28 DéC. 2025 PANORAMIKA Estructuras «Sasi guztien gainetik», la exposición de Marlene McCarty que se puede visitar en Tabakalera, aborda las relaciones de interdependencia entre distintos seres. (Maialen Andres | FOKU) Iker Fidalgo {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} En los años ochenta, la crisis del sida irrumpió como uno de los problemas sanitarios más feroces en occidente. A la gravedad de la enfermedad, se le unió la desinformación que provocó la creación de un estigma social y un movimiento de rechazo hacia sexualidades no hegemónicas y maneras diferentes de amar. Ligada a esta situación, surgió una de las etapas más prolíficas del arte político o de la creación artística vinculada a movimientos sociales. El colectivo ACT UP, formado en Nueva York en 1988, fue uno de los referentes más visibles de esta lucha, señalando que el problema más allá de sanitario se trataba de una crisis política. Como parte de este colectivo, se formó una agrupación de arte feminista bautizada como Gran Fury. Un cartel de fondo negro con una tipografía de color blanco anuncia en gran tamaño: “El arte no es suficiente”. Una vez que consigue nuestra atención podemos leer, “con 42.000 muertes, usa la acción directa colectiva para acabar con la crisis del sida”. En ejemplos como este, se puede entender cómo utilizaron la publicidad y el diseño como manera de acompañar las principales campañas de denuncia y apoyo a los movimientos contra la gestión de la crisis. A día de hoy, siguen siendo un referente del activismo a través de la creación artística y visual. Uno de los nombres que componía este colectivo era el de Marlene McCarty (EEUU, 1957), quien protagoniza nuestra reseña de hoy. Años después de aquella etapa de su vida, la artista estadounidense ha seguido trabajando, desde el arte contemporáneo, en posicionamientos en contra de las estructuras del poder patriarcal. Es en el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera de Donostia, con la colaboración comisarial de Maite Garbayo, donde podemos encontrar su primera exposición individual en el Estado español. “Sasi guztien gainetik” es el título de la muestra que se inauguró a mediados del pasado octubre. El trabajo de McCarty profundiza en las relaciones de interdependencia entre animales, humanos y plantas. La artista nos lleva a un cuestionamiento sobre las construcciones culturales, nuestra relación con los saberes heredados y la manera en la que todo forma una estructura que marca nuestra vida. La exposición funciona como una instalación dominada por dibujos de gran formato de corte realista que en cada encuentro nos van descubriendo nuevos detalles. Miradas que nos interpelan, alusiones a la sexualidad y composiciones de corte onírico. Como pieza central, una creación realizada con plantas vivas con usos medicinales o rituales que crecen en Euskal Herría y han sido tradicionalmente utilizadas por mujeres. Su presencia marca la distribución en sala y el ambiente de la atmósfera. Hasta principios del próximo mes de febrero podremos conocer el trabajo de McCarty, cuyo legado bien merece una visita.