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Entrevue
Ane Santesteban
Corredora del Jayco-AlUla

«Tenía ofertas de muchos equipos World Tour, pero la de Laboral Kutxa me hace especial ilusión»

La mejor ciclista vasca del momento ha respondido a los 32 años a la apuesta de Laboral Kutxa y la Fundación Euskadi por tener un conjunto vasco en el World Tour. Recibió ofertas de los mejores equipos, que le aseguraban un calendario que ahora no tiene garantizado, pero quiere ayudar a conseguirlo.

Ane Santesteban, feliz en la sede central de Laboral Kutxa en Arrasate. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

Ane Santesteban atiende a NAIZ en la sede principal de Laboral Kutxa a pocos kilómetros de donde empezó con el Debabarrena en la élite en 2009, cuando con 18 años acabó a buen nivel el último Tour antes de su renacimiento. Tras ser campeona estatal en 2013 con el Bizkaia-Durango y empezar a despuntar, entendió que no podía ser ciclista en casa y debía irse a Italia y vuelve al ver un proyecto ilusionante ahora que le ha tocado la fibra.

¿Qué significa estar en Arrasate, cerca de la sede del Debabarrena, donde empezó en la élite del ciclismo en 2009?

Venía a Eibar casi todos los domingos en invierno a entrenarme y a estar con el equipo y es como volver al inicio. Me hace mucha ilusión volver a donde todo empezó después de tantos años en el extranjero, hablando otros idiomas y conociendo otras culturas.

Ese año corrió el Tour con una última etapa reina entre Irun y Angelu ganada por Marianne Vos, en la que entró 24ª con el tiempo de la 15ª...

De ese Tour recuerdo que venía de hacer Durango y Emakumeen Bira y me llamó Juanjo para decirme que tenía que ir al Tour, pero que como era de primer año iba a correr una etapa o dos. Pero una vez de ponerme el dorsal, imposible. Viendo que la última etapa se subía Erlaitz y que era especial para mí cerca de casa, quise acabar y nunca lo olvidaré.

En aquel Tour había un nivel muy diferente. Sobre todo los últimos cinco años ha cambiado mucho, van creciendo los equipos, las carreras, el nivel cada vez es mayor. Este año se ve la gente mucho más fatigada porque en cada carrera el nivel es muy alto y la exigencia grande. Pero entonces era una carrera importante y el verte ahí con las mejores subiendo te da esperanza. Sí que es cierto que luego vinieron momentos mucho más duros y superarlos te hace crecer.

Porque en los primeros años en Debabarrena (2009-2011) y Bizkaia (2012-13) asumió que aquí no podía ser ciclista...
Eran equipos que tenían licencia profesional, aunque solo te daban el maillot, la bicicleta y poco más, pero gracias a ellos estoy aquí, porque me llevaron a las mejores carreras, a Flandes, a Flecha, a la Bira, al Giro, y por eso tuve la oportunidad de ir a otros equipos. No puedo decir nada en contra de ellos, todo lo contrario, estoy superagradecida, pero las condiciones en las que estábamos no tienen nada que ver con las que ofrece Laboral Kutxa.

«Llega una edad en la que ponerte una bici no es suficiente, no tienes ni para darte un masaje. Para progresar tenía que salir fuera»

Entonces te llega una edad en la que ponerte una bici no es suficiente, ves que todas tus amigas evolucionan en la vida, se independizan, consiguen cosas, y tú estás estancada porque no tienes ni para darte un masaje. Sabía que para progresar como ciclista tenía que salir fuera e hice las maletas. Fui a Italia en busca de eso y año a año he ido mejorando.

¿Qué balance hace de diez años en el extranjero en Ale Cipollini (2014-18), con el paréntesis de Inpa Sottoli (2015), WNT Ceratizit (2019-20) y Bike Exchange-Jayco (2021-23)?

