19 OCT. 2025 PANORAMIKA Celebrar Los ramos de flores de Mercedes Truhan y otras obras se pueden ver en la galería bilbaina Juan Manuel Lumbreras, en la muestra que conmemora el 50º aniversario de la Facultad de Bellas Artes de EHU. (Monika del Valle | FOKU) Iker Fidalgo {{^data.noClicksRemaining}} Pour lire cet article inscrivez-vous gratuitement ou abonnez-vous Déjà enregistré? Se connecter INSCRIVEZ-VOUS POUR LIRE {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Vous n'avez plus de clics Souscrire {{/data.noClicksRemaining}} A mediados de septiembre pasado, la galería bilbaina Juan Manuel Lumbreras inauguró una muestra que homenajea la primera promoción de la facultad de Bellas Artes de Bilbo. En noviembre de 1970, inició su andadura un grupo de menos de cincuenta alumnos y alumnas en donde hoy se encuentra el Museo Vasco en la céntrica Plaza Unamuno de la capital vizcaina. Aquella generación, marcada por un contexto político, social y cultural en eclosión, supuso la primera etapa para una escuela que hoy en día sigue funcionando en el campus de Leioa. Hasta su ubicación actual inaugurada en 1987, Bellas Artes tuvo diferentes emplazamientos, como el Edificio de Bomberos, la Facultad de Economía en Sarriko e incluso la de Medicina, edificio con el que actualmente comparte campus universitario. Hoy en día, el edificio no pasa desapercibido. Su arquitectura, dominada por una parábola acristalada rodeada de jardín y por detalles rosados, se sitúa en uno de los extremos del complejo universitario, apartado de la zona de cafeterías y tiendas. Sin embargo, a pesar de los cambios generacionales, sigue manteniendo una vida especial, donde la creatividad se expande por las paredes, clases y las diversas actividades de su alumnado. El año 2020, marcado por la pandemia del covid, acogió varios homenajes y eventos conmemorativos para celebrar medio siglo de actividad. Con todo, nunca es tarde para disfrutar de una efeméride y, cinco años después de aquel cumpleaños, “50 Aniversario Facultad BBAA UPV/EHU” es el título de la exposición que hoy nos ocupa. Una propuesta que echa la vista atrás para entender aquellos caminos que marcaron el devenir del desarrollo artístico de nuestro contexto. Desde este lugar, la muestra reúne a diez artistas vizcainas que, en diferentes momentos, han completado su formación en la facultad. Una mirada intergeneracional y que señala directamente el valor del arte realizado por mujeres. La exposición colectiva entra en su recta final y puede visitarse hasta finales de este mes. El proyecto expositivo, formado principalmente por obra pictórica, presenta en sala una amalgama de diversos desarrollos formales y conceptuales. El realismo expresivo de Ana Riaño convive con la quietud de las piezas de Mercedes Truhan. A su vez, la abstracción colorista de Madalen Pinagua dialoga con la viva paleta de Jenni Alvarado. Como excepción, encontramos la propuesta escultórica de Iratxe Larrea y su “Bosque”, añadiendo una dimensión espacial a un recorrido eminentemente bidimensional. Como siempre, no están todas las que son y cualquier decisión que aborde una selección deja fuera nombres que bien podrían ser parte. A pesar de todo, no ensombrece ni un ápice el esfuerzo llevado a cabo para poner en pie una apuesta que bien merece una visita.