03 JAN. 2016 Euskal Herria de arriba abajo La mirada vertical Euskal Herria, vista desde arriba, descubre un paisaje sorprendente. El fotógrafo Santiago Yaniz ha dedicado diez años a un proyecto vital que ahora toma forma de libro con imágenes y textos que cuentan una historia, la del país de los vascos. Son 150 fotografías desde el aire las que ofrece en «Euskal Herria de arriba abajo». Un relato único, con la perspectiva de la mirada vertical. Mertxe Aizpurua {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} El paisaje que conocemos siempre acaba en el horizonte. La mirada, a pie de calle, sendero o cima es horizontal y limitada. Pero, desde más arriba, la perspectiva cambia, el ángulo de visión se ensancha y el enfoque de la mirada descubre territorios diferentes que escapan a la visión habitual. Hay patrones de formas y color, creados por la naturaleza o provocados por la intervención humana, que solo pueden percibirse desde la altura. Y al admirarlos nos damos cuenta de que pertenecemos a un mundo que apenas conocemos. Esa perspectiva totalmente diferente de nuestro país es la que ofrece el fotógrafo Santiago Yaniz (Bilbo, 1957) en la obra que acaba de autoeditar. Fotógrafo y periodista de dilatada trayectoria, publica habitualmente sus trabajos en revistas y magazines, y ha participado en la ilustración de un gran número de publicaciones y colecciones editoriales. Especializado en la etnografía y geografía vascas, ha volcado su pasión en los paisajes de montaña y naturaleza, y puede enorgullecerse, con razón, de su conocimiento profundo y detallado de Euskal Herria. Cumbres y valles, mesetas y planicies, pueblos y rincones, acantilados y marismas jalonan años de vida profesional en los que su objetivo ha retratado la personalidad de esta tierra y de sus gentes. De la montaña a la imagen. Es imposible separar en Santiago Yaniz su profesión de sus aficiones. Por eso asegura sin ambages que «he sido montañero antes que fotógrafo». De su pasión por la montaña devino la fotografía y, de su trabajo en imprenta mientras estudiaba el bachillerato, su conocimiento del color y la impresión. Sus inicios en la fotografía se ligaron a la montaña. De ahí surgió la mítica colección de Mendiak de la editorial Etor. En realidad, Yaniz iba para biólogo, pero salió ganando la poderosa alma de la imagen. «Yo quería ser Rodríguez de la Fuente –apunta con humor–, pero no hubo manera». Acaba de editar “Euskal Herria Goitik Behera. De Arriba Abajo”, una mirada fotográfica vertical sobre el país de los vascos. Así presenta su obra el propio Yaniz, con la perspectiva que se abre desde arriba, a vista de pájaro y que nos descubre «una Euskal Herria diferente, inédita e intensamente reveladora». De hecho, hasta el momento, la fotografía aérea de Euskal Herria se ha centrado en buscar la descripción y la identificación geográficas, en captar imágenes de nuevas infraestructuras o, simplemente, en mostrar gráficamente pueblos o ciudades desde el aire. “De Arriba Abajo” es mucho más. Es una sugerente interpretación del paisaje vasco en su totalidad, en un recorrido a través de 150 fotografías que descubren un país sorprendente, con lugares prodigiosos y vistas inimaginables. Ha invertido diez años en este proyecto que está ya en las librerías y que arranca, en su génesis, de un episodio trágico sucedido en 2001, cuando el helicóptero en el que volaba con el equipo del programa de ETB “La mirada mágica» tropezó con un cable de una cantera y se estrelló en Markina (Bizkaia). En el accidente murieron Iñaki Pangua, director y realizador del espacio; Rubén Cortijo, cámara; y Roberto Arenas, que pilotaba el aparato. Santiago Yaniz, responsable del guión, sobrevivió tras doce días en coma. «Volví a vivir ese día –recuerda ahora– y a partir de que volviera a volar para tomar fotografías, hacia 2002 o 2003, empecé a darle vueltas a este proyecto». Una imagen aérea y a la vez cercana –quizá la de mayor aproximación del libro– de los trabajos de extracción en esa cantera es la que abre simbólicamente la historia que nos presenta este trabajo. Un país diverso. Yaniz propone un singular recorrido gráfico por nuestro país y apuntala cada imagen con textos explicativos del lugar fotografiado, y datos históricos, geográficos o etnográficos que componen un atrayente relato de un país en toda su complejidad. Desde las marismas de Urdaibai a los nudos de conurbaciones urbanas, de los arrozales de las Bardenas a las ruinas de la central nuclear de Lemoiz, de los viñedos de Baigorri a los suaves campos de mieses, en perspectiva de pájaro, desfilan santuarios y bodegas, industrias y meandros, calzadas y ciudades. Una diversidad de paisaje que convierte en tarea casi imposible definir en una sola imagen Euskal Herria. «Es muy difícil», admite Yaniz. «El paisaje del sur de Navarra y el de la costa no tienen nada que ver. No hay una imagen que aglutine eso. Pero, probablemente, si tuviera que elegir una imagen emblemática, buscaría