La NBA comienza la «era Wembanyama» después de un draft centrado en el gigante francés
Con una expectación exagerada, la elección de los San Antonio Spurs del ala-pívot de Nanterre ha sido recibida con lágrimas por parte del jugador y euforia por parte de la hinchada texana, que no solo ha hecho asomado al Barclays Center de Brooklyn, sino que ha llenado el AT&T Center de San Antonio.
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No había dudas y sí sobradas pruebas: Victor Wembanyama ha sido el número uno del draft de la NBA de este año 2023. Imposible que no fuera de otro modo después de que el gigante francés haya paseado sus 223 centímetros por todo Nueva York desde el lunes con una nube de oeriodistas asesores, admiradores y curiosos para ver al siguiente «unicornio» importado del basket europeo, tras la sensación que supuso el draft de Luka Doncic en el año 2018.
San Antonio Spurs, con el eterno Gregg Popovich al frente, ha tenido el honor de elegir al ala-pívot galo, conocedor de que el Asvel Villeurbanne y el Metropolitans 92, los dos últimos equipos en los que ha militado Victor Wembanyama, tiene sendos dueños muy de fiar del veterano técnico: Tony Parker y Boris Diaw, los dos antiguos jugadores a las órdenes de Popovich, y con los cuales «Coach Pop» conquistó anillos –los de 2003, 2005, 2007 y 2014 con Parker, el de 2014 con Diaw–.
El Barclays Center de los Brooklyn Nets ha sido el escenario de una noticia cantada, con una parafernalia absolutamente apabullante para un chaval de 19 años que en los últimos 12 meses ha notado los ojos de la NBA fijos en él, una fijación que esta madrugada del jueves al viernes, según el horario de Euskal Herria, se ha hecho carne, al fin.
Cuando, cumpliendo el protocolo, el comisionado de la NBA Adam Silver ha anunciado que los Spurs disponían de cinco minutos para hacer su elección, el graderío fan de los de San Antonio se ha levantado al grito de «¡Wemby!, ¡Wemby!, ¡Wemby!», confirmando la expectación por el joven jugador como el más alto después del número uno de LeBron James en el draft de 2002.

Luego del protocolo, ha llegado la hora de la verdad: Adam Silver ha anunciado el nombre del gigante de Nanterre, y estem ataviado con un discreto atuendo de tonalidad verde, ha ido abrazándose con buena parte de las mesas de la «Green Room», incluyendo varios de los jugadores que tendrá en la mejor liga de baloncesto del mundo como encarnizados rivales, aunquye en esta ceremonia han ejercido una sana camaradería. Entre los más efusivos, su compatriota y compañero en Metropolitans 92, el base Bilal Coulubaly, elegido por los Indiana Pacers en séptimo lugar.
«Se ha cumplido algo que he soñado toda mi vida», ha admitido el propio jugador, ya dentro de la estructura de los Spurs, sin poder contener las lágrimas junto con sus dos hermanos. «Sé que será dificilísimo ganar esta liga. ¡Cuántos grandes jugadores lo han intentado sin éxito! Por mi parte, intentaré aprender lo más rápido posible e ir paso a paso con ese objetivo», ha añadido, antes de ver a través de una pamntalla gigante el AT&T Arena de San Antonio lleno de aficionados eufóricos por este fichaje.
Otros jugadores
En esta breve semblanza, también hay que dar cuenta de otros jugadores que han salido en los primeros puestos. Por ejemplo, los Charlotte Hornets se han hecho con el alero Brandon Miller, procedente de la Universidad de Alabama. Ha resultado sorprendente que Miller ha sido uno de los pocos jugadores de «formación clásica», en cuanto a haber salido de la NCAA, que ha salido en este primer tramo de elecciones.
Así, procedente de la G-League Ignite, Scoot Henderson ha sido el tercer elegido, camino de Oregon para unos Portland Trailblazers que precisan de un base de carácter ofensivo con la próxima salida de Damian Lilard.
Uno de los gemelos Thompson, de nombre Amen, procedente del programa Overtime Elite, ha sido el cuarto en salir a la palestra, con los Houston Rockets haciéndose con este base que ha promediado más de 9 asustencias en los particulares play-offs de Overtime, un programa formativo creado por varias antiguas estrellas de la NBA y que, aunque a veces parezca puramente consagrado al espectáculo, lo cierto es que consigue el desarrollo de sus jugadores, como bien se ve por ejemplo en el base dominicano Jean Montero, viendo el salto de calidad que le dio al Betis con su llegada.
Ausar Thompson, también procedente de Overtime Elite como su hermano gemelo, ha salido justo después, aunque en su caso el destino lo ha llevado a Michigan, a jugar para los Detroit Pistons, una franquicia decadente que no pisa los play-offs desde la campaña 2018/19 y que no supera una ronda de postemporada desde la temporada 2007/08.
Movimientos previos
El mercado persa en el que se convierte la NBA a cuenta del draft ha empezado horas antes del propio draft, con varias noticias de impacto. Por un lado, el veterano base Chris Paul ha dado con sus huesos en los Golden State Warriors –solo una semana después de haber sido traspasado de los Phoenix Suns a los Washignton Wizards– de la campaña 2023/24 a cambio de Jordan Poole, Ryan Rollins y dos elecciones del draft.
Asimismo, Kristaps Porzingis, Danilo Gallinari y Marcus Smart han protagonizado un traspaso a tres bandas. El gigante letón –que en la recientemente terminada campaña ha promediado 23,2 puntos, 8,4 rebotes, 2,7 asistencias y 1,5 tapones en 65 partidos– ha sido traspasado de Washington a los Boston Celtics. Pero además del interior letón, Marcus Smart y Tyus Jones se marcharán respectivamente a los Memphis Grizzlies y Wizards. Los Celtics también envían a Washington a Danilo Gallinari y Mike Muscala como parte del acuerdo.
El mercadeo ha seguido adelante, porque la NBA ya pergeña la temporada 2023/24. La temporada en la que arranque, tal vez, «la era Wembanyama».