Muy positivo, he evolucionado muchísimo como ciclista y como persona. Ves otras culturas, otros equipos, he pasado muchas penurias también los primeros años, pero los últimos he estado en uno de los mejores conjuntos del mundo y aprendes un montón. Cada año mi nivel ha ido mejorando, pero ahora ha llegado el momento de hacer esta apuesta porque quiero dar resultados y nivel al Laboral Kutxa, hacerle crecer y aportar otro tipo de cosas, como intentar enseñar a las jóvenes todo lo que he aprendido estos años.

Lo que da más valor a su fichaje por el Laboral Kutxa es eso, que llega en su mejor momento, tras acabar entre las doce primeras cuatro de sus últimos cinco Giros, 13ª, 6ª y 18ª en las tres Vueltas y octava en el Tour de este año, en el que además ha sido décima en Giro, segunda en Durango, novena en Nafarroa, 12ª en Lieja y Amstel, 13ª en Strade Bianche y 14ª en Burgos y Romandía, todas menos las vascas del World Tour.

Ha sido mi temporada más regular y una de las mejores porque desde que empecé en Strade no he salido del Top 15 en las mejores carreras. Casi no he fallado en ninguna. No soy rápida y me cuesta rematar, pero tengo regularidad. Estoy siempre ahí, sobre todo en las vueltas, con la recuperación que tengo día a día, voy a más.

¿Cómo ha sido el proceso por el que elige al Laboral Kutxa en lugar de aceptar las ofertas que tiene del World Tour?

Siempre he estado fijándome en el equipo y desde el principio del año hemos estado en contacto porque nos conocemos, tenemos amigos en común. Vi la apuesta que hacen por el ciclismo femenino, su ilusión por el proyecto, y eso me hizo interesarme en el equipo. Me fijaba en las carreras, en su estructura, es cierto que tenía otras ofertas, pero ésta me hacía especial ilusión.

«Tiene sentido volver si estás en tu mejor momento para aportar resultados y hacer crecer juntos al equipo»

Siempre hemos pedido un equipo de casa para tener la oportunidad de salir a las mejores carreras y ahora que se ha conseguido es el momento. Llevo muchos años fuera, ellos creen en el proyecto, me hace ilusión volver y tiene sentido si estás en tu mejor momento para aportar resultados y hacer crecer juntos al equipo.

Tiene 32 años, pero es hasta joven porque en el ciclismo vemos muchas corredoras al máximo nivel hasta los 40...

No quiero pensar cuando va a terminar todo, hay que vivir el momento. Acabo de firmar tres años, quiero disfrutarlos y seguir creciendo como corredora, pero tal como está ahora el ciclismo la gente tiene oportunidad de seguir más años.

Aunque Laboral Kutxa va a pedir la plaza del World Tour para 2024, lo normal es que no la consiga y tenga que esperar las invitaciones de las mejores carreras. Eso también da valor a su decisión.

Va a haber diferencia porque los últimos años no he tenido que lidiar con eso. He estado en un equipo que en octubre me cerraban el calendario y sabíamos 100% que íbamos a estar en esas carreras. Nunca me he preocupado hasta ahora de los puntos, pero asumo el reto de venir sin esa seguridad y me prepararé para llegar a las carreras siempre al 100%.

«Tener una corredora que ha estado tres veces en el Top 10 del Giro y este Tour octava puede ayudar a lograr invitaciones»

Su fichaje unido a la mejoría en el ranking UCI de este año, debe ayudar al Laboral Kutxa a debutar en Giro y Tour...

Me imagino que tener una corredora que ha estado tres veces en el Top 10 en el Giro y en este Tour octava puede ayudar a conseguir invitaciones. Es mi objetivo porque son las carreras que más me gustan y quiero estar ahí, pero no puedo hacer nada más. Están Aitor Galdos y otras personas encargadas de eso y sé que luchan 100% para conseguirlo.

Sí correrá la Itzulia, a la que este año renunció el Jayco...

