INFO

Tres hermanas ancianas fuera de la ley

Finlandia. 2020. 92’ Tit. Orig.: “Teräsleidit”. Dtora.: Pamela Tola. Guion: Pamela Tola y Aleksi Bardy. Prod.: Aleksi Bardy y Dome Karukoski/ Helsinki Filmi. Int.: Leena Uotila, Seela Sella, Saara Pakkasvirta, Heikki Nousiainen, Samuli Niitymäki, Pirjo Lonka, Jani Volanen.

Las tres hermanas (Seela Sella, Saara Pakkasvirta y Leena Uotila). (NAIZ)

Segundo largometraje de la finlandesa Pamela Tola, presentado en el festival de Göteborg, y que llega después de su ópera prima ‘Swingers’ (2018). Como Tola ha sido actriz antes que guionista y realizadora, ve ahora cumplido el sueño de dirigir a tres grandes damas de la interpretación de su país a las que rinde homenaje, haciendo valer su derecho a seguir trabajando en lo que tanto aman incluso a la edad más avanzada. Seela Sella (84), Saara Pakkasvirta (83) y Leena Uotila (74) personifican a las mujeres mayores que permanecen activas y siguen abiertas al cambio. Ellas demuestran que están vivas, y que las personas envejecen por fuera, pero pueden sentirse jóvenes por dentro.

Inkeri (Leena Uotila), Raili (Seela Sella) y Sylvi (Saara Pakkasvirta) son tres hermanas a las que les va a unir aún más un suceso doméstico, cuando Inkeri propina a su molesto marido un sartenazo en la cabeza, a resultas del cual cae fulminado. Al tener que huir se convierten en protagonistas involuntarias de una alocada road movie otoñal, y durante su aventura se mostrarán tal como son, libremente, comportándose sin barreras ni prejuicios. No son más que tres abuelas gamberras elevadas a la categoría de heroínas en una tragicomedia repleta de humor negro, no exento de bromas escatológicas y salidas de tono autoconscientes.

Las tres están tan bien interpretadas que resultan unas ancianitas de armas tomar pero en el fondo muy entrañables, pues no en vano se nutren del viejo romanticismo, aunque la mayor ha degenerado en acosadora de jovencitos como forma extrovertida de demencia senil. Beben vino, bailan, hablar de sus achaques o recuerdan la larga lista de funerales ajenos a los que han tenido que asistir en todos sus años de larga existencia. También está la que fue un icono del feminismo, y no renuncia a sus reivindicaciones.