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El proceso se tambalea con la extensión de la detención de Adams

Sinn Féin amenaza con revisar su apoyo a la policía norirlandesa mientras crece la preocupación por el efecto de la extensión de la detención durante 48 horas más del líder republicano Gerry Adams en el proceso irlandés.


En la tarde ayer un tribunal aceptó los argumentos de la Policía norirlandesa, que solicitó a los tribunales una extensión de 48 horas en el periodo de detención del líder republicano Gerry Adams, quien fue arrestado cuando se presentó voluntariamente en una comisaría de policía de Belfast para prestar declaración sobre el secuestro y muerte de Jean McConville en 1972.

Adams, exdiputado en el parlamento de Londres por West-Belfast y actualmente diputado en el Parlamento de Dublín por el condado de Louth, fue detenido el pasado miércoles. Horas antes de su arresto, rechazó su participación en la muerte de McConville.

Si el arresto del presidente de Sinn Féin ya había desatado la ira de los compañeros de Adams en el partido republicano, la decisión de extender el periodo de detención ha exacerbado la frustración de los miembros del partido, que vislumbran intencionalidad política en la decisión de llevar a cabo el arresto a tan sólo tres semanas de las elecciones locales y europeas, y en un momento en el que Sinn Féin alcanzaba niveles de intención de votos inesperados en la república irlandesa.

El viceprimer ministro irlandés, Martin McGuinness, se reafirmaba en sus críticas al «lado oscuro» de la policía norirlandesa, que en su opinión no solo desea dañar a Sinn Féin, sino destruir el proceso de paz. «Si ayer dije que el momento del arresto de Gerry Adams fue políticamente motivado, la decisión de hoy de la policía de buscar una extensión al periodo de detención me reafirma en mi opinión», acusaba McGuinness, que ya advertía que la acción policial era una «situación muy, muy seria».

El «lado oscuro» del PSNI

A las críticas de sus socios de gobierno en el norte de Irlanda por su denuncia de la actuación policial, McGuinness explicó que «miembros de alto rango dentro de la Policía Norirlandesa» se habían referido a ese «lado oscuro» al explicarle que existe «una conspiración dentro de la PSNI que tienen una agenda diferente, una agenda negativa y destructiva tanto para el proceso de paz y el Sinn Féin».

McGuinness explicó que su partido apoya los elementos progresistas dentro de la policía, y que seguirá haciéndolo si la situación de Adams se resuelve de forma satisfactoria, aunque indicaba que en caso contrario, Sinn Féin tendrá «que revisar esa situación», aunque evitó detallar si ello significaría que el partido dejaría de participar en los consejos policiales. «No vamos a tomar ninguna decisión en este momento».

Fue la decisión de Sinn Féin de entrar en los consejos policiales en el 2007 la que abrió la puerta a la formación del ejecutivo pluripartito en el norte de Irlanda. El fin del apoyo del partido republicano a la policía norirlandesa podría marcar el colapso de las instituciones.

«¿Estoy enfadado? Si, lo estoy, pero con una ira muy controlada», aseguró McGuinness, que está convencido que «Adams será total y absolutamente exonerado».

Si durante el conflicto norirlandés y el proceso de paz, los murales de Belfast hablaban de las experiencias de los nacionalistas y republicanos, desde el día de ayer se alza una nueva voz en Falls Road, en el que se retrata a Adams y se le declara Pacificador, Líder, Visionario.

Y es precisamente el liderazgo de Adams y su papel central en el proceso de paz irlandés lo que ha hecho de su detención una amenaza al proceso. Según publica el diario «The Guardian», el Gobierno británico está investigando que ocurriría si los republicanos decidieran abandonar el ejecutivo norirlandés. Y aunque esta se presenta como una posibilidad remota, la detención de Adams ya ha sido descrita por Shaun Woodward -quien fuera el último representante del gobierno laborista en el norte de Irlanda- como «un momento muy serio y tenso en la historia del proceso de paz y el proceso político», y que llega tan sólo semanas después de que McGuinness fuera invitado al banquete de la Reina de Inglaterra en el castillo de Windsor.

