15 MAI 2016 RODAJES MÍTICOS FUERA DE CÁMARA Amaia Ereñaga {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} Lo reconocía el propio John Huston: «El de ‘Moby Dick’ fue el peor rodaje de toda mi vida, junto con el de ‘Las raíces del cielo’. Todo salía de forma opuesta a lo previsto. Si tuviera que hacer el recuento de todas las calamidades que sufrimos, sería interminable. La situación llegó a tal punto que comencé a sospechar que el equipo entero se había confabulado contra mí». Esto es lo que no se ve en las proyecciones de cine, cuando se apagan las luces: el trabajo tras las cámaras, la labor de producción en unos rodajes que son auténticos nidos de anécdotas, de encuentros y desencuentros y hasta de fatalidades reales. Una «trastienda», la del cine en blanco y negro clásico llevado a la gran pantalla por grandes directores, que recoge “The Art of Behind the Scenes”, la segunda entrega de la exposición fotográfica curada por John Ingledew y que se podrá ver, de forma efímera, durante el Festival Internacional de Cine de Cannes. Actores que echan siestas, descansan, estudian, se emborrachan o se enamoran –o todo eso a la vez–, directores y técnicos que se pelean contra los elementos, entre sí y con quienes quitan o ponen el dinero... muchas de las películas que llegan a la pantalla grande encierran una intrapelícula en sí, como lo demuestran títulos como “Trumbo: la lista negra de Hollywood”, actualmente en cartelera. Hollywood, años 40: Dalton Trumbo es uno de los «diez de Hollywood» y el guionista mejor pagado de la industria, pero comienza la Caza de Brujas y entra en la lista negra por sus creencias políticas. De la máquina de escribir del más célebre «negro» del cine surgen títulos clásicos como “Espartaco” o “Vacaciones en Roma”. Estas cosas pasan fuera de cámara. “The Art of Behind the Scenes”, comisariada por John Ingledew y patrocinada por Jaeger-LeCoultre y Finch&Partner, se inaugurará el 13 de mayo en el hôtel du Cap de Antibes (Estado francés) durante el Festival Internacional de Cine de Cannes (11 al 22 de mayo). BB hace un solitario Brigite Bardot se relaja con un cigarrillo y una baraja en el set de “Viva María” (1965), una mezcla de western, comedia y musical localizado en la revolución mexicana y dirigido por Louis Malle. En este filme, BB compartía protagonismo con Jeanne Moreau. La Bardot, quien para entonces había alcanzado tal fama que se la conocía únicamente por sus iniciales, suscitaba el interés no solo de la prensa especializada sino también la del corazón. Además, el hecho de que Malle reuniera a dos de las divas del cine francés despertó todo tipo de especulaciones sobre las posibles fricciones entre la belleza rubia y la dama del cine, por lo que cientos de periodistas y fotógrafos se agolpaban sistemáticamente en los platós en busca de cualquier fotografía que demostrara esa mala relación. En vano, por lo que parece. Para la Moreau supuso uno de los grandes éxitos de su carrera. Fotografía: Douglas Kirkland Esperando al robo Peter O’Toole y Audrey Hepburn esperan sentados en un estrecho e incómodo cuarto de escobas al rodaje de una de las escenas emblemáticas –la del robo– de “How to Steal a Million” (Cómo robar un millón, 1966) una comedia de William Wyler. Aunque no fue bien recibida en su momento –la crítica estadounidense sentenció que era «agradable, pero sin sustancia»–, el tiempo ha puesto en su lugar a esta deliciosa comedia romántica que destila ironía en todo su metraje. El filme supuso también la confirmación de Audrey Hepburn como estrella... e icono de la moda y de diseñadores como Hubert de Givenchy. ¿Cómo olvidar la pieza de encaje que la actriz llevaba a modo de antifaz? Fotografía: Terry O'Neill/Iconic Images Limited El fotoperiodista y la actriz Hollywood, 1946. Rodaje de “Notorious” (Encadenados), de Alfred Hitchcock. Cary Grant e Ingrid Bergman son dos espías que se enamoran mientras vigilan a unos nazis en Río. Esta fotografía tiene su