en los acantilados costeros, porque hay una vista que no se puede obtener si no es desde el aire. Puedes ver los acantilados desde el mar, pero la perspectiva es muy baja. En cuanto te elevas un poco, la mirada se abre hacia el mar y, a la vez, hacia el interior, y eso solo lo puedes hacer desde el helicóptero». La obra abarca los siete herrialdes, el país al completo, y es que el fotógrafo vizcaíno se ha ganado el derecho a presumir de ser «uno de los cuatro que mejor conocemos Euskal Herria». «La conozco porque soy mayor –dice–, por pasión y por profesión. Me ha tocado trabajar en geografía, en patrimonio industrial, en patrimonio cultural y religioso, hacer montañas, hacer valles, en fin... He fotografiado el país desde muchos puntos de vista y lo he recorrido muchas veces». Contrariamente a lo que pudiera suponerse, Santiago Yaniz no busca una instantánea predeterminada. «No tengo la foto que quiero en la mente. Ahora, que están de moda, parece que todo se resuelve con drones, y a mí me sirven para determinadas localizaciones como un edificio o una iglesia en concreto. Pero si quiero explorar el territorio, no puedo hacerlo con un dron. Si quiero la imagen de un monte, debo darle unas vueltas, por la derecha, por la izquierda, desde arriba, desde todos los ángulos posibles». «Hay que saber mirar –explica–, pero hay que volar también. Hay que buscar la foto desde el aire. Estamos acostumbrados a ver desde tierra y la perspectiva no tiene nada que ver. Hay montañas que desde tierra son fantásticas por la forma que adoptan en la elevación y, sin embargo, desde arriba, se ven planas. Hay que buscarle el ángulo apropiado para que tengan interés. No hay otra que echarse al aire; volar y volar, buscar y buscar...» Orden y desorden. Volar y buscar es lo que Santiago Yaniz ha hecho para tomar diferentes perspectivas del paisaje fascinante que nos rodea, en una naturaleza que crea sus propios cánones de belleza. El orden de la naturaleza se percibe límpidamente desde el cielo y, también, apunta el fotógrafo, «el desorden» que provoca la intervención humana en el planeta. «Vamos dejando marcas, huellas, heridas irrecuperables, lo vamos puliendo y transformando. No es algo que ignores, pero desde arriba eres mucho más consciente de ello». Paradojas de la visión de altura, a pesar de lo anterior, constata que hay ocasiones en que «resulta fascinante ver cómo la propia acción humana, a la vez que hace heridas, va creando nuevos paisajes, imágenes geométricas, preciosos mosaicos de los que no es consciente quien los ha trabajado, pero que vistos desde arriba cobran vida propia». El libro desprende también esa filosofía de la necesidad de protección del entorno natural. «Yo no puedo vivir sin esa vinculación con la naturaleza que he tenido a lo largo de toda mi vida. Soy muy consciente de ese pulso. Y, por otro lado, tengo la visión de periodista y, como tal, procuro contar cosas. No me basta con hacer una imagen bonita. Quiero que esa imagen cuente cosas y este es uno de los planteamientos que he hecho a la hora de elegir el material para este libro. Que a través de imágenes aéreas, que pueden ser más o menos hermosas, se pueda recontar todo lo que pasa en nuestro país. Cómo es en su naturaleza y en su industria; en el desarrollo y en sus implicaciones sociales, cómo se mueve la gente y cómo trabaja en el sector primario... todo esto es lo que he recogido». Y lo ha hecho sin concesiones a las posibilidades de las tecnologías en el tratamiento de la imagen. «Con el Photoshop hay un desvarío terrible. Es evidente que una foto digital no está resuelta en cámara y luego hay que procesarla como hacíamos antes con los químicos, pero yo soy partidario de hacer un trabajo muy sutil con el photoshop. No hay color estridente en las fotos de este libro; lo he querido así porque prefiero que domine la información sobre la estética y el color». Vaticina, además, que llegará una nueva moda –«está llegando ya la valorización del blanco y negro»– y vendrá el tiempo en el que «nos olvidaremos del photoshop y se buscarán fotos mucho más puras». Diez años de trabajo han dado como resultado este libro que, además del textos y fotografías, incluye en cada uno de los 150 lugares un mapa con la localización en la que se tomó la instantánea y un código QR para ubicarla en un mapa digital. Los códigos permiten que el lector pueda leerlo con el teléfono móvil y, a través del sistema "Google Earth", ponerse en la posición en la que han sido obtenidas las imágenes. Con una mirada pausada, entre relieves sinuosos que conforman nuestra orografía, geometrías perfectas que se dibujan inesperadamente, torres altivas que despuntan o planicies ocres y amarillentas, espléndidas en su austeridad. Este es un libro para mirar, leer y admirarnos de nuestro propio país, visto desde arriba. “Euskal Herria Goitik Behera. De Arriba Abajo”, de Santiago Yaniz. 150 fotografías con textos en euskara y castellano. 320 páginas, al precio de 30 euros.