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Entrevue
Ana Lizoain
Candidata de Aranzadi

«El principal problema de Iruñea es que los partidos del régimen han hecho un tapón en la ciudad»

Al calor de la ola del 15M y de las candidaturas surgidas con el apoyo de Podemos en varias ciudades del Estado, la agrupación electoral Aranzandi se presenta al Ayuntamiento de Iruñea con un proyecto asambleario basado en la democracia participativa. NAIZ entrevista a su candidata, Ana Lizoain.

Ana Lizoain, candidata de Aranzadi. (Idoia ZABALETA/ARGAZKI PRESS)

¿En qué momento y por qué deciden dar el paso de presentarse a las elecciones de Iruñea?
Aranzadi es el resultado de un proceso de reflexión de los movimientos sociales más contemporáneos, a raíz del 15M, cuando la gente salió masivamente para expresar su hartazgo. Entonces nos decían ‘sí, sí, vosotros protestad, pero si queréis algo, presentaros a las elecciones’. Y la gente se empezó a plantear el entrar en estas instituciones que nos dan asco. ¿Por qué no va a poder entrar la gente a cambiarlas? Es hora de cambiar el modelo democrático y de pasar de un sistema representativo a uno participativo. Por eso damos el salto.

¿No cree que es un peligro fragmentar el voto de la izquierda? ¿Qué los diferencia de opciones como la de EH Bildu o I-E?
Este movimiento no se sitúa en las claves tradicionales de izquierdas ni derechas, se sitúa más en las claves de arriba y abajo. Hay un espectro social que viene del hartazgo y de la desilusión que es mucho más amplio, que va más allá de las lógicas que hasta ahora se habían venido utilizando.

Suena a Podemos...
Podemos comparte la filosofía que compartimos nosotros, lo que pasa es que ha adoptado una estrategia de partido para presentarse a una serie de elecciones. Nosotros hemos adoptado otra estrategia. Aunque Aranzadi está apoyada por Podemos y Equo, es autónoma e independiente.

¿Cómo os organizáis? ¿Qué tipo de mecanismos de toma de decisiones estableceréis si entráis en el Ayuntamiento?
Entender el proyecto de Aranzadi no es fácil. Se está acostumbrado a proyectos de partido político, pero creemos que hay que ofrecer a la ciudadanía algo completamente diferente, para plantear una ruptura democrática. Y para eso creamos una agrupación electoral en la que las siglas se dejan fuera y se va a nivel individual. Cada uno puede pertenecer a un partido u otro, pero todo se hace en común y funciona con una forma muy sencilla, que es la asamblea horizontal formada por personas individuales. La asamblea es el órgano de decisión y se celebra de forma presencial una vez a la semana, pero entre semana hay grupos de trabajo por área. Ese es nuestro funcionamiento y queremos seguir manteniéndolo, en la medida de lo posible, cuando estemos en las instituciones. No nos vamos a convertir en políticos y políticas, porque lo que queremos es convertirnos en un cauce para que la gente de base pueda entrar en el Ayuntamiento. No vamos ahí a representar a nadie ni a hacer la política por nadie, nosotros vamos a ir a que la gente tenga espacios.

Hablemos de Iruñea. ¿Qué diagnóstico de la ciudad realizáis? ¿Cuáles han sido las consecuencias de tantos años de Barcinato?
El principal problema de Iruñea es que los partidos del regimen han hecho un tapón en la ciudad, Iruñea se ha quedado atascada a muchos niveles. Se han dedicado a hacer la vida imposible a los movimientos sociales, tanto económica como políticamente; también al tejido social, al que no le facilitan en absoluto el desarrollo. La han convertido en una ciudad de élites, gobernada por élites y dirigida por élites.

¿Tienen medidas concretas para cambiar Iruñea?
Lo que hay que promover en primer lugar son mecanismos de participación, que haya referéndums, que haya consultas y que sean vinculantes. Nosotros siempre vamos a interpelar a la ciudadanía, tenemos que abrir los cauces para permitir su participación.

Se prevé un resultado abierto y una gobernabilidad compleja para Iruñea. ¿Qué políticas de pactos prevé Aranzadi si consigue representación?
Creemos que el escenario diverso es el ideal, no estamos por las mayorías absolutas que impongan sus programas y anulen a buena parte de la ciudadanía. Y creemos que con el planteamiento que tienen en estos momentos las fuerzas de la oposición, con la ilusión y las ganas de cambio que tiene todo el mundo, va a ser posible hacer un buen gobierno que consiga realmente transformar la ciudad. Nosotros no ponemos ningún límite para hablar con nadie, más allá del límite que creemos natural, que es el de las fuerzas que no quieren el cambio, es decir, UPN y PSN. Con los demás, por supuesto, sin exclusiones. Es más, Aranzadi va a intentar trabajar con todas las fuerzas en consenso, para mantener espacios de acuerdo y romper las dinámicas de atrincheramiento y de enfrentamiento que muchas veces han sido aprovechadas por las fuerzas del régimen.