los sistemas Selec-Terrain, la protección de 360 grados y los sensores inteligentemente posicionados mejoran la seguridad y el rendimiento todoterreno.