Sabía desde octubre que no íbamos a correr. Me preguntaron mis preferencias y les dije que quería correr la Itzulia y me dijeron que no había posibilidad. Me llamaron personas de la organización para que les diese el contacto del equipo, que querían que estuviera, pero no podía ser. Hay mucho calendario y pocas corredoras y no se puede estar en todo. Para el año que viene los equipos van a coger más corredoras porque todas te dicen que han corrido muchísimos días, que el nivel ha subido tanto que no se puede ir a una carrera como entrenamiento a rodar o ayudar a las compañeras. El nivel es tan alto que debes estar muy en forma para poder hacer algo y esa exigencia hace que acabes la temporada más cansada que otros años.

Las audiencias del ciclismo femenino han sido altas porque hay espectáculo y la pena es el dominio del SD Worx...

El SD Worx es como el Jumbo, pero a pesar de su dominio, sabiendo que sus corredoras lo ganan casi todo, ha habido mucho espectáculo en todas las carreras. Ni nosotras mismas sabemos lo que va a pasar. Se hace una escapada y, como los equipos tienen pocas corredoras para echarla abajo, da más oportunidades para atacar y son bonitas de ver.

«No pensaba que se podía llegar a este nivel de equipos y estructuras. Nuestro salario mínimo es el del World Tour de los chicos»

¿Cuando empezó en 2009 esperaba lo que vive ahora?

Era impensable. Yo nunca pensaba que se podía llegar a este nivel de equipos, con semejante infraestructura, con un salario mínimo que en muchos equipos como el Jayco, UAE y Trek es igual en las plantillas masculina y femenina. Nuestro salario mínimo es el del World Tour de los chicos. Como era impensable ver tanta gente animando en las carreteras. Fui a hacer el reconocimiento de la crono de Pau y de la etapa del Tourmalet y cuando rodaba en el Aspin o Tourmalet muchísima gente me paró diciendo que ya sabían que día era la etapa, que iban a estar viéndola, me pedían fotos... Eso hace unos años era impensable.

¿Nota que la aprecian porque se identifican con su forma de correr dándolo todo siempre?

No tengo un talento como otras corredoras que desde los 18 años ganan carreras, pero sí las ideas claras de lo que quiero. Sé lo duro que he trabajado para llegar hasta aquí y las penurias que he pasado por el camino, que me han hecho más fuerte. La gente se identifica con esa persona que a base de trabajo y de ilusión, de poder soñar, he demostrado que se puede lograr lo que quieres.

¿A qué penurias se refiere?

Recuerdo hacer en la Flecha Valona la 12ª o 13ª, disputando con las mejores del mundo las mejores carreras y llegaba a casa y tenía que pedir dinero para un masaje o para comprar barritas. No tenía para vivir del ciclismo ni para nada y hubo algún momento que pensaba ¡qué injusto es esto! Miraba la clasificación de los chicos y, ya sé que no se puede comparar, pero el que hacía el mismo puesto ganaba mucho dinero. Era duro aceptar eso, que no tenía para vivir del ciclismo, y llega un momento que se hace pelota tener que seguir luchando día a día para conseguir esa oportunidad.

«Tenía ofertas de muchos equipos del World Tour, pero me da igual no correr el Giro o el Tour, quiero formar parte de este proyecto»

¿Por qué rechazó la oferta de Movistar para volver y acepta la de Laboral Kutxa ahora?

En ese momento buscaba cosas diferentes, tenía claro que quería estar en un equipo que me diera la oportunidad de ser líder y Movistar no me lo podía ofrecer y eso me echó un poco para atrás. No se puede comparar, son momentos diferentes, y lo de Laboral Kutxa no es el equipo, es todo el proyecto lo que me ha llamado y me hace tener ilusión de volver aquí y hacer la apuesta. Es algo que me ha tocado por dentro. Lo he dejado todo. Tenía ofertas de muchos equipos del World Tour, pero he decidido hacer la apuesta de venir a este equipo y me da igual no correr el Giro o el Tour, quiero formar parte de este proyecto y hacer crecer el equipo.

