Las muestras del Ayuntamiento de Usurbil confirman la presencia de amonio en Arkaitzerreka
El análisis de las muestras tomadas por el Ayuntamiento de Usurbil en Arkaitzerreka, la regata situada junto a la incineradora de Zubieta y en la que murieron cientos de peces, señala que existe una presencia elevada de amonio. GHK ha abierto un expediente sancionador a la concesionaria de la incineradora, que ha reconocido que hubo un vertido de amoniaco.
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Tras detectarse la presencia de cientos de peces muertos en la regata Arkaitzerreka, situada en las inmediaciones de la incineradora de Zubieta, el Ayuntamiento de Usurbil tomó muestras de agua. El análisis de estas muestras confirma una elevada presencia de amonio en la regata.
Ezohiko amonio kontzentrazioa topatu du Usurbilgo Udalak Arkaitzerrekako uretan: ur zein hildako arrainen laginak hartu zituen udalak, eta iritsi berri dira emaitzak. https://t.co/2fnkf6MhDU pic.twitter.com/FlLqefk1gp
— Usurbilgo Udala (@usurbiludala) May 14, 2020
Estos análisis señalan niveles que alcanzan los 62 miligramos de amonio por litro, una cantidad inusualmente alta, ya que se considera que la concentración habitual es un un miligramo por litro, según destaca el Ayuntamiento de Usurbil.
Junto a ello, el Ayuntamiento de Usurbil recuerda que el diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, descartó en un primer momento que la incineradora de Zubieta fuera la responsable de la muerte de los peces en Arkaitzerreka, destacando que el ciclo del agua de esta infraestructura es cerrado y no vierte nada de agua al exterior.
Sin embargo, tras las investigaciones llevadas a cabo por Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa (GHK) se ha abierto un expediente sancionador a la concesionaria de la incineradora, Ekondakin, que reconoció que el 7 de mayo se produjo un vertido de amoniaco a la regata Arkaitzerreka. Días después aparecían los peces muertos en la misma zona.
Desde un primer momento, la alcaldesa de Usurbil, Agurtzane Solabarrieta, apuntó a la incineradora como responsable del desastre ecológico, subrayando que hasta la puesta en marcha de esta infraestructura no se había registrado nunca una mortandad de fauna de estas características.
Junto a ello, destacaba que la incineradora era la única posible fuente de contaminación existente en el entorno de Arkaitzerreka.