23 MAR. 2025 KIROLA Ejercicio ante los efectos colaterales de la menopausia (Getty Images) UNAI JORGE FERNÁNDEZ - SALTO TRAINING Hoy conoceremos un poco más las consecuencias de la menopausia, especialmente en relación a la osteoporosis. La menopausia es el momento que marca el fin definitivo de la actividad menstrual en las mujeres. Este periodo se divide en tres subfases. La primera fase es la de la perimenopausia, donde existe una bajada en la producción de estrógenos y aparecen los primeros síntomas como las reglas irregulares, el aumento de peso, cansancio, cambios de humor, problemas para dormir y, cómo no, sofocos (ese cambio brusco de temperatura corporal que viene acompañado de calor y sudores afectando a 3 de cada 4 mujeres menopáusicas). En la fase menopáusica, la disminución de estrógenos es tal que ya el ovario no es capaz de liberar un óvulo por cada mes. De hecho, se confirma que se está en esta fase cuando hay ausencia de regla durante un año completo. A los efectos mencionados anteriormente se le suman otros como problemas de memoria y concentración, palpitaciones, rigidez articular, sarcopenia (pérdida de masa muscular)… En la fase postmenopáusica se dejan de lado muchos de estos efectos secundarios, pero se agudiza la osteoporosis, aumenta el riesgo de patologías cardíacas o la incontinencia urinaria, por ejemplo. La osteopenia y osteoporosis son muy comunes en la menopausia. Esto es consecuencia de la gran bajada de estrógenos que sufren las mujeres, ya que una de sus funciones es la de mantener la densidad ósea del cuerpo. Actualmente, se ha puesto de moda el entrenamiento de fuerza para combatir este concepto, y es que se ha demostrado que este tipo de entrenamiento estimula a las células encargadas de mejorar la densidad ósea para poder así adaptar el cuerpo a las cargas de entrenamiento a las que se someta. Además, este entrenamiento ayudará a combatir la sarcopenia, teniendo en cuenta que la testosterona también se ve afectada en la menopausia (se libera más en la fase de ovulación del ciclo menstrual, que ya no existe). Obviamente, el entrenamiento se debe adaptar a esta nueva fase, ajustando su intensidad, aumentando la recuperación entre series y ejercicios, y evitando situaciones de riesgo de caída principalmente.