Cuidar de los animales y de las personas
UNA VETERINARIA EN LA BORGOÑA
Estado francés. 2019. 92’. Tit. Orig.: ‘Les vétos’. Dtora y guion.: Julie Manoukian. Prod.: Yves Marmion y Serge Hayat. Int.: Noémie Schmidt, Clovis Cornillac, Juliane Lepoureau, Michel Jonasz, Carole Franck, Lilou Fogli, Matthieu Samper.
En el mercado francófono ‘Les vétos’ (2019) alcanzó un gran éxito de taquilla, con más de cinco millones de euros recaudados, dando a conocer a la cineasta debutante Julie Manoukian. A pesar de que se trate de una ópera prima, ha funcionado porque se acoge a la misma fórmula infalible de otras comedias de ambiente provinciano que visibilizan el problema de la despoblación rural con la consiguiente falta de atención médica en los núcleos de pocos habitantes.
Como médicos, con los veterinarios y veterinarias ocurre exactamente igual, así que no difiere demasiado. Otro punto favorable lo encuentra en el acierto de su casting estelar, gracias a la buena química que se desprende entre el trío protagónico que forman la actriz Noémie Schmidt, el actor Clovis Cornillac y la niña Juliane Lepoureau.
Noémie Schmidt hace muy bien de la recién licenciada antipática que, poco a poco, experimenta una transformación positiva hasta ganarse el afecto del público. Es una joven misántropa a la cual no le gusta socializar, motivo por el que ha decidido dedicarse a la investigación epidemiológica.
Pero es sobrina de un veterinario en Morvan, el lugar de la Borgoña en el que pasó sus veranos de infancia, motivo por el que acude a la llamada de su viejo tío cuando le informan de que está gravemente enfermo. No deja de ser un engaño, un reclamo para que cubra el puesto vacante que deja este jubilado al que da vida Michel Jonasz. La convencen para que se quede de forma provisional durante la temporada estival, mientras su socio encuentra otro asistente.
Ella, sin embargo, no vale para tratar a los animales y a las personas a su cargo, por lo que el socio de su tío deberá transmitirle el amor por la profesión, tal como la siente la pequeña aprendiz de veterinaria Zelda, una menor depositaria de la esperanza de futuro para la profesión.