La dinámica impronta de un berlinés de sangre croata
La Real Sociedad disputa este jueves la segunda jornada de la fase de grupos de la Europa League. Se enfrenta al Mónaco, actualmente entrenado por Niko Kovac. El berlinés, antes de recalar en el club monegasco en 2020, pasó por los banquillos de Bayern de Múnich, Eintracht y de la selección croata.
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Tras la decepcionante temporada 2019-2020, en la que el Mónaco se quedó fuera de las competiciones europeas, la gerencia del conjunto del principado decidió fortalecer su organización de forma notable. Una tarea que comenzaron por los despachos, nombrando como nuevos directores de estrategia, captación de patrocinadores o marketing a profesionales que habían trabajado para la UEFA, ASO -la empresa organizadora del Tour- o el Liverpool. Asimismo, en el apartado deportivo, la principal incorporación fue la de Paul Mitchell, un hombre que había ejercido el cargo de director técnico de la estructura futbolística global de Red Bull y que también había sido el jefe de captación en el Tottenham o el Southampton.
Sus primeras propuestas se encaminaron a la renovación de los métodos de trabajo del club, un objetivo para el que situó a James Bunce como director de rendimiento, a Tyler Heaps a modo de máximo responsable de los apartados de tecnología y conocimiento y a Drissa Diallo encargándose del área de reclutamiento. Los dos primeros procedían de la federación de EEUU, mientras que Diallo había trabajado junto a Mitchell en el ecosistema de Red Bull y tenía experiencia en el Manchester United.
Sin embargo, la decisión más trascendental consistía en la contratación de un nuevo entrenador para suplir al catalán Robert Moreno. Mitchell buscaba un técnico moderno al que le gustasen el fútbol ofensivo y el desarrollo de los jóvenes. El elegido fue el berlinés Niko Kovac, antiguo preparador de la selección croata, el Eintracht o el Bayern de Múnich. Sus principales éxitos, llevar al combinado ajedrezado a la copa del mundo de 2014, ganar la Copa alemana de 2018 con los de Frankfurt y conquistar el doblete con los bávaros un año después.
Un entrenador de formación germana pero que mantiene sus raíces balcánicas, capaz de mostrar un gran dinamismo táctico adoptando diferentes esquemas de juego y que hace especial hincapié en el papel de los extremos y los laterales. Su principal ayudante es su hermano Robert, mientras que el fichaje estrella fue el delantero internacional alemán Kevin Volland, un jugador por el que la entidad del principado pagó más de 15 millones.
En su primera temporada, el equipo dirigido por Niko Kovac consiguió un más que meritorio tercer puesto en la Ligue 1, logrando victorias de prestigio como el triunfo cosechado ante el todopoderoso PSG y alcanzó la final de Copa. Una cita en la que el gigante parisino derrotó al conjunto monegasco por dos tantos a cero. En la presente campaña, el equipo se encuentra a cuatro puntos del segundo puesto y disputa la Europa League tras ser apeado de la Champions por el Shakhtar.

Su equipo firma una media de casi dos tantos por partido en los últimos 50 partidos, ronda el 60% de posesión y es capaz de adaptarse a diferentes planteamientos como el 3-5-2, el 5-3-2, el 4-2-3-1 o el 3-4-2-1, sin renunciar tampoco al 4-4-2. Niko Kovac es un técnico tremendamente dinámico, habla tres idiomas, está estudiando francés y escucha música en castellano. Recientemente, en una entrevista en el magacín de «L'Equipe» mostraba su capacidad de adaptación a los diferentes clubes y contextos: «¿Qué es el éxito? Hablamos de algo que puede ser interpretado desde diferente ópticas; En el Mónaco es entrar en Europa, luchar por los títulos y desarrollar el talento de los jóvenes. En Múnich, en cambio, es distinto, el éxito se mide a gran escala».
Técnico con el sello de la factoría futbolística de Red Bull
Como futbolista, Niko Kovac dio sus primeros pasos en el Hertha Zehlendorf, un modesto club polideportivo de la capital germana por el que también pasaron Pierre Littbarski, Christian Ziege, Antonio Rudiger o el internacional estadounidense John Anthony Brooks. De allí dio el salto al Hertha, conjunto con el que jugó en Segunda mientras compaginaba sus estudios universitarios de Economía. A los 25 años fichó por el Bayer Leverkusen, debutando así en la máxima categoría. Después de tres campañas en el equipo de la empresa farmacéutica, firmó por el Hamburgo. Su extraordinario rendimiento en el cuadro hanseático le sirvió para llamar la atención del Bayern de Múnich. Llegó acompañado de su hermano Robert, pero apenas pudo asentarse en el once titular del equipo bávaro, por lo que en 2003 regresó al Hertha.
