Chivite entrega la Medalla de Oro y Esparza sigue con la pataleta
El acto central del Día de Nafarroa consiste en la entrega de la Medalla de Navarra, que este año ha ido para la asociación Adacen. María Chivite se ha estrenado llamando a la convivencia y esforzándose en hablar euskara.
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El sarao ha quedado, la verdad, bastante soso. Y eso que estaban todas las autoridades. Había una buena cuadrilla de militares que parecían alfileteros de tantas medallas, con fajines rojos y demás. Joaquín Galve, presidente del TSJN, el fiscal jefe, José Antonio Sánchez, los rectores de las dos universidades. En fin, toda esa gente que tan importante es y que hacía que hubiera forales enmascarados con escudos negros blindando la placica de San José.
Bueno, en realidad, todas las autoridades no han estado. Han pinchado Miguel Sanz y Yolanda Barcina, los dos expresidentes que precedieron a Uxue Barkos, que sí ha cumplido. Estas dos ausencias pueden tener una explicación de tipo más político, pues es sabido que ni el uno ni la otra comulgan demasiado con Javier Esparza. Ha fallado también un tercer expresidente, Juan Cruz Alli. Así las cosas, a Uxue Barkos le ha tocado estar codo con codo con Jaime Ignacio Del Burgo toda la ceremonia.
En el resto de las sillas había unas decenas de alcaldes y, fundamentalmente, trabajadores y usuarios de Adacen, la sociedad a la que se le ha hecho entrega de la medalla. El discurso pronunciado por José Luis Herrera, presidente de Adacen, junto con los usuarios David Sanz y Esther Azqueta, ha resulado verdaderamente emotivo.
La lehendakari se esfuerza con el euskara
En cuanto a la intervención de la presidenta Chivite, ha constituido principalmente un llamado a la convivencia de las distintas identidades de Nafarroa. Encajaba bastante bien con la línea que está manteniendo en cuanto a la negociación presupuestaria. Hablaba de futuro, prosperidad y entendimiento. Del pasado no ha dicho nada. Lo más llamativo, desde luego, ha sido su intervención en euskara. Como gesto, de agradecer, pero la puesta en escena hay que cuidarla y la pronunciación ha sido terrible... muy digna de meme.
Al finalizar el acto, llegaba el turno de los corrillos. Javier Esparza era el único que los ha buscado. Los demás han ido rumbo al canapé. El inicio de un diálogo tú a tú entre Chivite y EH Bildu para los presupuestos puede llevarle otros cuatro años a la oposición (y si va bien, bastantes más). Así que al líder de Navarra Suma no le quedaba otra que desgañitarse para impedirlo. Ahora bien, su discurso se parecía tanto al del lunes, que las agencias de comunicación han acabado destacando su intervención sobre el posible «grupo regional» del Congreso, poniéndolas por encima del apocalipsis ético que supone dialogar con EH Bildu.
Chivite ha tenido el detalle de acercarse a la prensa. Pero tampoco ha dicho nada. Que quiere un Gobierno pronto en Madrid, que hay que dialogar con todos y que los borradores del Estatuto Vasco pueden decir lo que digan desde el respeto institucional. Solo le ha faltado decir que «el fútbol es así» de tan sosa que venía la mañana. Lo cual, sin embargo, no deja de ser un éxito para ella, pues embocar una negociación presupuestaria con tanta calma supone toda una suerte.