aquel, porque documenta, por un lado, uno de los romances menos conocidos de Hollywood y, por otro, el inicio de la fotografía de rodajes como la conocemos hoy en día. Ingrid Bergman y Robert Capa se conocieron en París en 1945. Tras fotografiar la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, Capa se había convertido en uno de los fotoreporteros más famosos... pero no andaba bien de dinero; en resumen, que siguió a su amada hasta Hollywood y la fotografió para “Life” en los rodajes de “Notorius” y “Arco de friunfo”, de Lewis Milestone. Hasta entonces, en el cine solo se había hecho fotografía promocional, pero nada de reportajes sobre rodajes. Por cierto, Capa fue quien llevó a Bergman a ver “Roma, città aperta” (1945), de Rossellini... su siguiente pareja. Fotografía: Robert Capa/Magnum Photos Amor, rebeldía y sexo en el desierto En primer plano, Michelangelo Antonioni. El cineasta italiano se encuentra aquí en pleno rodaje de “Zabriskie Point” (1970), un filme de culto, considerado una suerte de retrato de la contracultura de los años 60. Eso sí, en su momento fue un tremendo fracaso comercial, rechazado por la crítica como «uno de los más extraordinarios desastres del cine moderno». Escenas como la orgía de sexo y amor, con seres saliendo de la arena del desierto, o las explosiones de aparatos caseros que imagina la protagonista no eran fáciles de asimilar. En la segunda de las tres películas habladas en inglés para las que lo contrató Carlo Ponti –la primera fue “Blowup”–, Antonioni se rodeó de los mejores guionistas, como el escritor Sam Shepard, y encargó la banda sonora a Pink Floyd. Rodada en los suburbios de Los Angeles y el Valle de la Muerte, sus dos protagonistas son dos hippies auténticos, convertidos luego en pareja icono de la contracultura. Fotografía: Bruce Davidson/Magnum Photos A vueltas con el Dolby “Un cuento: el mito de Pecos Bill” (1995) fue una película de la factoría Disney destinada al público familiar, con Patrick Swayze como Pecos Bill. Dirigida por el canadiense Jeremiah Chechik, no tuvo gran distribución aquí ni tampoco es la película más reseñable de la historia. Pocos años después, su director tuvo el «honor» de ser nominado peor director en los Golden Rapsberry de 1998 por “Los vengadores”. Pero tiene la gracia de ver al operador de cámara y el primer ayudante subidos al dolby, uno de los recursos más llamativos del cine y una herramienta diseñada para realizar movimientos fluidos como el traveling. Fotografía: Belinda Sue Gordon/Buena Vista Pictures Sueños mágicos Un rodaje tiene muchas horas muertas. Aquí Michael Caine se echa una siesta, mientras Anthony Quinn sigue de tertulia en un descanso del rodaje en Mallorca de “The Magus” (El mago, 1968), dirigida por Guy Green. Basada en la famosa novela de John Fowles, el autor de “El coleccionista”, y con guion a cargo del mismo escritor, es una película extraña que o la odias o la amas, sin término medio. Woody Allen dice, por ejemplo, que si volviera a nacer no cambiaría nada de su vida, excepto que no volvería a ver “The Magus”. El remake, rodado por David Fincher en 1997, se tituló “The Game” y fue protagonizado por Michael Douglas y Sean Penn. Fotografía: Terry O'Neill/Iconic Images Limited Peleando con el mar “Moby Dick”, “Zorba el Griego”, “El tercer hombre” o “Doctor Zhivago” son algunos de los rodajes cubiertos por el fotógrafo austriaco Erich Lessing, fundador de Magnum y Associated Press, para revistas como “Heute”, “Life” o “Paris Match”. Imagénes fuera de cámara que nos permiten saber cómo filmaban cineastas como John Huston, enfrentado en “Moby Dick” (1954) a los elementos, como el capitán Ahab a la ballena en el clásico de Melville. Rodada principalmente en aguas canarias –aunque también hay escenas en Madeira e Irlanda–, cuenta Huston en sus memorias “A libro abierto” que el mal tiempo destrozó dos maquetas de gran tamaño y que casi tiraron la toalla. Fotografía: Erich Lessing/Magnum Photos