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Evergrande anuncia el pago de una pequeña parte de su deuda

Tambaleándose al borde de la quiebra, el gigante inmobiliario Evergrande anunció un pago de intereses correspondientes a una pequeña parte de su enorme deuda cuyo plazo estaba a punto de expirar, lo que no logró tranquilizar a los mercados financieros, que siguen esperando a determinar si el Gobierno de Pekín acudirá al rescate de este grupo empresarial privado. Su presidente, Xu Jiayin, aseguró que la compañía «saldrá pronto» de este «sombrío» periodo.


La situación de Evergrande, con una deuda acumulada de más de 300.000 millones de dólares (unos 260.000 millones de euros), mantiene en vilo a los mercados internacionales por el miedo a que se repita en China un escenario al estilo de Lehman Brothers, cuya quiebra precipitó la crisis de 2008 en EEUU y en todo el mundo.

Ayer, en una nota remitida a la Bolsa de Shenzhen, su filial Hengda Real Estate aseguró que ha negociado un plan para pagar los intereses de un bono que vencía hoy y de cuyo reembolso dudaban muchos analistas. El medio económico Bloomberg calculó el valor de estos intereses en 232 millones de yuanes (30,5 millones de euros).

El comunicado de Hengda no mencionaba el reembolso de los intereses de otro bono denominado en moneda estadounidense que también vence este jueves y que supondría un pago de 71 millones de euros. No obstante, en el peor de los casos, tendría un período de gracia de 30 días para abonarlo antes de ser considerado como impago.

El pacto anunciado supone un breve respiro para el promotor inmobiliario, que emplea a 200.000 personas, tiene presencia en más de 280 ciudades y asegura generar 3,8 millones de trabajos indirectos en China.

Los analistas consideran que también representa un alivio para los mercados, aunque solo a corto plazo. «Para que la confianza se convierta en algo más significativo, el mercado deberá avistar parte de los amplios planes de reestructuración de Evergrande», comentó a Bloomberg Gary Dugan, jefe ejecutivo en Global CIO Office en Singapur.

¿Habrá ayuda pública?

Todas las miradas están puestas en el Gobierno comunista, que no ha aclarado si tiene previsto intervenir en favor de este consorcio privado que podría dejar sin terminar 1,4 millones de viviendas en construcción o en fase de proyecto, para enfado de otros tantos propietarios que se sentirían estafados. La semana pasada, decenas de ellos protestaron frente a la sede del grupo en Shenzhen y en otras partes del país. Acreedores, empleados y proveedores también exigen que Evergrande les pague.

El grupo inmobiliario fue aumentado las inversiones hasta que el Ejecutivo de Pekín endureció las reglas sobre los préstamos el año pasado. Según indicó el martes un medio estatal, el patrón de Evergrande, Xu Jiayin, aseguró al personal de la compañía que esta «saldrá pronto de su periodo más sombrío». Quien fuera calificado como el hombre más rico de China, dijo que todas las obras se reanudarán y que el grupo ofrecerá «una respuesta a compradores, inversores, socios e instituciones financieras», sin proporcionar detalles sobre cómo lo hará.

El anuncio del pago de intereses no satisfizo plenamente a los mercados chinos: si bien la Bolsa de Shanghai cerró con un alza del 0,4%, la de Shenzhen lo hizo con una caída del 0,25%.