Porque a diferencia de otros, no es un equipo masculino que saca el femenino por quedar bien o por pedirlo la UCI...

Estoy bastante cansada de tener que luchar por la igualdad, de demostrar día a día que merezco las mismas condiciones. No quiero estar en una estructura que tengan el equipo porque lo tienen que tener. Desde el primer momento me demostraron que creen en este proyecto.

Lo más fácil es tener un equipo de chicos e ir a las mejores carreras, pero han apostado por el ciclismo femenino. Y eso ya hace diferente el proyecto y me lleva a sentir que, si ellos han hecho esta apuesta, yo quiero formar parte, quiero hacerlo crecer igual que ellos. Si todos juntos luchamos en la misma dirección las cosas se van a conseguir.

«Todos entendieron mi apuesta. Los que han vivido el ciclismo saben el sentimiento que hay aquí, que son proyectos diferentes»

¿Siente que los vascos agradecemos que venga al Laboral Kutxa para ayudarle a correr las mejores carreras y acceder al World Tour a costa de renunciar a la seguridad de estar ahí porque no es normal?

La gente en la calle agradece la apuesta que estoy haciendo. Tengo mis razones y no me arrepiento en ningún momento. Después de tener apalabrado, tenía muchas ofertas del World Tour y mi equipo intentó luchar para que me quedara al 100%, me dijeron que me daban lo que quisiera. Les agradecí todo lo que habían hecho. Les dije que no es ni lo económico ni lo deportivo. Es todo junto lo que hace que crea en este proyecto. Es la apuesta y todos lo entendieron a la perfección porque los que han vivido el ciclismo, sea masculino o femenino, saben el sentimiento que hay aquí, que son proyectos diferentes.

Porque la apuesta de Laboral Kutxa ha sido grande al comprometerse hasta 2029 y marcarse el objetivo del World Tour cuando era uno de los equipos más modestos...

Son cosas que hacen especial este proyecto. Sabes que tienes la tranquilidad de un proyecto a largo plazo en que las corredoras firman dos o tres años. No tienen que demostrar cada día resultados para tener contrato el siguiente. Eso te permite tener tranquilidad a todos, al equipo y las corredoras, para pensar solo en dar tu mejor nivel y rendir. Llegar al World Tour es el objetivo de todas las corredoras y creo que tal como evoluciona el equipo, si no es ahora, dentro de unos años se va a conseguir.

«He visto un cambio muy grande en el equipo y para el año que viene más cuando tienes corredoras fuertes y un referente»

¿Habrá seguido la gran progresión a partir de la Itzulia?

En el Trofeo Binda en marzo estaba Eneritz Vadillo y me fijé en ella. Ya estaba en contacto desde el principio con el equipo y me fijaba en cómo van a las carreras, en la imagen que dan, en las corredoras y he visto un cambio muy grande en todas y para el año que viene más cuando tienes corredoras fuertes y un referente. Eso hace crecer el nivel de todas.

Coincidirán en la misma estructura el pasado, presente y futuro del ciclismo femenino vasco junto con Joane Somarriba, Usoa Ostolaza, Eneritz Vadillo e Idoia Eraso.

Recuerdo leer en mi casa el libro de Joane... Ramontxu González Arrieta, su pareja, era mi seleccionador y tenía mucho contacto con ella. Ha sido mi referente, con unos resultados casi imposibles de igualar porque ha sido una de las mejores del mundo. Se unen todas las fuerzas, tenerla de embajadora, estar yo y con jóvenes que en el futuro van a estar ahí.

¿Asume un rol distinto, de líder y referente de las jóvenes?

Ellas también pueden aportarme mucho, llevan poco tiempo y pueden darme la ilusión y cosas que en equipos de muchos años no valoras. También espero que aprendan mucho de mí, no solo en carrera, en general de lo que significa ser una ciclista profesional.