11 SEPT. 2016 CINE «L’Économie du couple» MIKEL INSAUSTI {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} Ahora que está muy reciente el estreno de su anterior y polémica realización “Los caballeros blancos” (2015), es buen momento para hacer un adelanto del séptimo largometraje del cineasta belga Joachim Lafosse, que fue presentado con éxito en la Quincena de Cannes y figura con todo merecimiento en la programación donostiarra de Zabaltegi Perlas en su nueva edición. No cabe duda de que es uno de los autores europeos a seguir, porque trata los temas más comprometidos con una apertura mental que convierte a sus películas en propuestas ideales para el debate. “L’Économie du couple” no es una excepción, y da mucho que pensar y que hablar sobre la situación actual del matrimonio, en la medida en que la crisis ha afectado directamente a la economía doméstica. La mayoría de melodramas sobre la ruptura de una pareja incide en el aspecto de la pérdida de la pasión amorosa, pero se olvidan de la parte más prosaica del problema, la que afecta a la separación de bienes. Todas las películas de Lafosse tratan de una manera o de otra sobre la familia, incluso “Los caballeros blancos” (2015), porque a pesar de basarse en la caso real de la ONG El Arca de Zoé y las adopciones ilegales en el Chad, al fin y al cabo está refiriéndose al modelo familiar occidental que prevalece sobre el de los países tercermundistas. En su ópera prima “Folie privée” (2004) planteó las consecuencias de una ruptura, debido a que el padre no quería abandonar el hogar común. En la posterior “Ça rend heureux” (2006), aplicó la fórmula del cine dentro del cine para describir la grabación de una película casera. Y ya en su tercer largometraje, “Propiedad privada” (2006), con el que se dio a conocer fuera de Bélgica al estar protagonizado por Isabelle Huppert, practicó el autorretrato personal presentando el conflicto de un par de gemelos con su madre. Esto se repetirá en “L’Économie du couple” (2016), debido a que Joachim tiene un hermano gemelo en la vida real. Con “Élève libre” (2008) ganó el premio Luna de Valencia al Mejor Largometraje del festival Cinema Jove, al polemizar sobre la educación sexual de un adolescente. Con “Perder la razón” (2012) obtuvo en la sección Un Certain Regard de Cannes el premio de Mejor Actriz para Émilie Duquenne, donde ya asomaba el asunto de la dependencia económica en relación con la maternidad. Y con “Los caballeros blancos” (2015) recibió en Donostia la Concha de Plata al Mejor Director. En su último trabajo, Lafosse utiliza planos más cerrados, siendo su película más hermética. La razón es que siempre había querido rodar algo al estilo de “¿Quién teme a Virginia Wolf?” (1966), donde Mike Nichols se centraba en las disputas conyugales entre Richard Burton y Elizabeth Taylor. Él tiene a Cédric Kahn y Bérénice Bejo, quienes no pueden estar más realistas y que nunca resultan teatrales pese a lo reducido del escenario, gracias a la fluidez visual que consigue el director mediante la utilización del sistema de cámara stabe-one, mucho más ligero que la steadicam de cara a fijar la imagen. Los componentes de este matrimonio llevan quince años casados y tienen dos niñas gemelas, pero a la hora de tramitar el divorcio se encuentran con serios obstáculos de orden práctico. Él está en paro y depende económicamente de los ingresos de su pareja, así que no puede costearse otra vivienda. Tampoco podrían ponerse de acuerdo en la venta de la casa, porque ella la compró y él se encargó de su reforma integral. Ambos han invertido mucho tiempo y dinero en su relación, aunque son aportaciones imposibles de valorar o sopesar ante una posible repartición de sus posesiones. Y si es difícil dividir las cosas materiales, con la descendencia solo cabe compartir a sus hijas. La situación les hacer ver que, por más que se alejen entre sí, como padres seguirán unidos para siempre.