Elegible por Alemania, Bosnia y Croacia, debutó con la selección ajedrezada en 1996, disputando los mundiales de 2002 y 2006, además de las Eurocopas de 2004 y 2008. Una lesión durante la preparación le privó de conseguir el tercer puesto en la copa del mundo de 1998. En total jugó 83 partidos con el equipo croata.
Su última estación fue el Red Bull Salzburgo de la liga austriaca, escuadra en la que militó durante tres temporadas. Una vez colgadas las botas, el verano de 2009, pasó a entrenar al filial del cuadro auspiciado por la compañía de bebidas energéticas y dos años después fue nombrado asistente del neerlandés Ricardo Moniz en el primer equipo. El nombre de Kovac sonó entonces para el cargo de entrenador principal, pero la llegada del también germano Roger Schmidt, actual técnico del PSV, provocó su salida del club. Posteriormente, llegarían las citadas experiencias al mando de la selección croata, el Bayer Leverkusen -al que salvó del descenso y acabó convirtiéndolo en campeón de Copa 30 años después- y el Bayern.
Hijo de familia «Gastarbeiter» en un barrio multicultural
Sus padres, croatas de la localidad bosnia de Livno, llegaron a la República Federal de Alemania tras el acuerdo bilateral firmado Yugoslavia para posibilitar la llegada de trabajadores de aquel país a territorio germano. Anteriormente, Bonn había sellado convenios similares con Italia, Turquía, Portugal, Grecia o el Estado español, lo que permitió que millones de obreros llegasen a la RFA para aplicarse en la industria minera, la siderurgia, las empresas automovilísticas, la limpieza o el gremio de la construcción. Unos trabajadores, conocidos como los «Gastarbeiter», que propiciaron el conocido como «milagro alemán» de la posguerra, dando paso a un importante crecimiento económico y demográfico en apenas dos décadas.
Actualmente se estima que cerca de 25000 personas de origen croata residen en Alemania. Las comunidades más numerosas se encuentran en Baviera, Baden-Wurttemberg y la capital. El director de cine Werner Herzog o la cantante grupo Guano Apes Sandra Nasic son algunos de los ejemplos de una diáspora que igualmente se hace notar en el fútbol. Y es que Edin Terzic y Fredi Bobic ocupan el cargo de director deportivo en el Borussia Dortmund y el Hertha respectivamente.
En lo que a los Kovac respecta, la familia se instaló en el barrio berlinés de Wedding, ubicado en la zona occidental controlada por los franceses, y al que el Muro separaba de los distritos de Pankow, Prenzlauer-Berg y Mitte. Zona humilde y multicultural, con un histórico asentamiento africano, una gran comunidad turca, numerosa población asiática y un nutrido grupo de vecinos procedentes de la antigua Yugoslavia.

Un núcleo urbano de gran trascendencia histórica y con numerosos edificios modernistas. Allí nació la realizadora Leni Riefenstahl, conocida por ser la cineasta de cabecera del régimen nazi, pero también los luchadores antifascistas Hans Coppi, Luise Kraushaar, Otto y Elise Campel. De Wedding procedía igualmente el que fuera máximo responsable del Ministerio para la Seguridad del Estado en la antigua República Democrática de Alemania, órgano popularmente conocido como la «Stasi». En lo futbolístico, además de los Kovac, cabe mencionar que Jerome y Kevin-Prince Boateng son originarios de dicho barrio.
Según las últimas estimaciones demográficas, Wedding cuenta con cerca de 85000 habitantes, de los que un tercio son extranjeros y casi la mitad tiene ascendencia migratoria. Las tasas de paro, cerca del 26%, pobreza y desigualdad social son mucho más altas que la media de la capital.
De la dureza de sus calles, al lujo monegasco, una larga y sólida carrera acompaña a Niko Kovac, un técnico que seguirá dando que hablar en el futuro.