Una pregunta que se aleja de la verdad única
[Crítica]: ‘Non dago Mikel?’
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He aquí otro ejemplo de producción vasca que nunca contará para su difusión con el respaldo de una plataforma o de un potente grupo mediático estatal y, por ello, jamás será merecedora de una fachada cubierta por un gigantesco cartel promocional.
En realidad hubiera resultado obsceno que un proyecto de estas características recurriera a semejante marketing desproporcionado y carente de humanidad porque de lo que trata ‘Non dago Mikel?’ es de dotar de sentido a algunos de los puntos suspensivos que siempre asoman en el conflicto vivido en Euskal Herria y que nunca tendrá una versión única, por mucho que se empeñen en vendernos esta idea a través de una crónica oficial que siempre funciona desde los parámetros comerciales.

Amaia Merino y Miguel Angel Llamas ‘Pitu’ afrontan este documental desde una óptica honesta, sin intención de recurrir al subrayado emocional gratuito y mediante un montaje que aporta el tempo necesario para que la narración fluya sin prisa.
En su desarrollo cumple con creces su cometido de colocar sobre la mesa un episodio trágico que se asienta en el testimonio vivido de quienes fueron parte activa de lo que sería llamado posteriormente y con frialdad funcionarial el ‘Caso Zabalza’.
Resulta difícil no sobrecogerse en cuanto las manecillas del reloj giran a la inversa y los recuerdos narrados ante la cámara o las imágenes de archivo nos devuelven a un pasado todavía muy presente y entre cuyas muchas certezas asoma la evidencia de la tortura sistemática.
Treinta y cinco años después, la verdad se reafirma en su testarudez y exige una respuestas ante un asesinato silenciado.