Alemania y Francia: dos ataques con «plan B»
Alex Popp, titular tras la baja por covid de Lea Schuller, llega a semifinales como máxima goleadora de Alemania. En Francia, es Melvine Malard la que se ha hecho con la vacante de la lesionada Marie-Antoinette Katoto.
Vous n'avez plus de clics
Alemania y Francia han llegado a semifinales sin sus delanteras titulares. Lea Schuller, nueve de las teutonas en su partido inicial frente a Dinamarca, se perdió los dos siguientes partidos por covid. Peor le fue a Marie-Antoinette Katoto que, tras su estreno goleador ante Italia, se rompió el cruzado cuando apenas se había disputado el primer cuarto de hora del encuentro frente a Bélgica.
Con dos plantillas imponentes, a Martina Voss y Corinne Diacre no les han faltado alternativas aunque su respuesta ha sido dispar. Mientras la seleccionadora francesa ha recurrido a una Melvine Malard que ha aportado juego pero sólo un gol, Voss ha encontrado en Alex Popp a una futbolista en estado de gracia que, de hecho, ha batido uno de los récords del torneo, marcando goles en los cuatro partidos que ha disputado su selección.
No es exactamente una sorpresa porque, a sus 31 años, Popp ha sido una futbolista clave en los éxitos de Alemania y el Wolfsburgo desde hace una década. Pero tampoco se preveía que fuera a convertirse en una de las futbolistas más destacadas de esta Eurocopa a la que llegaba especialmente motivada. Y es que pese a haberse colgado un oro olímpico, haber ganado el Mundial sub20 del que fue Bota de Oro y haber conquistado títulos de Liga, Copa y Champions, la capitana alemana nunca había disputado el torneo continental, después de que una lesión de tobillo y otra de menisco le apartaran, respectivamente, de las Eurocopas de 2013 y 2017.
Y a punto estuvo de tener que seguir también ésta desde casa. Hace algo más de un año, una rotura de cartílago en la rodilla que incluso amenazó con retirarle, acabó manteniéndole once meses de baja. El aplazamiento del torneo por el covid le permitió entrar en la lista de Voss aunque también el coronavirus le dio un último susto, al contagiarse a sólo tres semanas de que arrancara la competición.
El destino parecía emperrado en negarle la posibilidad de disputar la Eurocopa. Pero aquí está. Suplente en el primer encuentro de Alemania frente a Dinamarca, entró al campo para sustituir a Schuller en el minuto 61 y veinticinco después redondeaba la goleada de su selección. «Fue un momento muy especial porque tenía la sensación de que mucha gente ya me había descartado –explicaba la futbolista, en declaraciones a la UEFA–. Pero con mi espíritu de lucha y mi mentalidad pude demostrar que sigo siendo una jugadora a tener en cuenta».
Tanto que ya no ha dejado ni de jugar ni de marcar. La baja de Schuller por covid le abrió la puerta de la titularidad en los otros dos partidos de la fase de grupos, ante España y Finlandia. Y en ambos volvió a ver puerta. En el de cuartos, la delantera del Bayern ya se había recuperado pero Voss volvió a apostar por Popp y ésta respondió anotando la sentencia frente a Austria, aprovechando un error de Zinsberger en la recta final del encuentro.

Ese tanto le convertía en la primera jugadora que marca en cuatro partidos consecutivos de una misma Eurocopa. «Haber ganado esta batalla, y esa es la palabra correcta, contra mis lesiones y estar aquí ahora me hace sentir muy orgullosa», reconoce.
Tanto como lo están sus compañeras. «Poppi es una líder dentro y fuera del campo –afirma Sara Dabritz–. Su mentalidad y la energía que desprende cada día nos inspiran y motivan a todas». «Tiene una gran personalidad, ella sí que da ejemplo», añade Lina Magull, mientras Jule Brand destaca «la tranquilidad que desprende en el campo, la mentalidad, la motivación y las ganas de darlo todo y de marcar».
Con nueve años menos que la alemana, Melvine Malard también afronta su primera Eurocopa. Y, como Popp, también la comenzó en el banquillo.
Marie-Antoinette Katoto, resueltos los problemas con Corinne Diacre que le habían dejado fuera del Mundial, llegó al torneo con el título de máxima goleadora de la Ligue 1 y como titular indiscutible para su seleccionadora. Partícipe de la goleada inaugural ante Italia, en la que marcó uno de los cinco tantos de Francia, una rotura de ligamento en el segundo choque de la fase de grupos frente a Bélgica le envió a casa para los próximos meses.
En ese momento fue Ouleymata Sarr la elegida por Diacre para saltar al campo en su sustitución aunque también Melvine Malard se incorporó pocos minutos después. En los dos encuentros posteriores, la elegida para partir en el once ha sido la delantera del Olympique, que lo agradeció nada más arrancar el choque frente a Islandia anotando en el primer minuto de partido –a los 43 segundos, es el gol más rápido en la historia del torneo–. No pudo repetir ni contra las islandesas, que acabaron empatando el encuentro, ni contra Países Bajos en el partido de cuartos, en el que Daphne Van Domselaar frustró todos y cada uno de los intentos de las atacantes galas y a la que sólo Eve Perisset pudo batir, de penalti, en la prórroga.
Jugadora destacada en el Europeo sub19 hace dos años, que conquistó su selección –derrotando a en la final a Países Bajos con, precisamente, Van Domselaar bajo palos–, Malard es desde 2014 jugadora del Olympique de Lyon, al que llegó con apenas 14 años procedente del Saint Denis de su Reunión natal. «Traerla a Francia fue un cambio radical para ella, no fue fácil sin su familia. Fue duro», reconoce Sonia Bompastor, entonces en categorías inferiores del club. Fue la propia Bompastor la que se fijó en ella en un torneo disputado en Clairefontaine. «Una semana después, mi madre recibió una llamada telefónica –explica Malard–. Tenía dos meses para pensar pero tomé la decisión en dos días. Me dije a mí misma 'Olympiqye, allí está Wendie Renard...'. Y sí, claro que sí». La experiencia fue dura aunque la alivió el apoyo de su «hermana mayor» Renard.
Tras foguearse en una cesión en el Fleury, en verano de 2020 la delantera regresaba al Olympique, necesitado de pólvora por las lesiones de Le Sommer y, sobre todo, Hegerberg. Pese a la competencia –Macario, la delantera noruega ya recuperada, la propia Le Sommer...–, esta temporada ha conseguido hacerse hueco en los planes de Sonia Bompastor, la mujer que le fichó ocho años antes, hasta el punto de que sólo Katoto y Diani han marcado más goles en la Liga francesa.
Incluida por la UEFA en enero de 2020 en la lista de las diez jóvenes promesas del continente, Malard confía ahora en responder a esas expectativas con una Francia que sueña con su primera final.