Para Woodward la clave de la situación es clara: el fracaso de la iniciativa del pasado otoño, cuando el diplomático estadounidense Richard Haass intentó conseguir una acuerdo entre los partidos sobre un mecanismo para resolver el legado del conflicto. «Mientras el norte de Irlanda siga evitando tener un mecanismo para tratar de manera justa el legado de la situación de antes de la firma del Acuerdo de Viernes Santo en 1998, es inevitable que se produzcan estos momentos tensos y potencialmente peligrosos para el proceso de paz».

Grabaciones

Precisamente, en este caso, el peligro al proceso de paz surge de unas grabaciones, un proyecto presentado por dos críticos de Sinn Féin y del proceso de paz, Ed Moloney y Anthony McIntyre. Un proyecto de memoria histórica que, por sus repercusiones, haya marcado un punto final en este tipo de investigaciones en Irlanda. En una entrevista con un diario estadounidense, Moloney admitía que la evidencia contra Adams es indirecta y se sustancia en declaraciones de personas que no pueden corroborarla.

Sin embargo, estas grabaciones han servido para abrir una nueva crisis en el proceso de paz. Niall O'Dowd, un periodista irlandés que fundó la influyente publicación Irish Voice, no se ha andado con rodeos en sus críticas a la situación de Adams, acusando al Boston College, Moloney y McIntyre de haber realizado un trabajo fantástico produciendo todas estas grabaciones para los segurocratas británicos, que «les permite improvisar una nueva ronda de acusaciones vacías».

«Y, mientras tanto, no hay nada en el lado nacionalista. El asesinato de Pat Finucane? Ninguna acción. La masacre Loughinisland durante la Copa del Mundo de partido de 1994 entre Irlanda e Italia? Ninguna acción», acusa O'Dowd. La ley no actúa con la misma premura para todos, como demuestra la decisión de la secretaria de estado británica, Theresa Villiers, que rechazó establecer un tribunal de investigación sobre la masacre de Ballymurphy, donde en 1971 diez personas murieron a manos de soldados británicos porque «no es de interés público».

Apoyo internacional a la liberación de Adams

A la vez que aumenta la presencia de los medios en el exterior de la comisaría de la policía norirlandesa donde se encuentra detenido el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams desde la tarde del pasado miércoles, de forma proporcional aumenta el apoyo internacional al líder republicano, al que se reconoce alrededor del mundo por su dedicación a la causa de una Irlanda unida y al proceso de paz.

En Grecia, miembros de la coalición política de izquierdas Syriza, el segundo grupo político en el parlamento griego y principal grupo de la oposición, se manifestaron a las puertas de la embajada británica en Atenas, desde donde su líder, Alexis Tsipras, exigió su puesta en libertad de forma inmediata e incondicional.

Precisamente, Tsipras fue elegido candidato a la presidencia de la Comisión Europea durante una convención del grupo de Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, al que pertenece Sinn Féin, en el parlamento europeo en Dublín el pasado mes de marzo.

En Estados Unidos, el congresista republicano, Peter King, declaró al canal NBC que las implicaciones políticas del arresto de Adams causan un aumento de las tensiones en el norte de Irlanda, y añadió que el líder del Sinn Féin, al que conoce desde hace treinta años, ha sido «siempre sincero» e «iun instrumento» para que llegara la paz a Irlanda, mientras que el alcalde de Boston, Martin J. Walsh, expresó su preocupación por como la detención de Adams puede afectar el proceso de paz.

En Catalunya, JERC (juventudes de Esquerda Republicana de Catalunya), describieron el arresto del presidente de Sinn Féin como un «intento de desacreditar el proceso de paz y a su organización política, Sinn Féin, en un momento en el que las elecciones locales y Europeas parecían favorecerles»

En Italia, activistas marcharon con pancartas exigiendo la libertad de Gerry Adams como parte de la manifestación del 1 de mayo en Milán.

La publicación de Sinn Féin, «An Phoblacht/Republican News» también se hizo eco del apoyo de Sortu hacia Gerry Adams, recogiendo que el partido abertzale reconocía su detención como «un intento de parar el avance arrollador del republicanismo en toda la isla de Irlanda». S.G.