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Poner a los mejores profesores en los peores colegios para evitar los guetos

Técnicos y profesores universitarios debaten estos días en el palacio Europa de Gasteiz sobre las medidas a implementar para acabar con la segregación escolar. Xavier Bonal, de la Universidad Autónoma de Barcelona, advirtió de que los sistemas educativos más equitativos obtienen un mejor rendimiento académico.


Tener voluntad política y tomar medidas para poner a los mejores profesores en los peores colegios. Estas son algunas de las propuestas planteadas por Xavier Bonal, profesor de sociología en la Universidad Autónoma de Barcelona, para hacer frente a la segregación escolar, un grave problema que se ha enquistado en ciudades como Gasteiz, donde, según los datos publicados por la Plataforma a favor de la Escuela Pública, el 83% de los alumnos y alumnas con al menos un progenitor extranjero está escolarizo en la red pública.

Bonal, que ayer participó en un curso de verano organizado por la UPV-EHU en la capital alavesa bajo el título “Ciudad Educadora: ayuntamientos y modelos de intervención ante la segregación escolar”, comenzó su intervención explicando cinco razones que evidencian que es preciso acabar con la guetización que se da en algunos centros escolares públicos, donde el porcentaje de alumnado de origen migrante ronda el 70%.

Señaló que los datos del informe PISA demuestran que los sistemas educativos con menor índice de segregación obtienen un mejor rendimiento escolar, «mejorando especialmente los resultados del alumnado más vulnerable»; y detalló los beneficios económicos anexos al fin de la segregación, «que genera una tasa de retorno positiva». «Los americanos, que tienen tendencia a medirlo todo, calculan que el ahorro de reducir el 50% la segregación escolar en un territorio puede equivaler a 20.000 dólares por año y alumno a largo plazo», apuntó, y puso en valor el papel de la multiculturalidad en el desarrollo de la competencias profesionales.

«La capacidad de trabajar en grupo y entornos culturalmente diversos es una habilitad y competencia valorada por las multinacionales», señaló Bonal, que apostó por «vender a la clase media que la diversidad tiene ventajas desde un punto de vista instrumental». «Sería interesante tener claro que la escuela tiene que ser un espacio de comunicación intercultural, y hay estudios que advierten de que las actitudes racistas y xenófobas se reducen a través del contacto intercultural», añadió.

Asimismo, abogó por realizar un diagnóstico de la situación en cada municipio para identificar «elementos correctores», y defendió un nuevo Pacto Local en el que participen la escuela pública y la concertada. «Cuando ha funcionado bien la lucha contra la segregación ha sido cuando ha habido acuerdos entre los dos modelos, cuando la concertada se compromete y sube la reserva de plazas», destacó antes de indicar que hay que conseguir una «distribución real» del alumnado con necesidades educativas entre las redes.

A este respecto, puntualizó que el Ayuntamiento Barcelona ha puesto en marcha un plan de choque de lucha contra la segregación escolar que incluye una compensación económica al centro concertado que acepta a alumnos de familias con pocos recursos. «Como no van a pagar cuota, se les ayuda económicamente», aseveró.

En cuanto a la zonificación, advirtió de los peligros de la segregación demográfica y animó a los ayuntamientos a «no tener miedo a ir más allá de las competencias, a aprovechar la alegalidad». Y planteó la necesidad de buscar la complicidad de familias de clase media para que matriculen a sus hijos e hijas en escuelas «que hay que reflotar».