La Eurocámara da luz verde en su último pleno a la unión bancaria
En su último pleno antes de las elecciones del 25 de mayo, el Parlamento europeo dio ayer luz verde a tres normativas con las que se pretende avanzar en la construcción de la unión bancaria, que viene a completar la unión económica y monetaria y que, a juicio del presidente de la Cámara, Martin Schulz, permitirá que «los contribuyentes no paguen sistemáticamente la factura de las pérdidas de los bancos».
El Parlamento Europeo aprobó ayer por amplia mayoría las piezas finales de la unión bancaria, un proyecto que pretende dar respuesta a la crisis de deuda de la eurozona, pero que ha quedado diluido respecto a los planes iniciales por la presión de Alemania.
Los eurodiputados ratificaron las tres normas pendientes para completar la unión bancaria. En primer lugar, dieron luz verde al mecanismo único de liquidación de bancos en crisis, que incluye un fondo común de 55.000 millones para financiar quiebras y reestructuraciones. El fondo se nutrirá de las contribuciones de los propios bancos, que tendrán un plazo de hasta ocho años para hacer realidad la aportación.
En segundo lugar, aprobaron la directiva que obligará a los accionistas y acreedores -incluidos bonistas sénior y grandes depositantes-, en lugar de a los contribuyentes, a asumir pérdidas en futuras crisis.
Y por último, aprobaron la reforma de la directiva de garantía de depósitos que obligará a los bancos a financiar los fondos estatales de garantía de depósitos de hasta 100.000 euros. Esta reforma se aceleró tras el rescate a Chipre, en el que hubo un intento de no dar cobertura a los pequeños depositantes por parte del Eurogrupo.
Los ahorradores podrán pedir a las entidades la devolución de su depósito de hasta 100.000 euros en un plazo máximo de siete días laborables.
«A partir de ahora, los contribuyentes no pagarán sistemáticamente la factura de las pérdidas de los bancos», resaltó el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz. «La unión bancaria completa la unión económica y monetaria, pone fin a la era de los rescates masivos y garantiza que los contribuyentes ya no pagarán la factura cuando los bancos se enfrenten a dificultades», dijo por su parte el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier.
La Eurocámara ratificó ya en setiembre del año pasado el primer pilar de la unión bancaria, la creación de un supervisor único. La tarea ha sido encomendada al Banco Central Europeo (BCE), que la asumirá en noviembre tras realizar una nueva ronda de test de estrés a los grandes bancos de la eurozona.
Vínculo entre bancos y estados
El proyecto de unión bancaria se lanzó en la cumbre de junio de 2012, en pleno epicentro de la crisis de deuda y en paralelo al rescate bancario del Estado español. Su objetivo es romper el vínculo entre deuda bancaria y deuda soberana y lograr que sean los propios bancos y no los contribuyentes los que paguen la factura de futuras crisis.
Sin embargo, la presión de Alemania, que rechaza pagar por los bancos de otros estados miembros, ha diluido considerablemente el proyecto original. Así, se ha retrasado indefinidamente la creación de un sistema europeo común de garantía de depósitos, que iba a ser el tercer pilar de la unión bancaria. En su lugar, la Eurocámara ha aprobado una directiva que refuerza los sistemas estatales de garantía de depósitos de hasta 100.000 euros, y cuya única novedad es reducir de 20 a 7 días el plazo de pago a los clientes en caso de quiebra. La norma entrará en vigor a mediados de 2015.
Además, Berlín ha logrado que se adelante a 2016 -en lugar de 2018 como estaba inicialmente previsto- la entrada en vigor de la directiva que obliga a accionistas y acreedores a asumir pérdidas. Con ello se pretende garantizar limitar al máximo futuras ayudas públicas.
Nuevas normas para facilitar la apertura de cuentas bancarias
El Parlamento Europeo aprobó también ayer una legislación para facilitar la apertura de cuentas bancarias a cualquier persona que tenga permiso de residencia legal en la UE, tenga o no tenga dirección fija.
Según el texto avalado por los eurodiputados, todos los residentes en la UE podrán abrir una cuenta bancaria básica, sin importar su nacionalidad o lugar de residencia. Por cuentas básicas, los eurodiputados entienden aquellas que permitan a los usuarios pagar o retirar dinero y realizar transferencias dentro de la UE.
Al no ser necesario presentar un domicilio fijo en el país, se pretende facilitar la apertura de cuentas a los estudiantes, que se encuentran con dificultades para alquilar por no tener cuenta bancaria y viceversa.
También avalaron los eurodiputados que se facilite el traslado a otra cuenta que ofrezca mejores condiciones al usuario tanto si está en el mismo país como en otro dentro de la UE, a cambio de una comisión «razonable».
El comisario Michel Barnier consideró que millones de ciudadanos tendrán acceso a una cuenta bancaria básica, «por ejemplo para que puedan cobrar fácilmente su sueldo o pagar sus facturas». GARA